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Cali: Ciudad invadida por basura y roedores, pese al servicio de recolección de basura este es insuficiente junto a la falta de civismo, ahonda mucho más el problema, de una ciudad que se ahoga en su desperdicio. foto José L Guzmán. El País, julio 4-23
Cali: Ciudad invadida por basura y roedores, pese al servicio de recolección de basura este es insuficiente junto a la falta de civismo, ahonda mucho más el problema, de una ciudad que se ahoga en su desperdicio. foto José L Guzmán. El País

Editorial

La ciudad de las basuras

Es como si a los ciudadanos se les olvidara que existen unas normas mínimas de convivencia, y que cuidar el lugar donde habitan es responsabilidad que les compete a todos y no solo a las autoridades.

10 de julio de 2023 Por: Editorial .

Las calles y las zonas públicas atestadas de basuras son el síntoma claro de una ciudad en subdesarrollo. Así está Cali, la que alguna vez se sintió orgullosa por su civismo y por el compromiso de sus habitantes para hacer de ella un buen lugar para vivir.

Como lo relató un informe dominical de este diario, desde hace varias semanas la capital del Valle padece un grave problema de basuras. Los desechos se encuentran tirados en avenidas principales, en zonas de restaurantes y bares, en parques, en el Centro e incluso en barrios residenciales. Las razones, según los operadores, pasan por cambios en los esquemas de recolección, pero también por la falta de cultura ciudadana, lo que es, sin duda, más complejo de solucionar para la capital del Valle.

Las denuncias las vienen realizando las comunidades afectadas y también el municipio, que reclama porque no se está cumpliendo con las horas en que se deben sacar los desperdicios para su recolección. La parte más crítica se presenta en cercanías a las plazas de mercado, como sucede en Santa Elena, y en el centro de la ciudad, como se vio en los registros fotográficos de El País.

El desorden también lo ponen algunos locales gastronómicos y nocturnos, que en medio de la noche disponen sin control sus residuos en las zonas públicas. Y están los caleños que convierten en vertederos los canales de aguas lluvias, las calles y cualquier espacio disponible que encuentren; ahí van a parar las basuras de los hogares al igual que neveras dañadas, sofás que ya no se usan, sillas averiadas o colchones raídos.

Es como si a los ciudadanos se les olvidara que existen unas normas mínimas de convivencia, y que cuidar el lugar donde habitan es responsabilidad que les compete a todos y no solo a las autoridades. Por ello es esencial que se eduque a la población desde su más temprana edad con sentido de pertenencia hacia Cali y a los mayores se les reeduque para que regresen las buenas costumbres que hicieron de la capital del Valle una ciudad ejemplo de civismo.

De igual manera hay que exigir al Gobierno local que actúe como le corresponde. No se comprende, por ejemplo, que la actual Dirección de Planeación Municipal decidiera cambiar el Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos, redujera los horarios y los días de recolección en algunos sectores y decidiera que no todos los parques o espacios públicos necesitan de esa labor o la minimizaron a una vez al mes.

Mientras no se rescate la cultura ciudadana y se forme a los caleños en ella, es imposible descuidar un servicio básico como el de recoger las basuras con la frecuencia que se requiere, como se venía haciendo hasta ahora. Por ello pagan los caleños y par eso se conformó el esquema de operadores desde que se ordenó la intervención con fines de liquidación de Emsirva. Tampoco es responsable pensar en devolver al municipio su manejo o entregarle esa responsabilidad a Emcali, cuando no tiene la competencia para asumirlo.

Si no se encuentra una solución integral, las basuras seguirán colmatando a Cali y el progreso que tanto se reclama, no llegará.

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