En el barrio El Limonar, ubicado en la comuna 17 al sur de Cali, se encuentra el Parque de la Hormiga, que es un pequeño relicto boscoso considerado como una pequeña zona rural para dicho sector. Se encuentra a unos 200 metros frente a la antigua casona de La Hacienda.
Allí, se desarrolla una historia de amor que por más de 80 años han protagonizado una pareja de longevos caleños. Se trata de un samán (Samanea saman) de más de 20 metros de altura y una ceiba (Ceiba pentandra), los cuales están fundidos en un “elegante y romántico abrazo”.
Ambas plantaciones han acompañado a El Limonar desde aquellos años en que la ciudad empezó a vivir la urbanización en varias zonas del sur.
“El robusto samán, con su amplia copa, se erige y envuelve a la ceiba, entrelazando sus ramas en un gesto de protección y resguardo de su compañera, brindándole especial protección en la temporada de muda de hojas”, destaca el Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente (Dagma).
Esta entidad perteneciente a la Alcaldía de Cali afirma que este “romance arbóreo” invita a toda la ciudadanía caleña a redescubrir las historias que la capital vallecaucana tiene en sus parques, zonas verdes y bosques urbanos. Del mismo modo, insta a conectar con la naturaleza en medio de la reciente celebración del Amor y la Amistad.
“Cali es la ‘Capital Mundial de la Biodiversidad’, no solo por su ubicación en el Chocó Biogeográfico, que es la zona más biodiversa del planeta, sino por el relacionamiento de los caleños con la naturaleza. Sin darnos cuenta, quienes tenemos la fortuna de vivir en esta ciudad nos vamos haciendo todos unos expertos en biodiversidad”, sostuvo Lina Marcela Botía, subdirectora de Ecosistemas del Dagma.
Además, puso como una prueba del relacionamiento que varios caleños saben el nombre de por lo menos 10 o 15 árboles.
“Para un caleño, el zapote es un color, una fruta y un árbol; y no es extraño oírnos hablar de guásimos, ceibas, limonares, caracolíes, pinos, chiminangos, aguacatales, álamos, guayacanes, almendros, guaduales, acacias, sauces, robles, naranjos, morichales, mortiñales, cañaverales, cámbulos o písamos. Además de ser especies forestales, son los nombres de los lugares que habitamos, los barrios donde viven nuestros amigos”, agregó Botía.
Finalmente, el Dagma resaltó que profesionales de su grupo de Flora harán durante los próximos días algunas intervenciones de limpieza y mantenimiento al Parque de la Hormiga, incluidas unas evaluaciones fitosanitarias a estos dos especímenes forestales.