Un video que se hizo rápidamente viral, donde se ve a un grupo de moteros a las afueras del Museo La Tertulia en la noche de este jueves, 11 de septiembre, generó pánico en redes sociales.
Las personas en el lugar y usuarios de redes sociales aseguraban que se trataba de hurto cometido por varios “motoladrones”. Sin embargo, el diario El País se comunicó con la Policía para esclarecer los hechos y aseguraron que no se trató de un hurto.
“Se verificó y era una pelea de unos muchachos en moto que venían desde Terrón Colorado y se iban a agarrar acá, y al muchacho no le robaron nada”, fue la versión confirmada desde la Policía Metropolitana de Cali.
Este metraje fue replicado por varias personas en redes sociales donde se hablaba del aparente robo cometido por los motociclistas. No obstante, tras la aclaración de los hechos por parte de las autoridades, se descartó cualquier acto que estuviese relacionado con un hurto.
Desde la Policía se solicita que no se cree desinformación frente a este tipo de actos, pues la misma puede ser compartida por los caleños y se abre la puerta a que se cree información que no es verídica y generar zozobra en la ciudad.
Captura a motoladrones
En medio de la ofensiva contra el hurto en Cali, la Policía Nacional capturó recientemente a diez presuntos ‘motoatracadores’ durante la operación ‘Sultana’, realizada mediante cinco diligencias de allanamiento en la capital vallecaucana.
Los detenidos serían integrantes de la estructura delincuencial ‘Los Sagaces’, señalada de cometer múltiples robos a personas en el centro de Cali y en sectores cercanos, como las calles 25 y 26.
Entre las capturas se encuentra alias Sebastián, de 21 años, un hombre señalado de coordinar las actividades criminales de la estructura y alias Juancho Pistola, de 27 años, quien, tras sufrir una afectación en uno de sus ojos durante un ritual de santería, estaba dedicado a vincular jóvenes al mundo criminal.
La Policía Nacional señaló que las personas capturadas se encargaban de identificar a sus próximas víctimas en la zona céntrica, así como en joyerías, estéticas y centros comerciales. Además, operaban de manera individual en el sector y se movilizaban en motocicletas, acompañados por un vehículo particular, con el fin de no levantar sospechas.
De igual forma, sostenían comunicación permanente por aplicaciones de mensajería instantánea y navegación GPS con sus compañeros de acción criminal, un actuar que poco a poco estaría tomando fuerza entre las bandas delincuenciales.