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La utopía de las ciudades verdes

"Una ciudad verde es una ciudad ideal, que raya en la utopía para un país como Colombia pero que a pesar de ello es razonablemente realizable. Tal es la responsabilidad que tienen los Estados, desde los gobiernos que son los llamados a tener planes de ordenamientos que permitan planificar y controlar el crecimiento de sus ciudades. Pero que sobre todo pasa por cada uno de los ciudadanos y de sus comunidades, quienes con sus acciones siembran la semilla de poblaciones sostenibles, amigables con el medio ambiente y que brinden más oportunidades".

20 de abril de 2014 Por:

"Una ciudad verde es una ciudad ideal, que raya en la utopía para un país como Colombia pero que a pesar de ello es razonablemente realizable. Tal es la responsabilidad que tienen los Estados, desde los gobiernos que son los llamados a tener planes de ordenamientos que permitan planificar y controlar el crecimiento de sus ciudades. Pero que sobre todo pasa por cada uno de los ciudadanos y de sus comunidades, quienes con sus acciones siembran la semilla de poblaciones sostenibles, amigables con el medio ambiente y que brinden más oportunidades".

En menos de diez años, la mitad de la población mundial vivirá en las ciudades. De allí que deban pensarse como lugares que respeten el medio ambiente, brinden oportunidades y una mejor calidad de vida a sus habitantes. Son las ciudades verdes que promueve el Día de la Madre Tierra, que se celebra mañana, como un homenaje a ese gran hogar en el que vive la humanidad, en el cual pocos se detienen en medio del quehacer diario. El crecimiento de un 10% de las poblaciones urbanas en las últimas dos décadas, en parte generado por la migración del campo a las ciudades en busca de más opciones y mayor seguridad, y en parte por las altas tasas de natalidad, es una preocupación que hoy tiene pensando al mundo en qué hacer para que no crezcan más los niveles de pobreza y miseria.Y sobre todo cómo lograr que esas urbes produzcan oportunidades, se expandan de forma organizada, tengan un desarrollo sostenible y generen bienestar. Como lo plantea la Organización de Naciones Unidas al crear este día, “supone reconocer la responsabilidad que nos corresponde de promover la armonía con la naturaleza y la tierra para alcanzar el justo equilibrio entre las necesidades económicas, sociales y ambientales de las generaciones presentes y futuras”.Lo que en el papel se dice fácil es un reto complejo de alcanzar, en especial en las ciudades y poblaciones de los países que están en vías de desarrollo, donde la planeación urbana a veces no es la prioridad y los municipios crecen al ritmo de sus urgencias sin pensar en sus necesidades. Lograr una ciudad verde va más allá de sembrar árboles y crear espacios naturales, siempre indispensables por lo demás. Tener una ciudad verde es planificar las nuevas áreas de construcción, promover y financiar la producción de energías renovables que alimenten al menos los nuevos conglomerados habitacionales. Es hacer un uso razonable de las fuentes hídricas e incentivar el reciclaje como el primer paso para cuidar el medio ambiente cercano a las comunidades. Es contar con un plan vial que agilice la movilidad y con un sistema de transporte eficiente que minimice la utilización de vehículos, mientras se respeta al peatón y se educa en el cumplimiento de las normas.Una ciudad verde es una ciudad ideal, que raya en la utopía para un país como Colombia pero que a pesar de ello es razonablemente realizable. Tal es la responsabilidad que tienen los Estados, desde los gobiernos que son los llamados a tener planes de ordenamientos que permitan planificar y controlar el crecimiento de sus ciudades. Pero que sobre todo pasa por cada uno de los ciudadanos y de sus comunidades, quienes con sus acciones siembran la semilla de poblaciones sostenibles, amigables con el medio ambiente y que brinden más oportunidades.Este Día de la Madre Tierra es una fecha para la reflexión que lleve a emprender acciones. Es el momento de comprender que sin políticas públicas progresistas, en las que el interés general prime, no será posible construir esas ciudades verdes. Y que cualquier transformación comienza por contar con una población comprometida en alcanzar un desarrollo sostenible.

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