Propiciar un entorno seguro para los estudiantes es uno de los grandes retos que tienen las universidades de la región. Por eso, entre sus principales apuestas se encuentra el reconocimiento del otro y su diversidad como motor para construir las condiciones necesarias que eliminen la reproducción de discursos y prácticas excluyentes.

Esto cobra aún más relevancia si se tiene en cuenta que la capital del Valle es la tercera ciudad en Colombia con mayor recepción de personas migrantes procedentes de Venezuela, de las cuales 151 mil tienen vocación de permanencia. Una cifra que continúa en ascenso.

Miguel Ángel Hernández Sánchez, jefe del Centro para la Excelencia Académica de la Universidad Autónoma de Occidente, (UAO), afirma que entre las acciones que promueven la inclusión en la Institución se encuentran la integración y el fortalecimiento de la convivencia basada en el respeto y reconocimiento de la otredad.

En ese sentido, Hernández destaca que la Educación Inclusiva “reconoce a los migrantes como una población que presenta condiciones de vulnerabilidad y que, por tanto, es objeto de una atención focalizada y especializada; que propenda por el acceso a la oferta educativa en sus distintos niveles, en aras de brindar oportunidades de bienestar y de calidad de vida”.

La UAO cuenta con diferentes espacios formativos para profesores y colaboradores en temas concernientes a la Educación Inclusiva y las Violencias Basadas en Género. | Foto: Universidad Autónoma de Occidente.

Por su parte, Liliana Tamayo, psicóloga del Centro de Bienestar y coordinadora del programa Universidad Inclusiva de la Javeriana Cali, destaca que el Alma Máter creó la Estrategia Red Voces Javeriana para disminuir el nivel de xenofobia y otras violencias asociadas con los fenómenos sociales de vulneración de derechos que ponen a los estudiantes en riesgo de exclusión social.

“Esta estrategia se fundamenta en el compromiso que tiene la Universidad de preservar un ambiente educativo y laboral seguro y equitativo para todas las personas de la comunidad. Cada integrante es responsable de mantener un ambiente en el que las personas puedan aprender y trabajar sin miedo a violencias o a la discriminación por razón de su edad, raza, clase, origen étnico, género, orientación sexual, identidad de género, discapacidad, origen nacional, creencias religiosas, ideas políticas, entre otras”, explica Tamayo.

De esta manera, la Institución identifica y acoge a todos aquellos que tienen condiciones de diversidad para brindarles acompañamiento a través de la articulación de diferentes dependencias administrativas, académicas y del Medio Universitario que apoyan el proceso formativo para así evitar circunstancias que los puedan llevar a la deserción.

“En este proceso se involucra el director o directora del programa académico, los profesores, la familia, la oficina de apoyo financiero, las oficinas de apoyo académico y de bienestar que de manera conjunta y de acuerdo con las necesidades del estudiante definen el acompañamiento que requiere”, agrega Liliana Tamayo, psicóloga del Centro de Bienestar de la Universidad Javeriana.

En cuanto a los retos que vive esta población para continuar con sus estudios superiores, desde la Corporación Universitaria Minuto de Dios, Uniminuto, establecen que con frecuencia corresponden a la falta de documentación oficial que acredite su paso educativo y a las condiciones económicas precarias con las que muchos han llegado al territorio colombiano.

“Precisamente Uniminuto cuenta con todas las herramientas educativas necesarias para apoyar a esta población, realizando las homologaciones con carreras profesionales, técnicas o tecnológicas que hayan sido cursadas en el vecino país. Además, cuenta con un programa de Promoción Socioeconómica que busca brindar alternativas financieras como subsidios, convenios, patrocinios y becas de descuento para los estudiantes, dando prioridad a aquellos que se encuentran en condición de vulnerabilidad física, social o económica, para facilitar el acceso y cobertura en educación superior”, destacan desde Uniminuto.

Para ayudar a mitigar esta barrera, la Universidad Javeriana Cali ofrece cursos cortos de actualización profesional o diplomados que no tienen muchos requisitos administrativos, que son abiertos a la comunidad, que pueden realizarse a distancia y que mejoran el perfil de quien los realiza.

“Esta alternativa es muy favorable porque les permite a las personas familiarizarse con la oferta educativa vigente y a la vez comprender las exigencias académicas de la Universidad, mientras adelantan los procesos pertinentes para obtener los documentos en Colombia”, comenta Liliana Tamayo.

Así, las Universidades de la región acogen a las personas migrantes provenientes de Venezuela, a través de estrategias que permiten la adecuada integración social entre sus estudiantes sin importar su origen, etnia o religión.