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La innovación en la recaudación de impuestos asegura una disponibilidad más rápida de los recursos, facilitando la asignación y ejecución de fondos destinados a proyectos de inversión social.
Llama la atención, por ejemplo, que la falta de gestión del gobierno anterior haya permitido que la cartera por recuperar de impuestos en Cali haya aumentado en $2 billones el año pasado | Foto: Alcaldía de Cali

Editorial

Las finanzas de Cali

Los ciudadanos deben cumplirle a Cali pagando los impuestos que adeudan y haciendo veeduría constante del uso que se les dé.

4 de marzo de 2024 Por: Editorial

Tal como lo habían anticipado desde diciembre pasado los informes preliminares de los equipos de empalme, el gobierno de Alejandro Eder encontró las finanzas públicas de Cali en un estado verdaderamente alarmante.

La entrevista a la directora de Hacienda del Distrito, María Mercedes Prado Daza, publicada en su edición de ayer por este diario, reveló las graves consecuencias del manejo irresponsable que la administración de Jorge Iván Ospina les dio a los asuntos financieros de Cali entre 2020 y 2023.

Lo cual se suma a la creciente lista de preocupantes hallazgos que ha venido haciendo el gobierno entrante sobre desfinanciación de importantes programas sociales, manejos turbios de la contratación pública y decisiones amañadas en muchas entidades locales, todas ellas acciones ejecutadas bajo el mandato de Ospina y que atentan directamente contra el bienestar y el desarrollo de la ciudad.

Llama la atención, por ejemplo, que la falta de gestión del gobierno anterior haya permitido que la cartera por recuperar de impuestos en Cali haya aumentado en $2 billones el año pasado, llegando a la escandalosa cifra de $5,8 billones. Un monto tan grande, que iguala el presupuesto oficial de la ciudad para este año.

Y también, el crecimiento explosivo del gasto de funcionamiento, producto de haber aumentado la nómina oficial en más de 1.100 personas en el último cuatrienio a través de las prácticas politiqueras que caracterizaron a Ospina y su equipo.

Esas, entre otras causas, fueron las que llevaron a que hoy el Distrito no tenga suficiente margen para financiar los programas de inversión social y las grandes obras que requiere la ciudad.

En ese contexto, resulta muy sano que la administración Eder les hable claro a los caleños, contándoles la realidad de lo que encontró al asumir las riendas de la Alcaldía. También, que se mantenga firme en no tolerar más manejos amañados de los dineros públicos. Y, sobre todo, que haya decidido enfocarse en identificar y aplicar rápidamente los correctivos adecuados para volver a enderezar el rumbo de la ciudad.

Todos los caleños estamos llamados a rodear al Alcalde en esa tarea, haciendo lo que a cada uno le corresponde. Para empezar, los ciudadanos deben cumplirle a Cali pagando los impuestos que adeudan y haciendo veeduría constante del uso que se les dé.

Pero, por otro lado, el Concejo Municipal está llamado a jugar un papel clave en la recuperación, dando vía libre rápidamente a las autorizaciones legales que va a requerir la Administración para renegociar la actual deuda pública. Es el camino más expedito para liberar caja y salir del escenario de ‘apretón’ financiero en que está la ciudad.

Escenario al cual, por demás, contribuyeron algunos concejales que estuvieron en el período pasado y convenientemente decidieron no hacer el control político que se requería sobre la administración Ospina. Es hora de enmendar los errores y que todos le demos la mano a Cali.

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