La gente vibró nuevamnete al son de marimbas y tamboras en el Estadio Pascual Guerrero. La segunda noche del Festival Petronio Álvarez pareció quedarle pequeña al Estadio, pues las tribunas estaban a reventar y las vías de circulación colapsaron por lo que los funcionarios de logística tuvieron que habilitar otras graderías para que la gente pudiera salir y entrar de las tribunas.Si la primera noche había sorprendido a la Administración Municipal y a los organizadores del evento, la segunda noche sosprendió además a todos los asistentes y artistas.Los pañuelos blancos se izaron con más vehemencia y más sabor en esta XV versión del Festival, donde otras veinte agrupaciones compitieron por las cuarto modalidades del certamen. Chirimías, Marimba Grupal, Agrupación Libre y Violines Caucanos deleitaron y pusieron a bailar a más de 18.500 asistentes.Los violines son los primeros en entrar a escena, con sus melodías armónicas y sus cantos de historia de la zona montañosa del departamento del Cauca prendieron la fiesta de la comunidad Pacífica.Después las marimbas le pusieron todo el sabor y la picardía característicos del Litoral Pacífico y en los asistentes, las coreografías en la pista no se hicieron esperar. Un paso suavesito para un lado y uno fuerte para el otro, después una vuelta llena de coquetería, y ya la gente estaba bailando los más movido currulaos y las más hermosas jugas.Y luego las chirimías con sus platillos, bombos y flautas de madera pusieron el toque del sur del litoral, el son del Cauca y del Chocó, del que vienen los músicos a compartir melodías de Rajaleñas, Bundes, Bambucos, Guabinas, Guaneñas, Pasillos y Torbellinos.y finalmente las agrupaciones que compiten en la categoría de Agrupación Libre con sus adaptaciones musicales y sus nuevas maneras de tratar y de expresar el sentimiento del mar del Pacífico pudo ser escuchado y bailado por los amantes de la mejor música de negros.