A la cita en el Pascual llegaron todos: dos equipos como América y Nacional que no disimulan las ganas que se tienen cada vez que se encuentran; más de 35 mil aficionados, un marco espectacular, un ambiente único y un aroma de buen fútbol para el que es considerado el verdadero clásico del fútbol colombiano.
Sin embargo, el visitante más esperado, el gol, ese que hace cambiar de estado de ánimo en un segundo, el que provoca delirio y propicia alegrías para unos y tristeza para otros, y el que - para este partido -hubiese significado algo así como el triunfo más importante del año para el que lo hubiera conseguido, nunca apareció en un sanfernandino vestido de rojo.
Lo buscó América, pero también Nacional, aunque en menor proporción. En las gradas las gargantas estaban listas en caso de que los rojos hubieran aprovechado una de las varias opciones que tuvieron, especialmente en el remate del encuentro.
Pero los hinchas del 'diablo' tuvieron que contenerse y ver cómo Nacional salía ileso de esa caldera que era el Pascual.
A los 12 minutos América tocó las puertas del cuadro rojo. Un centro de Déiner a Adrián, el veterano delantero remató y Mier, arquero visitante, la mandó al tiro de esquina desesperadamente.
Se veía claramente que los rojos no querían defraudar a su numerosa hinchada que acudió optimista para ver el partido más atractivo de la fecha 15. Sin embargo, los decibeles bajaron abruptamente a los 34 minutos cuando un remate de Jefferson Duque fue salvado milagrosamente por Diego Novoa.
Con ese susto y otras llegadas sin mucho peligro del América, se cerró el primer tiempo. El gol no aparecía en el Pascual.
En el complemento el partido se abrió por completo. En el minuto 55 los rojos pidieron penal por mano de un zaguero verdolaga, pero el árbitro ni el VAR se detuvieron en la acción.
Kevin Andrade, figura del partido, salvó a su equipo de una llegada clara de Sebastián Gómez a los 58. La respuesta roja no se hizo esperar y ese grito contenido que tenían los hinchas del América, por poco 'explota' en el Pascual con un par de opciones muy claras.
A los 65 Adrián Ramos remató y el balón se fue muy cerca del horizontal, y a los 66 fue Déiner Quiñones quien pateó de zurda para el lucimiento de Mier.
A medida que corría el reloj, América apuraba, se acercaba con peligro, pero también se sometía a los riesgos del contragolpe de Nacional.
En el tramo final del compromiso aparecieron las dos posibilidades más claras en los pies de Carlos Sierra: minuto 81, remate de derecha desde la media luna y el balón inexplicablemente se fue por arriba del horizontal.
Minuto 90, el mismo volante escarlata, desde la misma distancia, pero con su perfil zurdo, sacó un remate y el balón salió muy cerca del vertical derecho. Una vez más el grito de gol tuvo que esperar.
Y no apareció en el tiempo restante, por mucho que América lo buscó, aunque en algunas ocasiones sin mucha claridad.
Al final el 0-0 despidió un partido que generó una gran expectativa, que convocó a más de 35 mil aficionados y que propició un gran ambiente en el Pascual Guerrero.
Sí, llegaron todos a la cita, menos el gol, esa jugada final que cambia estados de ánimo y produce una alegría inmensa para unos, y tristeza para otros. Esta vez no pudo ser.
Datos
América sumó su tercer empate consecutivo; antes había igualado con Tolima en el Pascual y con Millonarios en El Campín.
Su próxima salida será el fin de semana ante el Deportivo Cali, en el clásico vallecaucano a jugarse a puerta cerrada en Palmaseca.
Los rojos están obligados a sumar de a tres debido a que se ha venido descolgando en la tabla de posiciones.
Jaguares, Alianza Petrolera, Pasto y Unión son los otros equipos en el camino del América.