Factores que están llevando a que los ríos generen inundaciones y emergencias como las ocurridas hace ocho días donde ocho personas murieron ahogadas. La tala indiscriminada y los vertimientos de aguas residuales, algunas causas.

Tener siete ríos ha sido motivo de orgullo para los caleños toda la vida. Pero de unos años para acá ese sentimiento se convirtió en temor cada vez que llueve: la ciudad se queda sin agua potable por cuenta de las altas turbiedades, las crecientes súbitas se apoderan de las principales vías, los afluentes se desbordan y se meten a las casas.En su paso intempestivo también se llevan vidas humanas, como ocurrió el pasado domingo, cuando en el Meléndez se ahogaron ocho personas . Según expertos, lo crítico es que los eventos adversos ahora son mucho más frecuentes.A las talas indiscriminadas en las riberas, la ocupación de las zonas húmedas, los vertimientos de aguas residuales e incluso, explotación minera, se suman los cambios abruptos del clima que ocasionan lluvias más intensas. Ambientalistas consultados por El País sostienen que los afluentes ya están pasando su cuenta de cobro.Hugo Salazar, líder de la Comuna 22, considera que los trabajos que se hacen actualmente por parte de la Administración Municipal para mitigar los riesgos, son paños de agua tibia. “Lo que se requiere es la creación de humedales naturales y artificiales, protección seria de la cuenca, reforestación y evitar las siembras indebidas en las laderas”, precisó.Mientras que Armando Palau, director de la Fundación Biodiversidad, denuncia que los programas adelantados por el comité de atención local de desastres “son pura vitrina. Lo único que quieren es hacer campaña”.Efraín Sierra, director del Departamento Administrativo de Gestión Ambiental, Dagma, explica que la entidad está destinando partidas importantes para mitigar la ola invernal con construcción de diques, siembra de árboles, limpieza y dragado de cuencas.Admite que durante muchos años se cometieron aberraciones con los afluentes, pero advierte que “Cali tendrá que acostumbrarse a respetar sus áreas de protección” porque de lo contrario, sus siete ríos terminarán ahogándola.Resistencia a la mano del hombre“El problema en Cali es el descuido de las cuencas y micro cuencas. Se talan los bosques naturales, se erosionan los suelos, se afloja la tierra y se producen deslaves”. Así resume el ambientalista Alberto Ramos los daños en los ríos y sus posteriores efectos.El ingeniero Hugo Salazar agrega que los sedimentos que arrastran los ríos con sus crecientes llegan a las partes bajas y se estancan en el fondo. En el caso del río Meléndez los efectos se evidencian a la altura de los barrios El Ingenio, El Caney, La Playa y Multicentro, donde en menos de un año han ocurrido tres desbordamientos.En el caso del río Cauca la situación no ha llegado hasta el desbordamiento, lo que representaría una emergencia para cerca de 800.000 personas. Sin embargo, las empalizadas en este afluente ocasionan que se tenga que parar la Planta de Tratamiento de Puerto Mallarino y que surte del líquido al 75% de la ciudad.Ahora llueve más que antesLos cambios del clima también ponen a Cali en un inminente riesgo. Tras cada aguacero se disparan las cifras registradas por la Corporación Autónoma Regional del Valle sobre crecientes y precipitaciones.El pasado martes las lluvias casi que duplican el promedio registrado durante 24 años. Y aunque en esta oportunidad el Sur padeció los embates, Armando Palau dijo que las personas que viven en inmediaciones del río Cali corren grave peligro porque muchos de los canales de aguas residuales paran en el afluente.“Los niveles del río se elevan y hacen que se devuelva el agua de los canales, luego ocurren las colmataciones de las redes de alcantarillado”, precisó.Ante dicho riesgo, el Dagma manifestó que se requiere conciencia ambiental, porque Emcali cada día remueve de los canales cerca de 300 metros cúbicos de basura, que de no retirarse generarían un mayor peligro a la ciudad.Tareas urgentes