Para estas fechas de fin de año, el uso de la pólvora deja varias personas lesionadas con quemaduras que afectan gran parte de su cuerpo.

El uso de la pólvora en diciembre representa uno de los mayores retos para el sector salud dado las lesiones que causa, que pueden ir desde quemaduras de diferentes grados de severidad con secuelas asociadas, así como intoxicaciones por contacto o ingestión del consumo de dichas sustancias o artefactos | Foto: El País

Las cifras son preocupantes, ya que, de acuerdo con diferentes investigaciones, se evidencia un incremento del 61,93% de accidentes con respecto al año anterior, cuando se registraron 725 lesionados.

Viviana Gómez Ortega, cirujana plástica y jefe del servicio de quemados de la Fundación Santafé de Bogotá, asegura que “estos son artefactos resultados de reacciones químicas, son explosivos. ¿Y quién le va a dar un explosivo a los hijos? De forma contundente, los menores de edad no deben manipular pólvora de ningún tipo, ni siquiera las luces de bengala o chispitas mariposa. Las personas tienden a pensar que son benignas y esas se queman a una temperatura de mil grados centígrados”.

Si una persona resulta quemada por pólvora, siga este protocolo de primeros auxilios para evitar que la lesión se agrave:

  • Mantener la calma.
  • Cerciorarse que el lugar donde ocurrió el accidente sea un sitio seguro, para no aumentar el número de lesionados.
  • Retirar el agente que está causando la quemadura, para interrumpir el daño que les hace a los tejidos.
En diciembre aumenta la venta y distribución de pólvora, lo que ocasiona un riesgo para los menores de edad.
  • Disminuir rápidamente la temperatura de la quemadura, mediante el empleo de agua fría constantemente.
  • Cubrir la herida quemada con vaselina.
  • Aplicar un vendaje pequeño que no apriete la lesión.
  • Llevar al, o los afectados, a un centro de atención primaria.
  • No realizar torniquetes, en caso de amputación o heridas abiertas.
  • Abstenerse de utilizar cremas o remedios caseros, como la clara de huevo, café, tomate, tierra, bicarbonato, porque no ayudan al tratamiento de la quemadura. Por el contrario, pueden llegar a producir dolor o contaminación.

Durante esta temporada también existe la probabilidad de toxicidad con dióxido de carbono, pues algunas personas que llegan a los centros de salud con quemaduras de las vías respiratorias o también pueden presentar intoxicación por componentes de la pólvora.

Las quemaduras por el uso de la pólvora, aumentan a fin de año. | Foto: Lawren Lu

Los totes (27,9%), voladores (25.8%), cohetes (9.7%), volcanes (6.0%), luces bengala (3.1%) y juegos pirotécnicos (2.9%), siguen siendo los artefactos más peligrosos, de acuerdo con el Ministerio de Salud.