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Y sigue la propaganda

Su tragedia los convierte precisamente en los mejores instrumentos para publicitar el “espíritu humanitario” de sus secuestradores. Sabedores del interés nacional y mundial por devolverle la libertad a quienes han sido víctimas de la tortura, destruyéndoles su vida y la de sus familiares, los secuestradores aprovechan el interés para arremeter contra el Estado.

2 de febrero de 2012 Por:

Su tragedia los convierte precisamente en los mejores instrumentos para publicitar el “espíritu humanitario” de sus secuestradores. Sabedores del interés nacional y mundial por devolverle la libertad a quienes han sido víctimas de la tortura, destruyéndoles su vida y la de sus familiares, los secuestradores aprovechan el interés para arremeter contra el Estado.

Insatisfechas por el alud de críticas que han recibido por sus abusos sin límites de los secuestrados en su poder, las Farc anuncian el aplazamiento indefinido de la devolución de seis de sus víctimas. Los argumentos del comunicado y las maniobras a su alrededor dan a entender que la campaña propagandística que utiliza a las víctimas como señuelo sigue en pleno desarrollo. El pasado 27 de diciembre, las Farc informaron que los subintendentes de la Policía Nacional Jorge Trujillo Solarte y Jorge Humberto Romero Romero y el cabo primero de la misma institución José Libardo Forero Carrero serían entregados próximamente. Luego agregaron al cabo primero Luis Alfonso Beltrán Blanco, al sargento segundo César Augusto Lasso Monsalve, y al subintendente Carlos José Duarte. Todos llevan más de diez años en poder de sus victimarios, lo que da una idea de la tragedia que padecen ellos y sus familias.Por increíble que parezca, su tragedia los convierte precisamente en los mejores instrumentos para publicitar el “espíritu humanitario” de sus secuestradores. Sabedores del interés nacional y mundial por devolverle la libertad a quienes han sido víctimas de la tortura, destruyéndoles su vida y la de sus familiares, los secuestradores aprovechan el interés para arremeter contra el Estado. Ahora alegan que el aplazamiento indefinido se debe a que la zona donde supuestamente se producirían las liberaciones “ha sido militarizada injustificadamente por el Gobierno de Colombia”. Según el presidente Juan Manuel Santos, y de acuerdo con las experiencias anteriores, el Gobierno y quienes han actuado como facilitadores sólo conocen los lugares donde se realizan las devoluciones minutos antes de que se realicen. Lo que no impide que la Fuerza Pública cumpla sus funciones de vigilancia y protección en todo el territorio nacional. ¿Acaso alguno de los integrantes de las Farc ha delatado el sitio donde se produciría la liberación? Es la pregunta que despierta la actitud inexplicable y afrentosa de los secuestradores, quienes recuerdan el fusilamiento que le propinaron a cuatro de sus víctimas el 26 de noviembre de 2011.Y mientras tanto, es común ver cómo crecen los esfuerzos propagandísticos para aprovechar el momento. En tanto algunos de los que se ofrecen para actuar en el proceso piden que haya cese el fuego para hablar de paz, otros les piden a los empresarios su concurso económico para lograr la liberación, como si antes el Estado no hubiera asumido los costos. Y no falta quien, como la exsenadora Piedad Córdoba, use esa situación para lanzar su candidatura a la Presidencia de la República. Oportunismo es la palabra que define con exactitud tales procederes.Ojalá sea descartada con prontitud la interrupción de las liberaciones anunciadas por las Farc. Eso es lo que reclaman la comunidad mundial y los colombianos, como demostración de voluntad de paz. Que no se les olvide a los cabecillas que la liberación pronta de los once policías y soldados secuestrados es requisito fundamental e irrenunciable para poder pensar en el diálogo que solicita alias ‘Timochenko’.

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