Doce días después de haber sido nombrado en propiedad el magistrado Jaime Arrubla Paucar como el nuevo presidente de la Corte Suprema de Justicia, tras casi un año de interinidad, este martes renunció a su investidura que, por 20 días, asumirá el magistrado de la Sala Civil Pedro Munar Cadena.

Doce días después de haber sido nombrado en propiedad el magistrado Jaime Arrubla Paucar como el nuevo presidente de la Corte Suprema de Justicia, tras casi un año de interinidad, este martes renunció a su investidura que, por 20 días, asumirá el magistrado de la Sala Civil Pedro Munar Cadena.A pesar de que ser un secreto a voces, no dejó de sorprender la manera como se zanjó una de las diferencias que más dieron de qué hablar a lo largo del año que termina: que hasta el 2 diciembre se lograra destrabar dicha elección. Ese mismo día, además de la elección del Presidente de la Corte, fueron elegidos cinco magistrados y el nuevo Fiscal General de la Nación.Hay que recordar que luego de que la presidencia del Tribunal durante 2009 fuera ocupada por el magistrado de la Sala Penal Augusto Ibáñez, el turno en 2010 fue para uno de los integrantes de la Sala Civil y la costumbre manda que fuera el vicepresidente de entonces, es decir Jaime Arrubla.Ahora, para 2011, dicho cargo deberá asumirlo uno de los magistrados de la Sala Laboral, en este caso se espera que sea la hoy vicepresidenta de la Corte, la jurista Elsy del Pilar Cuello.A pesar de las suspicacias despertadas, el nuevo presidente de la Corte Suprema señaló que la dimisión de Arrubla se debía a razones de salud y justificó eso en problemas cardiacos que había reportado el hoy ex presidente del Tribunal."El doctor Jaime venía presentando algunos problemas de salud, el médico le había prescrito un descanso, eso lo sabíamos varios. Sólo ahora, después de entregar la casa en orden, puede tomarse ese receso" , dijo Munar y negó que se trate de un acuerdo para poder alcanzar el pasaporte diplomático que le corresponde como presidente en propiedad.A pesar de ésto, desde el pasado viernes varios magistrados de otras Cortes reprocharon el acuerdo que se había logrado días atrás al interior de la Corte y que daba dos presidentes en la Corte por menos de 20 días cada uno.El nudo que se trabó durante todo el 2010 tuvo su génesis a finales de enero, principios de febrero, tras la renuncia de Ibáñez, quien como correspondía debía entregar la presidencia.En el caso de la Civil –que le correspondía el periodo 2010- la disputa se trabó entre Munar y Arrubla, quien a pesar de ser el vicepresidente de entonces y seguro presidente en propiedad, vio entorpecida su designación, según rumores internos, por lo radical de sus posturas frente al gobierno del ex presidente Álvaro Uribe Vélez, similares a las que asumió el año anterior (2009) Ibáñez. Ésto se especuló en la Corte, hizo pensar según en la necesidad de tener un jurista que enfriara el ambiente caldeado.Estas habrían sido las razones para que un grupo de magistrados, durante todo el 2010, se opusiera de manera tajante a la elección de Arrubla quien, según se dijo, vio en dos oportunidades tambalear su elección, inclusive como presidente encargado.Al respecto, fuentes que prefirieron mantenerse en reserva, señalaron que la intención de sacar a Arrubla se trató en dos vías: una que se recurriera al orden alfabético de los magistrados, la otra que no fuera el vicepresidente quien asumiera.Ninguna de las dos salidas afectó a Arrubla quien, junto a los magistrados que lo apoyaban, se mostró inamovible en cuanto a su elección. En cuanto al orden alfabético, él era el primero de los magistrados en la lista para ser designado como encargado.El pulso que durante un largo año sostuvieron Arrubla y Munar por la presidencia, se prolongó casi tanto como la elección del Fiscal General de la Nación.Solo la llegada de diciembre y la finalización del año judicial (17 de diciembre) ayudaron a tomar la decisión, bastante reprochada por varios de los integrantes de las otras Cortes.Lo cierto en este caso es que tanto Arrubla como Munar contarán, por sólo hecho de ser presidentes de una Corte, con el pasaporte diplomático de por vida, al igual que sus esposas.Esta disposición es establecida mediante decreto por el Presidente de la República. Munar, entretanto, será presidente de la Corte desde este miércoles 15 de diciembre, mandato que durará desde el 11 de enero de 2011 a principios de febrero, cuando sea relevado por uno de los integrantes de la Sala Laboral.Según la costumbre sería Elsy del Pilar Cuello, pero como lo mencionan varios magistrados, ya la costumbre no hace derecho. Y todo indica que no será así, pues con la llegada de Juan Manuel Santos al Gobierno, el ambiente es otro y como señalan varios magistrados de la Suprema "estamos cansados de las peleas con el Ejecutivo e internamente" .