El Plan de Movilidad Urbana, que será la brújula de la ciudad para los próximos 8 años, advierte que la ciudad debe frenar la 'invasión' de carros y motos.

Orientar la inversión en movilidad para los actores que no están motorizados es una de las primeras recomendaciones del Plan Integral de Movilidad Urbana, Pimu, que ayer socializó una primera parte del diagnóstico de cómo y bajo qué condiciones se mueven los caleños en la zona urbana, en un espacio de Cali Cómo Vamos.Carlos González, coordinador del Pimu, explicó que la política en esta materia debe responder a los lineamientos de la Ley 1083 de 2006 (norma sobre planeación urbana sostenible), que le da prelación al peatón, el ciclista y los pasajeros que se mueven en el sistema de transporte público.Y en ese aspecto, dijo el consultor, se debe tener en cuenta que el 83 % de los viajes que se hacen en Cali se dan caminando, en el MÍO o los buses del transporte tradicional y en bicicletas.“Aunque el transporte particular (carros y motos) ha ido ganando participación en los últimos años, todavía es más la gente que se mueve con el transporte público y otros modos alternativos como caminar o montar en bicicleta”, dijo González.Fernando Martínez, funcionario de Planeación Municipal, dijo que en ese mismo sentido va el ajuste del Plan de Ordenamiento Territorial, POT, que está actualmente en estudio en el Concejo. “Se priorizan los modos alternos de transporte con proyectos como las redes peatonales en sectores como el centro, Imbanaco y Universidades, más ciclorrutas y bicicletas públicas que se puedan integrar con el MÍO.Mauricio Carvajal, consultor en temas de transporte, indicó que si bien es importante que se adelanten esfuerzos para construir un plan de movilidad, es necesario que este tenga un doliente institucional que se encargue de hacer planeación y de materializar los proyectos.“En Cali llevamos más de 20 años tratando de planear la ciudad en este aspecto y lo que uno ve es que se puso a andar el MÍO y se hicieron megaobras con inversiones de más de $2 billones, pero se han hecho sin saberse claramente cómo se mueve la gente”, anotó.Ciclistas no tienen por dónde moverse con seguridadCali tiene 36,3 kilómetros de ciclorrutas, que según el diagnóstico del Plan Integral de Movilidad Urbana, por no estar interconectadas equivalen al 0 % de avance en infraestructura para el ciclista. La poca red contrasta con el número de usuarios de la bicicleta en la ciudad, donde 11 % de los viajes se realiza en esta clase de vehículo. Los indicadores reflejan que estos espacios para los ciclistas presentan señalización deficiente en un 42 % de la red, 20 % de las ciclorrutas tienen mal estado de la superficie de la vía y 100 % del sistema son tramos sin articulación o conexión. “Un alto porcentaje de ciclistas usa carriles mixtos, que comparten con la moto y el carro, con alto grado de exposición a accidentes”, indicó Carlos González, asesor del Plan de Movilidad.Peatones, con poco espacioEl diagnóstico del Plan Integral de Movilidad Urbana estudió dos zonas de la ciudad: el centro histórico y la red del MÍO. El centro histórico tiene 22.924 metros lineales de aceras, de las cuales 83 % están en mal estado y 35 % es insuficiente para las necesidades de tráfico peatonal (el andén mide menos de 1,2 metros). También se encontraron barreras de acceso al centro en la Avenida 2N y la Calle 5, donde no hay semáforos peatonales que permitan conectar a la gente que viene del Oeste hacia la zona céntrica.“Además, los puentes peatonales del CAM, Bellas Artes y Comfenalco son inadecuados porque no garantizan la movilidad de la gente en condición de discapacidad”, dijo Carlos González, asesor del Pimu.Frente al MÍO, de los 145 kilómetros de aceras, 34 % es insuficiente para el volumen de peatones. El 26 % está en mal estado y 57 % en regular estado.Congestión vehicular va más allá de las horas picoEl 67 % de los vehículos que circula en la ciudad son autómoviles particulares y taxis, 22 % son motos, 5 % son buses, 4 % son bicicletas y el 2 % son camiones, según el diagnóstico del Plan Integral de Movilidad Urbana, Pimu. Las horas que se pueden considerar pico (o con mayor curva de tráfico) están entre las 7:00 a.m. y 10:00 a.m. y entre las 4:00 p.m. y 9:00 p.m. Sin embargo, las horas no pico (entre las 10:00 a.m. y las 4:00 p.m.) tienen una circulación de vehículos levemente menor que la que se registra en los períodos de mayor circulación. “Dado este escenario, valdría la pena mirar si se necesita una revisión de la medida del pico y placa, con extensión de horarios”, señaló Carlos González, asesor del Plan de Movilidad. También se encontró que la congestión no solo afecta a las vías principales, sino que se extiende a las calles secundarias y colectoras.