Uno de los mayores retos que enfrentan quienes la compran y quieren tenerla a la mano en casa es su conservación, un proceso que puede ser bastante complejo si no se tienen en cuenta algunas sugerencias.

En los climas más cálidos, la sandía se convierte en protagonista de muchas mesas. Sin embargo, una vez cortada, su conservación requiere cuidados específicos.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) advierte que cualquier fruta cortada debe mantenerse refrigerada y no permanecer más de dos horas a temperatura ambiente, especialmente si se cuentan con días en donde el sol es el protagonista.

“La sandía es altamente perecedera una vez cortada. Su alto contenido de agua favorece el crecimiento de microorganismos si no se almacena adecuadamente”, señala la nutricionista Alejandra Romero, especialista en seguridad alimentaria.

¿Cómo conservarla?

Si la sandía ha sido cortada en cubos o rodajas, lo ideal es guardarla en un recipiente hermético dentro del refrigerador.

Otra opción segura es envolver las mitades con papel film o aluminio, protegiendo la pulpa expuesta.

La duración recomendada es de 3 a 4 días en refrigeración, aunque lo ideal, según los expertos, es consumirla antes de 48 horas para disfrutar su mejor sabor y textura.

También hay quienes optan por congelarla. En ese caso, se recomienda cortar en cubos, retirar las semillas y congelar las piezas

En el congelador, la sandía puede mantenerse hasta por ocho meses.

La sandía es un alimento altamente nutritivo ,que debe conservarse de la forma adecuada para que no pierda sus propiedades. | Foto: Getty Images

Lo que se debe evitar

No se recomienda dejarla abierta dentro del refrigerador, ya que puede absorber olores de otros alimentos.

Tampoco debe guardarse cerca de frutas como plátanos o manzanas, que emiten etileno, un gas que acelera el deterioro.

Además, los especialistas advierten que nunca debe congelarse si se desea consumir como fruta fresca, ya que su textura cambia drásticamente: se vuelve blanda y acuosa.

Si dejó la sandía en mitades o cuartos, es importante poner el lado cortado hacia abajo en un plato y cubrirlo para lograr mantener su jugosidad sin fallar en el intento.

Con estos consejos simples, disfrutar de esta fruta jugosa y dulce por más tiempo es posible, sin sacrificar sabor ni seguridad.