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En buen momento

"Sin duda, Colombia puede hablar hoy de que está atravesando una época de vacas gordas, producto de un dramático y positivo cambio que responde al comportamiento de la actividad empresarial y a la inversión".

19 de julio de 2012 Por:

"Sin duda, Colombia puede hablar hoy de que está atravesando una época de vacas gordas, producto de un dramático y positivo cambio que responde al comportamiento de la actividad empresarial y a la inversión".

Contrario a las tendencias que parecen tomar el escenario de la política y el orden público, el comportamiento de las finanzas estatales sigue dándoles buenas noticias a los colombianos. Ahora, el reto es cómo hacer rendir la bonanza que está recibiendo la Nación para que sirva como el impulsador de la transformación social y el generador de progreso que evite sobresaltos futuros.Según lo anunció en San Andrés el presidente Juan Manuel Santos, el presupuesto que será presentado al Congreso Nacional el próximo 20 de julio y que se ejecutará en el 2013 llegará a cuarenta billones de pesos, 70% de los cuales se irán a la inversión. Por sí sola, la cifra demuestra la fortaleza que ha adquirido el Estado producto del crecimiento de la economía que ha generado un incremento del 23% en los ingresos fiscales. Sin duda, Colombia puede hablar hoy de que está atravesando una época de vacas gordas, producto de un dramático y positivo cambio que responde al comportamiento de la actividad empresarial y a la inversión. Además de permitir otro ambiente menos angustioso que aquel en el cual la inquietud por los crecidos déficits de antes, se convierte en poderosa herramienta para responder a los desafíos que le plantean al país los problemas de desequilibrio social que reflejan la pobreza y la inequidad. También es importante registrar que la deuda pública medida frente al Producto Interno Bruto ha tenido un significativo alivio. En efecto, del 45, 9% que representaba en el año 2002, hoy ha descendido al 24,5%, lo que demuestra el crecimiento que está reconociendo el mundo. Y según los informes oficiales, el déficit fiscal, que este año estará por debajo del 4%, puede reducirse al 1% en el 2013. Es decir, por primera vez en varios años, la Nación puede hablar de un equilibrio entre sus ingresos y sus ingresos, algo poco corriente en un Estado acostumbrado, y casi siempre obligado, a gastar.La pregunta es qué se va a hacer con esa bonanza fiscal que justo es reconocerlo, ha sido producto también de un buen manejo por el Gobierno Nacional. Según el presidente Santos, la intención es atacar a fondo la pobreza. Para ello se ampliarán de manera sensible los recursos destinados a programas como Familias en acción y el subsidio para la manutención de adultos mayores. Son programas de corte asistencialista que deben ser complementados con la apertura de oportunidades que fomenten el empleo y el desarrollo en sectores generadores de mano de obra intensiva como la agricultura y la industria, de especial importancia para contrarrestar los brotes de la enfermedad holandesa que ya se asoma en nuestro país. El desempeño de la economía es entonces la gran noticia que se traduce en la mejora de los ingresos públicos del orden nacional, aunque la Justicia sigue en deuda y los departamentos y municipios siguen padeciendo afugias que impiden atender de manera adecuada los problemas del ciudadano. Lo que sigue es estar vigilantes para impedir que la combinación de corrupción y malas gestiones terminen por frustrar el impulso que el Estado puede darle hoy al desarrollo en Colombia.

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