La organización Save the Children presentó este jueves en Bogotá el informe 'Infancias robadas', en el que se elaboró un índice que califica 172 países según la situación de vulnerabilidad de la infancia, escalafón en el que Colombia se ubica en la posición 118 y cuarta en la tasa de naciones con más homicidios infantiles. 

La infancia debería ser una etapa de la vida en que los niños y las niñas puedan crecer, aprender y jugar en un entorno seguro. Sin embargo, según cifras de la organización al menos 25 % de los niños del mundo no puede disfrutar de este derecho, esto equivale a 700 millones de niños y niñas en el mundo.

Para medir los factores que ponen en peligro a la infancia, la ONG internacional utilizó los siguientes indicadores: la mortalidad de niños y niñas menores de 5 años, la desnutrición que provoca retraso del crecimiento, la no escolarización de los menores, el trabajo infantil, el matrimonio precoz, los embarazos de adolescentes y la violencia extrema.

Noruega, Eslovenia y Finlandia ocupan los primeros lugares, respectivamente, mientras que de los diez países peor clasificados, siete son africanos, siendo Níger el último del ranquin.

Comparado con los otros países de Latinoamérica, Colombia solo está mejor ubicada que Venezuela (125), El Salvador (126), Honduras (142) y Guatemala (147).

El puesto 118 de Colombia demuestra que falta mucho camino por recorrer en la protección de la infancia, pues cifras del informe revelan que Colombia es el cuarto país del mundo donde más asesinan menores: diariamente son asesinados 200 niños y niñas en el mundo, de estos, dos eventos sucedieron en Colombia. El país solo es superado en tasa de homicidio de menores por Honduras, Venezuela y El Salvador.

Derechos sexuales 

En cuanto a los derechos sexuales y reproductivos aunque Colombia ha mejorado sigue presentando cifras preocupantes. En el mundo, cada dos segundos, una niña da a luz.

En nuestro país, según las Encuesta Nacional de Demografía y Salud de 2015, 17.4 de cada 100 mujeres entre 15 y años de edad está o ha estado embarazada, y si bien, hay una tendencia decreciente desde el año 2005, el embarazo temprano se considera como un problema de salud pública.

Las complicaciones provocadas por el embarazo y el parto constituyen la segunda causa de muerte en niñas adolescentes de entre 15 y 19 años en el mundo. Además, los bebés de madres adolescentes corren un riesgo de muerte considerablemente más alto que aquellos de mujeres de entre 20 y 24 años y escolarizadas.

En ese sentido, el informe señala que la mortalidad en los primeros cinco años de vida de un niño o niña en Colombia es más frágil entre menos estudios tenga la madre: 65 de cada 1.000 niños de una madre sin educación mueren antes de los 5 años. La cifra disminuye a 13 de cada mil defunciones en madres con educación superior.

Las madres jóvenes tienen menos probabilidades de ir a la escuela y más posibilidades de tener dificultades económicas. En Colombia, 6.9 % de las mujeres que abandonan la escuela lo hacen por estar gestando. Esto las pone a ellas y a sus hijos e hijas en riesgo de explotación, enfermedades y ciclos de pobreza perpetuos.

Menores en el conflicto 

Colombia también ocupa el 5° puesto mundial donde los niños y niñas sufren más el conflicto armado, por debajo de Siria, Sudán del Sur, Somalia y República Centroafricana.

En el país más de 5600 niños y niñas víctimas de reclutamiento forzado, han sido recuperados y atendidos por el Programa de Atención Especializada del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) entre 1990 y 2015.

Sumado a ello, el Registro Único de Víctimas evidencia que existen más de 2.400.000 niños y niñas víctimas de algún hecho relacionado con el conflicto armado. Esta cifra representa más de 10 % de la población infantil en Colombia.

Por su parte, la Dirección para la Acción Integral contra Minas Antipersonal reporta que 1168 niños, niñas y adolescentes han sido víctimas de minas antipersonal desde 1990 hasta la fecha. De ellos, 246 perdieron la vida y los otros 922 quedaron gravemente heridos, incluso con secuelas físicas y sicológicas.

Agua potable y desnutrición 

En la medición de desnutrición se reveló que en Colombia la brecha del acceso a agua potable entre las zonas urbanas y rurales es abismal, el 88.9 por ciento de los hogares de las áreas urbanas del país viven en viviendas conectadas a acueducto público, mientras que en las áreas rurales solo 15.7 por ciento de los hogares cuentan con esta fuente de agua potable.

Más de la tercera parte de los hogares (36.4 %) de las zonas rurales se surten de acueductos veredales o comunales, los que generalmente no cuentan con tratamiento de purificación, y más de un quinto de los mismos (22.3 %) se aprovisiona directamente en corrientes y nacimientos de agua, lo que puede ser un riesgo para la salud.

Al menos 156 millones de niñas y niños menores de cinco años de edad en el mundo tienen un retraso en el crecimiento, una condición causada por desnutrición crónica durante los primeros 1.000 días de vida.

Para Colombia, según la Encuesta de Situación Nutricional (ENSIN) 2010, 13,2 de cada 100 niños y niñas presentan retraso en el crecimiento –desnutrición crónica-. Por su parte el 3,4% presenta desnutrición global o aguda que se refiere a la deficiencia del peso con respecto a la edad.

Trabajo Infantil 

En cuanto al trabajo infantil, Colombia también se encuentra rezagada, pues durante el último trimestre de 2016 la Tasa de Trabajo Infantil fue de 7.8 % (869.000 menores) y la Tasa de Trabajo Ampliada para Oficios del Hogar fue de 12.5 % (527.000 menores). Al sumar ambos resultados, puede identificarse que en el país 1.396.000 niños y niñas son víctimas del trabajo infantil.

En Colombia la agricultura es la actividad económica en la que hay mayor número de menores de edad trabajando (36.6 %); le siguen el comercio (36.3 %); la industria manufacturera (11.8 %); los servicios (6.7 %) y el transporte y las comunicaciones (4.3 %).

En el mundo, un total de 168 millones de niños, niñas y adolescentes ponen en riesgo su bienestar físico, mental o moral a causa del trabajo infantil, cifra que supera la población infantil en Europa que es de 138 millones. De los niños y niñas en esta situación, 85 millones realizan trabajos peligrosos.

Educación 

El derecho a la educación es fundamental para la formación y el desarrollo de los niños y de las niñas y debe ser garantizado para cada uno de ellos sin distinción raza, género o condición social. No obstante, en el mundo más de 263 millones de niños y niñas no van a la escuela, es decir, uno de cada seis niños en edad escolar.

En el caso de Colombia, de acuerdo con el Ministerio de Educación, si bien la tasa de deserción desde preescolar hasta educación secundaria se ha reducido a más de la mitad entre 2002 y 2013, la proporción de niños en edad de cursar primaria que no están estudiando aumentó de 4 % en el año 2000 a 9 % en 2010.

Aproximadamente uno de cada cinco estudiantes en Colombia no continúa en la escuela después de la primaria, lo que evidencia que en el país la educación básica secundaria es la que requiere mayor atención, inversión y cubrimiento.

Violencia sexual 

Si bien el índice no contiene el abuso sexual como factor, en Colombia la Organización hizo un llamado frente a esta vulneración. Solo entre enero y diciembre de 2016 Medicina Legal realizó 17.908 exámenes medico legales a niños, niñas y adolescentes por presunto delito sexual, siendo las niñas las principales afectadas con 84 % de los casos. Esta cifra indica que cada hora dos niños son víctimas de abuso sexual en Colombia.

Según Medicina Legal, los familiares siguen siendo los principales agresores con 44 % de los casos, mientras un conocido fue el autor del delito en 32 de cada 100 casos. Estos datos indican que en más de 70 % de las ocasiones, el victimario conoce a la víctima.