El Municipio tendrá que esperar el análisis del Mincultura para iniciar una de las megaobras más esperadas. También hay inquietudes técnicas.

Cali tiene fijados sus ojos sobre la Carrera Primera, entre calles 7 y 13. Allí, a partir del 20 de octubre, crecerán árboles ornamentales, se levantarán bancas, se adecuarán siete plazoletas y se hará un hundimiento a lo largo de 678 metros de longitud.El corazón de la ciudad se renovará y la idea genera todo tipo de sensaciones: las de aquellos que ansían la culminación de la obra para disfrutar del embellecimiento del sector y las de quienes cuestionan la utilidad de la inversión, que llega a $34.000 millones.Algunos, como el ingeniero Miguel Castro, se atreven a decir que los cimientos de las edificaciones vecinas se pueden afectar con las excavaciones. Asimismo, dice que preocupa que los drenajes nos sean suficientes para regular el agua de los aguaceros y hasta posibles desbordamientos del río Cali. A estos ‘peros’ se le suma que la semana anterior se conoció que sin la aprobación del Ministerio de Cultura no se podrá hacer el tan esperado hundimiento, pues en la zona hay múltiples construcciones patrimoniales. La decisión solamente se conocería hasta el 12 de octubre. Luz Adriana Betancourt, directora del Consejo Departamental de Patrimonio y secretaria de Cultura del Valle, explicó que en su recorrido, el hundimiento se topa con varios bienes declarados patrimonio Nacional y Municipal y tiene que garantizarse que no se afectarán con la obra.El Puente Ortiz, el edificio de Coltabaco, el Centro Histórico, la Calle de La Escopeta, el Teatro Jorge Isaacs, la iglesia La Ermita y el Edificio Otero son algunos de los inmuebles que podrían correr riesgo, según el Ministerio.Al respecto, el alcalde Jorge Iván Ospina indicó que “nuestro esfuerzo en la Avenida Colombia no tiene otro fin que proveerla de espacio público y de mejor movilidad, así como resaltar nuestros patrimonios urbanísticos. Sin duda debemos resolver el deterioro urbano que tiene la vía, donde hay propiedades y lotes de más de 20 años sin usar, con un proyecto que dinamizará el sector manteniendo una armonía”.Acogerse a la leySegún el Acuerdo 232 del 2007, aprobado por el Concejo de Cali, “toda nueva construcción en el área de influencia de un bien de interés cultural debe propender por el respeto y la valoración del bien, facilitando su visibilidad y disfrute”.Ángel Núnez, arquitecto restaurador, agregó que deben respetarse los espacios de los inmuebles en una circunferencia de 200 metros. Además —precisa el Acuerdo— se deben conservar las características urbanísticas del sector, como trazado vial y volumetría. También señala que la altura de la nueva obra no puede sobrepasar al inmueble declarado monumento. “Toda intervención en el espacio público por parte de la Administración Municipal deberá contemplar su valoración y facilitar el completo disfrute visual y físico del edificio protegido”, señala el Acuerdo. Frente a esas observaciones, el Alcalde señaló: "Me gusta que esto haya generado atención, donde más que contradicción existe sinergia, lástima que no hubiesen sido igual de acuciosos cuando se derrumbaron el Hotel Alférez Real, el Batallón Pichincha y las bellas casonas republicanas y coloniales del Centro”.A estas alturas, 24 días antes de la hora cero del comienzo de los trabajos, otro factor preocupa. Y es la falta de los planes de desvío que garantizarán que la ciudad siga fluyendo pese a las obras.Fabio Cardozo, secretario de Tránsito de Cali, manifestó que ya tiene en su poder las propuestas presentadas por el concesionario que ejecutará los trabajos, pero indicó que “no se han firmado las resoluciones que dan su aprobación por lo que no puede dar detalles de los desvíos”.Vea más información:Le sale otro 'pero' al Hundimiento de la Avenida Colombia