En el campo de golf del Club Campestre Farallones de Cali, Diego Herner encuentra su otra pasión en las tardes, luego de cada entrenamiento matutino con el América de Cali.

De esta manera, el zaguero argentino disfruta la vida fuera de las canchas de fútbol, en una actividad que también lo motiva, pero en la que no compite.

Herner, que llegó al América a comienzos del 2016, ha demostrado el buen nivel por el que atraviesa en el equipo, al punto de consolidarse en la titular.

En una de sus jornadas como golfista en el 'green' del club, cerca a su casa, El País lo abordó mientras afinaba su 'swing' y corregía, como cada tarde, los golpes con los palos, para hablar sobre esta pasión y, claro, el América.

¿Por qué le gusta jugar golf?
Es muy atractivo porque uno pelea contra uno mismo, no tenés que ganarle a nadie, es un tema de concentración y me ayuda a liberar el estrés, es realmente hermoso.

¿Cómo se pueden relacionar el fútbol y el golf?
En los dos aplico la concentración, la competitividad y el estudio. Se necesita mucho estudio de uno mismo y del campo en ambos deportes.

¿Cómo aplica lo aprendido del golf en el fútbol?
En el golf aprendí a calmarme, antes era un futbolista muy impulsivo y me amonestaban mucho. Con el golf he aprendido a saber en qué momento arriesgar o no, o cuándo tengo que ir más duro. Cuando hay un momento de estrés en un partido, confío en lo que practiqué siempre y no me dejo llevar por la situación, hay muchas cosas que se aplican y se pueden conjugar entre los dos.

Cuando llegó a América fue muy criticado por la hinchada, pero ahora lo tienen como referente. ¿A qué se debe eso?
A los resultados, al principio no tuve buen rendimiento en los partidos, nunca me molestó la crítica, y siempre confié en lo que podía hacer y brindar. Ahora, que la gente reconozca mi trabajo, me hace sentir bien porque quiere decir que voy por buen camino, aunque no he alcanzado el nivel que espero demostrar.

¿Cómo trabaja para lograr esos resultados que espera?
Entrenando duro, cuidándome mucho, conociendo a mis compañeros. Es un proceso que lleva tiempo, para poder adaptar mis capacidades y juego a lo que el equipo necesita.

¿Este es su mejor momento en América?
Puede ser mi mejor momento desde que llegué al equipo, pero no es el mejor momento de mi carrera. Yo sé que tengo un plus más para dar y espero llegar a mi nivel más alto.

En el partido contra Envigado tuvo una excelente participación, ¿cómo sintió ese momento en el que se convirtió en asistidor?
Raro por el tipo de jugada, no suelen salir esas jugadas así. En medio de un rebote la pelota vuelve hacia atrás, Lucumí me ve ubicado cerca al arco y me la tira, al no llegar de cabeza me toca pasarla con el pie como puedo, por suerte la encuentra Éder dentro del área y cabecea muy bien. En jugadas como esas se nota el trabajo en equipo y los frutos de cada uno de los entrenos.

Una de las falencias del equipo es la pelota quieta. ¿Por qué pasa eso y cómo se debe mejorar?
Somos un equipo que juega por abajo, los jugadores no tienen las características para el juego aéreo y pelotazos; eso es fortaleza por un lado, pero debilidad en la zona defensiva. Es bueno saber cuál es nuestro punto débil y encontrarle la vuelta para mejorar y encontrar solución.

¿Qué le hace falta al equipo para encontrar regularidad en el juego?
Tener resultados, creo que en el juego no hemos sido tan irregulares, pero tenemos que aprender que de jugar bien no se suman los puntos. 

¿Le ha costado a algunos de sus compañeros adaptarse al juego de la A?
No sé si sea la adaptación de la B a la A, pero sí nos ha costado adaptarnos y encontrar nuestro juego.

¿En qué zonas debe reforzarse América para el segundo semestre?
No pienso en lo que nos falta. Tenemos un muy buen equipo y estamos capacitados para pelear el campeonato, confío en mis compañeros y en el trabajo que venimos haciendo, eso se debe pensar más adelante.

¿Cómo preocupa el tema del decenso?
La mentalidad grupal siempre está en el campeonato, si ganas te alejas del descenso. Pensamos siempre en ganar para subir en la tabla y ponernos lejos del descenso.

¿Cómo analiza a los rivales de aquí en adelante?
Son equipos difíciles, a nosotros todos se nos crecen. Los próximos encuentros por Liga son con equipos que tienen jugadores que nos pueden complicar, así que tenemos que estar muy concentrados y hacer nuestro juego. Jugar como si estuviéramos siempre en casa, esa es la clave para ganar todos los partidos.

Todos los equipos se crecen contra América...
Es así, es como un desafío para todos los jugadores. En la B nos pasó, equipos que venían de perder por goleada jugaban contra nosotros y parecían el Barcelona. Pero es así el fútbol, no pasa solo acá, a los equipos grandes todos les quieren ganar, entonces nosotros sabemos perfectamente que la tarea no va a ser sencilla pero que la podemos cumplir.