Una empresa nacional lanzó un aplicativo para dispositivos móviles, a través del cual se puede adoptar un árbol y contribuir a reforestar el Amazonas, el pulmón del mundo.

Salvar el Amazonas, la gran reserva de agua y oxígeno del mundo, ahora que todavía es posible, se ha convertido en un desafío para los ecologistas y para algunas naciones que entienden la necesidad de preservar ese pulmón de la tierra. También es una prioridad para algunas entidades como Saving the Amazon, que acaba de lanzar un aplicativo móvil con el fin de vincular a todo aquel que quiera hacer parte de la reforestación de esa reserva natural del mundo.El desafío no es cualquier cosa. Según los estimativos, el año pasado en el Amazonas se talaron tantos árboles como los que caben en 137.000 campos de fútbol. Y en un campo de fútbol caben alrededor de 1200 árboles. Eso da una cifra astronómica.Según datos del Ministerio del Medio Ambiente, de los 50 millones de hectáreas de bosques que tiene Colombia (casi la mitad de todo el territorio), 6 millones de hectáreas han sido taladas durante los últimos 20 años.La cuenca Amazónica, que abarca el 42 % del territorio nacional, ya está sintiendo la presión de las talas indiscriminadas de árboles. Las fotos de satélite muestran la presencia de grandes sabanas o zonas despejadas en medio del espeso bosque.La tala indiscriminada, la minería ilegal, la construcción de proyectos viales y la misma explotación petrolera son la mayor amenaza que tiene el bosque amazónico, según concluyó un estudio de la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (Raisg). El estudio advierte que si no se toman rápidas medidas de control, la mitad del bosque con que cuenta este pulmón del mundo podría desaparecer de aquí al año 2050.Octavio Benjumea, un líder social del Amazonas, señaló que a la selva le ha hecho mucho daño las tres bonanzas económicas que se han dado en los últimos 30 años: la de las pieles que amenazó la fauna; la de la coca que arrasó selva nativa para hacer sembrados de la mata, y la bonanza maderera que se vive de diez años para acá y que está depredando los bosques naturales. “Mucha madera se le ha extraído al bosque para uso comercial”, advierte Benjumea.Salvando el AmazonasEsa es la razón por la cual se constituyó Saving the Amazon, una empresa colombiana que lanzó un aplicativo para teléfonos móviles a través del cual cualquier persona puede contribuir a la reforestación de la cuenca amazónica.María Ximena Patiño, su presidenta, señaló que el proyecto pretende unir la comunidad mundial para que todos salvemos el Amazonas. Su meta inicial es compensar por lo menos dos campos de fútbol diarios para poder tener un impacto efectivo en esa zona del mundo. “Si sembramos ese equivalente, tenemos que sembrar 72.000 árboles al mes y 896.000 árboles al año. Esa es la meta de Saving the Amazon, para tratar de reversar ese desastre ecológico”, dice Patiño.Lo que hacemos -agrega Patiño-, es utilizar la tecnología de punta que son los teléfonos móviles y unirla con nuestros indígenas primitivos. En esa unión los nativos son los que van a ayudar a proteger el medio ambiente sembrando los árboles que apadrine el resto de la sociedad.Cómo funcionaPara hacer posible este proyecto, se creó ‘Saving the Amazon’, un aplicativo móvil que se baja del Google Play o del Apple Store. En el aplicativo lo primero que hacen las personas es registrar sus hábitos ecológicos, a fin de calcular la ‘huella ambiental’, la cual le dirá a cada individuo cuántos árboles tiene que sembrar para compensar el impacto ambiental que pueda haber generado. La huella ambiental consiste en calcular cuánto consumo de CO2 hace la persona de acuerdo a sus hábitos ecológicos. Para ello debe responder algunas preguntas sencillas como por ejemplo: cómo se transporta habitualmente, qué bombillos usa en casa y cuántos, cuánto tiempo (o agua) utiliza para bañarse, etc. Eso determina unos hábitos de consumo de agua, aire y energía y el aplicativo arroja un resultado de compensación ambiental necesaria.“Nosotros -dice Patiño- le damos la oportunidad de que la persona compre los árboles a compensar con Saving the Amazon. Puede comprar un árbol y cuesta US$20. Es sembrado en los resguardos indígenas del Vaupés por los indígenas. Cuando lo siembran le ponen el nombre de la persona para que florezca con su sello personal”. El indígena toma la foto del árbol con el nombre de quien lo adoptó y la manda al aplicativo para que se tenga en el celular y se pueda ver acompañada de un sonido de fondo del Amazonas.Además, la organización otorga un certificado de que ese árbol está sembrado en esa reserva natural. Para que un árbol sembrado sobreviva allá hay que cuidarlo 36 meses. Los indígenas se comprometen a cuidarlo durante ese tiempo y en ese periodo ellos toman la foto, mes a mes, para tener la trazabilidad en el aplicativo de cómo el árbol crece. A los tres años el árbol está listo para seguir su desarrollo por su propia cuenta.En este proyecto se está trabajando con comunidades indígenas del Vaupés de Trubó que son indígenas Cubeos, y los de Tayazú, de Muritinga y La Cruz que son Guananos. En el Vaupés hay 247 comunidades indígenas, las cuales se están vinculando paulatinamente en este proyecto.Francisco Ocampo, uno de los promotores de la iniciativa, señaló que se escogieron inicialmente estas comunidades porque con ellos está pasando una tragedia y es que los peces se han vuelto muy escasos en sus ríos por la contaminación y hoy los indígenas tienen poca proteína. La idea es que con este proyecto ellos siembren los árboles, los cuiden y tengan un ingreso para su propia subsistencia. El paso a seguir, según Saving the Amazon, es trabajar en la reforestacion del Caquetá que es tal vez el departamento amazónico más deforestado, y seguir con el Putumayo.De igual manera, se están haciendo contactos con Brasil y Ecuador para llevar esta iniciativa a esos países, toda vez que el Amazonas toca a estas naciones, lo mismo que Perú.Saving the Amazon tiene sede en Nueva York con el fin de permitir la vinculación a este proyecto de reforestación de empresas asentadas en Estados Unidos que puedan ganarse en ese país los incentivos tributarios a que tienen derecho por la donación que hagan.Los beneficios para las empresas Hay muchas empresas que por obligación tienen que compensar la huella ecológica y no saben hacerlo. Entonces pueden acudir a Saving the Amazon para que les ayuden. Cuando una entidad se vincula al proyecto, puede sembrar los árboles a nombre de sus clientes, proveedores y empleados. Así, cuando compra su bosque, se le pone el nombre de aquellas personas en nombre de las cuales se plantan los árboles. Eso ayuda al voz a voz del proyecto de reforestación y a generar una conciencia ecológica social.Un segundo beneficio es que se marca el bosque a nombre de la empresa. En tercer lugar, a los patrocinadores se les crea un enlace con Google. Cada árbol tiene una coordenada y la empresa puede poner su bosque en su página web o donde quiera para que le informe al mundo que están en el Amazonas. Las personas que hacen parte del mismo se pueden meter virtualmente al bosque, poner su nombre, ver dónde está su arbolito y cómo crece.Un cuarto beneficio es que los benefactores reciben un sello de ser una empresa amigable con el Amazonas. Quinto, las empresas pueden descontar impuestos con esta siembra, porque según el Estatuto Tributario, en su artículo 158-2, de todo lo que donen o hagan en actividades como esta de reforestación pueden descontar hasta el 20 % de sus utilidades de la renta líquida gravable.