Para el sábado 18 de febrero estaba estipulada la inauguración de la Terminal Aguablanca del MÍO, pero la comunidad aledaña a este sector bloqueó las vías de salida de los buses y no permitió que esto se hiciera. “Estamos aquí en el oriente en la Terminal que iban a abrir hoy (18 de febrero), pero está cerrada por la comunidad que exige que se soluciones tres aspectos: la violencia urbana en el sector, el abuso al medio ambiente, y también porque queremos dar a entender que las comunidades negras de Cali somos mayoría y tienen que respetar la democracia, exigimos que se ponga el Puesto de Mando Unificado por la Vida aquí en el oriente”, expresó Andrés Valencia, vocero de los protestantes. En el sitio permanecieron más de una docena de manifestantes y extendieron una pancarta en la entrada de la nueva terminal, con motivo de no permitir que se iniciara la operación. Lea además: Cali, una ciudad que se asfixia por la pérdida de espacio público

En ese mismo sentido, en la noche del día 17 de febrero, los operadores del MÍO indicaron que personas sin identificar vandalizaron un bus del sistema en el momento que iba a ser ingresado a esta terminal, lanzándole rocas y provocando que los vidrios del articulado se quebraran. “Es imperativo garantizar la prestación del servicio en condiciones de seguridad para el usuario y el conductor. No se puede permitir que en zonas de la ciudad ya no pueda pasar un MÍO. ¿Dónde están el Alcalde Ospina y demás autoridades?”, manifestaron las Empresas Operadoras de Transporte del MÍO. En total para la construcción de la Terminal Aguablanca se invirtieron $ 74.760 millones en la construcción de esta obra, que tuvo una longitud de intervención de 1500 metros cuadrados, de los cuales 350 corresponden propiamente a la infraestructura de la terminal.