El alcalde de Cali, Rodrigo Guerrero, resaltó la gestión de Salazar. Sin embargo hay varios frentes que aún no se han cubierto en materia educativa. Nicolás Orejuela, nuevo secretario de Educación.

El alcalde Rodrigo Guerrero le confirmó a Elpais.com.co la renuncia del secretario de Educación Municipal, Raúl Antonio Salazar, quien será reemplazado por el exdirector de la Unidad de Acción Vallecaucana, Nicolás Orejuela Botero.Según explicó Guerrero, Salazar venía presentando inconvenientes de salud relacionados con las arduas jornadas laborales que le obligaban a tener sus compromisos como titular de Educación en Cali."Él (Salazar) tenía la preocupación de que los compromisos lo tenían agobiado, por el ritmo de trabajo que tenían en su dependencia. Trabajaban de lunes a lunes, de 4:00 a.m. a 10:00 p.m.", dijo el alcalde.El mandatario local resaltó la labor desempeñada por Salazar, quien "deja la secretaría mejor de lo que la encontró"."Raúl fue el encargado de ejecutar los $24.000 millones que se invirtieron en el mejoramiento de las instalaciones educativas de Cali, dejó listos 25.000 cupos para el sistema oficial y además desactivó el sistema paralelo de matrículas y el cobro por 'alumnos fantasma'", recalcó Guerrero.Sobre el nuevo secretario de Educación, Nicolás Orejuela, el Alcalde indicó que se trata de un abogado con Maestría en Derecho Público que ha hecho parte desde hace muchos años de la comunidad académica de la Universidad San Buenaventura."Nicolás tiene éxitos reconocidos, como su gran ayuda en el resurgimiento académico de la Universidad San Buenaventura. Además tiene vocación por lo público", dijo el funcionario.Guerrero añadió que aún no se tiene claridad sobre cuándo asumirá Orejuela, pero indicó que el nuevo Secretario deberá trabajar en cinco frentes fundamentales para su Administración: "Primera infancia, bilingüismo, conversión digital, ampliación de la jornada escolar y la prevención de la violencia infantil", dijo. Gestión polémicaHay que señalar, sin embargo, que a lo largo de sus diez meses frente a la dependencia, la labor de Raul Salazar fue cuestionada pues en materia de educación deja algunos pendientes.Uno de esos asuntos fue la atención a la primera infancia. Según cifras reveladas por la misma Secretaría de Educación en abril, el 74% de los niños y niñas menores de cinco años de Cali no tenían acceso al sistema educativo. Es decir que por lo menos 156.000 pequeños no tenían acceso a una educación temprana. Ante este panorama, cuya gravedad no se le puede endilgar por completo a esta Administración, pues el problema en la educación temprana viene de años atrás, la terminación y puesta en funcionamiento de los Centros de Atención Integral a la Primera Infancia, Cariños, era imperante. Sin embargo, según lo denunció tras un recorrido por las instalaciones Elpais.com.co el pasado mes de agosto, dos de los cuatro Cariños (La Selva y San Marino), inaugurados con 'bombos y platillos' desde el último trimestre del 2011, permanecen aún cerrados, abandonos y amenazados por la inseguridad. El deterioro de la calidad educativa, el hacinamiento en las instituciones del Municipio y las dudas que hay en temas como la ampliación de la cobertura y la correcta dotación de las instalaciones también se volvieron temas recurrentes en marchas y plantones. Sólo en agosto pasado, al menos 400 personas se congregaron en un plantón en la Plazoleta de San Francisco, en el centro de Cali, exigiendo respuestas por parte de las administraciones Municipal y Departamental por los problemas en la educación.En ese entonces, Nelson Polanía Burgos, presidente del Sindicado Nacional de Servidores Públicos (Sinalserpub), Seccional Cali, pidió en una manifestación pacífica la instalación de un foro para debatir sobre dichos temas. En veremos también está la construcción de la Ciudadela Educativa Eustaquio Palacios-Juana de Cayzedo y Cuero dejando en vilo, según John García, representante de Derechos Humanos del barrio Siloé, a más de 1.700 menores del sector que han tenido que desplazarse hasta colegios diferentes para educarse.Según el líder comunal, el compromiso era que entre el 1 y el 15 de octubre comenzaban los trabajos en la obra y el 31 de diciembre de este año estaría terminado el 80% de la Ciudadela, correspondiente a 23 salones.Elpais.com.co buscó a Salazar para hacer claridad sobre las denuncias de presuntos incumplimiento y sobre el avance de la obra. Sin embargo, nunca se obtuvo respuesta.