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Negocio mortal

"En un país como Colombia, donde las medicinas se venden al triple o más del valor que tienen en otras naciones, es fácil que prospere un negocio como el de los fármacos ilegales. Habrá que esperar los resultados de las medidas adoptadas por el Gobierno para regular los precios para saber si disminuye en algo el contrabando y falsificación de medicamentos, o si el país seguirá siendo centro de producción y distribución de esas organizaciones criminales".

24 de mayo de 2014 Por:

"En un país como Colombia, donde las medicinas se venden al triple o más del valor que tienen en otras naciones, es fácil que prospere un negocio como el de los fármacos ilegales. Habrá que esperar los resultados de las medidas adoptadas por el Gobierno para regular los precios para saber si disminuye en algo el contrabando y falsificación de medicamentos, o si el país seguirá siendo centro de producción y distribución de esas organizaciones criminales".

El contrabando, falsificación y adulteración de medicamentos es otro negocio ilegal que mueve fortunas al año, juega con la ignorancia de la gente y deja una estela de muerte a su paso. Es un delito que afecta a todo el mundo, no es fácil de detectar y tiene consecuencias nefastas tanto para la salud pública como para las economías, por lo que demanda de acciones conjuntas entre las naciones y las autoridades para combatirlo.Entre el 13 y el 20 de mayo la Policía Internacional, Interpol, realizó el mayor operativo en contra de las mafias de los medicamentos. Las acciones adelantadas en 111 países permitieron incautar 9,4 millones de fármacos falsificados o ilegales por un valor de 36 millones de dólares, se detuvo a 237 personas y fueron desmantelados tres laboratorios en Colombia. Si bien es un golpe contundente, se está lejos de acabar con un negocio que es aún más lucrativo que el narcotráfico y pone en riesgo más vidas humanas.Las organizaciones criminales que lo manejan son empresas transnacionales que se aprovechan de la ignorancia de los consumidores, quienes en su mayoría desconoce que las medicinas compradas pueden ser falsas, están vencidas o entraron de contrabando y han sufrido adulteraciones. El problema es de tal gravedad que la Organización Mundial de la Salud, OMS, calcula que entre el 20% y el 30% de los fármacos que se venden en el mundo son ilegales.En Colombia el 40% de las medicinas que se comercializan podrían ser falsificadas, una cifra en la que coinciden la Asociación Nacional de Industriales, Andi, la Asociación de Laboratorios Farmacéuticos, Afidro, y que no está lejos de las estadísticas de la OMS. Para que un negocio ilegal de tal tamaño se mueva necesita de la complicidad de muchos sectores. Si bien buena parte de los medicamentos ilícitos se distribuye en las farmacias, la Fiscalía asegura que el mayor porcentaje ingresa al Sistema de Salud Nacional, es decir que es el mismo Estado el que los adquiere y pone en riesgo la salud de los colombianos. De otro lado están los incautos que se dejan timar ya sea por los precios bajos o por información falsa, lo que es ahora más frecuente a través de internet. De hecho, en el operativo de la Interpol se retiraron 19.000 anuncios de fármacos ilegales publicados en las redes sociales y fueron cerradas 10.600 páginas web.En un país como Colombia, donde las medicinas se venden al triple o más del valor que tienen en otras naciones, es fácil que prospere un negocio como el de los fármacos ilegales. Habrá que esperar los resultados de las medidas adoptadas por el Gobierno para regular los precios para saber si disminuye en algo el contrabando y falsificación de medicamentos, o si el país seguirá siendo centro de producción y distribución de esas organizaciones criminales. La lucha nacional y mundial contra un negocio que mueve al año US$75.000 millones y deja un millón de muertos, no puede bajar la guardia. Los resultados de las operaciones internacionales son importantes, pero aún están lejos de acabar con una industria del crimen que se lucra a costa de la salud y la vida de la gente.

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