En Colombia, muchos padres separados creen que al firmar un acuerdo de custodia pierden toda posibilidad de participar activamente en la vida de sus hijos. Sin embargo, la legislación vigente establece que, aunque uno de los progenitores tenga la custodia, esto no le otorga un control absoluto sobre las decisiones relacionadas con el menor.
En medio de los conflictos que suelen surgir tras una separación, las comisarías de familia se convierten en la principal instancia para resolver asuntos relacionados con visitas, manutención y cuidado personal. Allí se establecen acuerdos que buscan garantizar el interés superior del niño, incluso cuando los padres no logran consensos directos.
Durante temporadas como diciembre e inicios de año, estos conflictos suelen intensificarse. Abogados de familia reciben consultas relacionadas con la permanencia de los menores en fechas especiales como Navidad y Año Nuevo, así como inquietudes sobre gastos escolares, matrículas, uniformes y útiles académicos.
Uno de los puntos que genera mayor confusión es la creencia de que quien no tiene la custodia pierde todo derecho de información. De acuerdo con expertos en derecho de familia, esta interpretación es incorrecta y puede derivar en la vulneración de derechos tanto del menor como del padre o la madre que no convive con él.
El abogado de familia Jimmy Jiménez expuso recientemente un caso que ejemplifica esta situación. Un padre, que cumple con el pago de la cuota alimentaria, manifestó que la madre de su hija le ocultó que la menor había perdido el año escolar.
Ante la consulta, el jurista explicó que este tipo de escenarios suelen estar marcados por una deficiente comunicación entre los progenitores.
Según Jiménez, existe un derecho que muchos padres desconocen, el acceso a la información relacionada con la educación del menor. Esto incluye conocer el colegio en el que estudia, sus calificaciones, el grado que cursa, su rendimiento académico e incluso comunicarse directamente con los docentes.
El abogado aclaró que tener la custodia no significa poder decidir libremente sobre todos los aspectos de la vida del menor ni excluir al otro progenitor. La ley colombiana establece que ambos padres conservan la patria potestad, independientemente de quién tenga el cuidado personal.
La patria potestad implica derechos y deberes compartidos, entre ellos el de velar por la educación, el bienestar y el desarrollo integral del niño. Por esta razón, el padre o la madre que no tiene la custodia puede acudir directamente a la institución educativa para solicitar la información que considere necesaria.
Jiménez también advirtió que ocultar información relevante puede constituir una posible vulneración de derechos del menor, especialmente si el bajo rendimiento académico se relaciona con desatención, negligencia o malas prácticas. En estos casos, se puede iniciar un proceso de verificación de derechos ante las autoridades competentes.