Docentes universitarios, rectores y expertos analizan las necesidades de la educación superior.

El retiro del proyecto de reforma a la educación superior el pasado viernes por parte del Gobierno Nacional es la mejor oportunidad para que la comunidad universitaria en general se reúna con el objetivo de responder una pregunta que hasta ahora, según expertos en el tema, no se ha resuelto: ¿qué tipo de educación necesita Colombia?Docentes y analistas de la realidad social del país aseguran que lo más importante en este momento es lograr un acuerdo conjunto, dialogado y basado en un profundo análisis para así presentar al Congreso una nueva reforma educativa que sea integral y benéfica tanto para los estudiantes como para la industria productiva nacional, que es la que emplea a quienes se gradúan de las universidades.“La reforma presentada por el Gobierno y que fue retirada no estaba pensada para la academia sino para los gremios empresariales y sus necesidades y eso no puede volver a ocurrir. Ahora se necesita que las partes interesadas se sienten a conversar pero con el enfoque en la calidad de la educación y no sólo en la superior, sino en general de toda la educación”, dice el docente universitario Robert Behar. El profesor insiste en que en Colombia los gobiernos recientes se han preocupado por “mostrar cifras” de acceso de estudiantes al sistema educativo, pero que han dejado la calidad en un segundo plano.“Las recientes administraciones (Uribe- Santos) parecían estar pensando en qué necesitan los industriales, entonces se dedican a graduar estudiantes que son una suerte de ‘autómatas’ que no son críticos, reflexivos del todo”. Behar concluye diciendo que la educación que necesita Colombia es una enfocada a mejorar la calidad pero centrándose en la básica primaria y secundaria, especialmente de los colegios públicos, que, de acuerdo con este docente, están dejando muy mal preparados a sus alumnos para enfrentar la vida universitaria. Esta misma postura es compartida por la representante a la Cámara y experta en pedagogía, Ángela Robledo, quien dice que el 30% de deserción escolar a escala nacional es un indicador de que no se está poniendo el énfasis en la educación básica y secundaria y que eso, en parte, evidencia que el proyecto de reforma a la Ley 30 no buscaba resolver el problema educativo desde la raíz. En ese sentido, la legisladora indica que lo que necesita la educación es, en primer lugar, más recursos para lograr mejorar la calidad, es decir invertir en mejores docentes y buscar mayor apoyo del Estado a las universidades públicas para bajar así el costo de las matrículas. Para la congresista, eso resolvería parte del problema del acceso, ya que los alumnos no tendrían tantos problemas económicos para entrar a las universidades.“La transferencia del PIB (Producto Interno Bruto) a la educación es del 0,4%, es decir trece veces menos que la destinada al Ministerio de Defensa. Además, uno de cada cinco pesos del Plan Nacional de Desarrollo es destinado a la minería y tan sólo el 2% para innovación y tecnología. Con esas cifras es imposible que se alcance una educación incluyente y democrática”, afirma Robledo. La Representante a la Cámara hizo énfasis en que urge una nueva reforma a la educación pero impulsada por la academia y que el Gobierno debe preocuparse mucho por dialogar y concertar con rectores de universidades, profesores y estudiantes. Sobre este punto, el rector de la Universidad Icesi, Francisco Piedrahíta, dijo que la única manera de lograr ese consenso es evitando la “radicalización” de las partes interesadas en el tema.“Los estudiantes tienen una posición muy radical y aún no quieren ceder en temas que son simplemente utopías: me refiero a la gratuidad de la educación superior. Si eso no se ha podido en países del primer mundo, mucho menos ahora se va a lograr en Colombia. Entonces creo que lo que necesita la educación por ahora es pensar en necesidades reales porque lograr una cobertura universal es algo de lo que estamos muy lejos”. Piedrahíta asevera que el reto hoy es fortalecer los cursos técnicos y tecnológicos para que sean de alta calidad y así se resuelvan necesidades del mercado laboral pese a los vacíos con los que llegan de los colegios, especialmente los públicos.El rector de la Icesi hizo hincapié en que en Colombia se deben preparar mejor a los estudiantes para que enfrenten las pruebas Saber Pro (Icfes) y así ser un país competitivo, que entre a los rankings de calidad internacional, en los que ni siquiera figura actualmente.Piedrahíta dice que una manera de lograr ese objetivo es dirigiendo más recursos estatales a la investigación, para que proyectos que nacen en las universidades sean referentes de innovación y nuevas tecnologías fuera del país.“Hay aprobados recursos para esa área, pero es obligación que haya transparencia en su distribución. El problema es que yo veo que ni la academia ni el Gobierno tienen ese tema en la agenda”.El rector, sin embargo, deja claro que para él el panorama a futuro no es oscuro y afirma estar convencido de que si las posturas se flexibilizan se logrará dar un debate enriquecedor que va a derivar en un énfasis en la calidad de la educación.Finalmente, representantes de la asociación Colombiana de Universidades, Ascun, hicieron un llamado a realizar una reforma concertada.“Se debe aprovechar esta oportunidad para diseñar un marco normativo que surja de la concertación entre la academia y los distintos actores sociales y garantice las mejores políticas públicas para el sector, en beneficio del país, que se mueve cada vez más en contextos internacionales en medio de profundas deudas sociales”.