Los campesinos del Catatumbo se mantienen en la mesa de diálogo con el Gobierno y por ello determinaron no integrarse al Paro Nacional, a la espera de conocer los avances de las negociaciones.

Lo que más temían las autoridades de Norte de Santander y del orden nacional era que los campesinos del Catatumbo se unieran al Paro Nacional y se ahondara en la crisis que vive la región por cuenta del impacto de las manifestaciones. Los labriegos, quienes en siete oportunidades se enfrentaron a la Policía en inmediaciones de Tibú y cuatro veces en Ocaña, tuvieron bloqueada la vía que conduce de Cúcuta al municipio petrolero por 53 días. Pero este y otros antecedente de la movilización campesina no hicieron pensar a los líderes -por ahora- en sumarse a la manifestación nacional, pues los esfuerzos están enfocados en la mesa de negociación que se vienen desarrollando con el Gobierno Nacional en el palacio de la Cúpula Chata, en Cúcuta. César Jerez, uno de los voceros de los campesinos, afirmó que no se sumarán al Paro Nacional, porque él y los otros líderes de la Asociación Campesina del Catatumbo (Ascamcat) siguen creyendo en la palabra del presidente de la República, Juan Manuel Santos, de generar conciliación y diálogo, en lugar de represión y violencia en la región. El gesto de los labriegos se entiende como un acto de confianza en medio del más reciente anuncio de la administración central de suspender temporalmente las erradicaciones de cultivos ilícitos hasta que en la mesa de concertación haya un acuerdo sobre la sustitución gradual de la mata de la hoja de coca. “Puede ser que el Gobierno tenga pensado suspender la erradicación para que los campesinos no se unan al paro, pero la verdad es que nosotros hemos pedido la suspensión de la erradicación desde un principio, por eso seguimos confiando en el Gobierno”, expresó César Jerez. Sigue la erradicación de cultivos Ascamcat afirmó que, a pesar de que se había dicho que las erradicaciones se iban a suspender temporalmente, estas continuaron durante el fin de semana en la vereda Morro Frío, del corregimiento de La Gabarra (Tibú), donde según los voceros, hubo enfrentamientos entre el Ejército y los campesinos del lugar. La asociación denunció que la fuerza pública ha disparado ráfagas de fusil en la zona para tratar de dispersarlos, pero allí permanecen unos 200 labriegos que impiden la labor de los erradicadores. Este martes, cuando se reanudan los diálogos entre campesinos y el Gobierno, Jerez afirmó que este será el tema a tratar con el grupo técnico para que se formalice el anuncio de Santos, de suspender los operativos.