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El futuro del mundo

"La Cumbre de París se mira como la última oportunidad para lograr un consenso del que se desprenda un acuerdo vinculante, para salvar al Planeta de la destrucción hacia la que va por el daño ambiental. De no lograrse, los 191 países asistentes deberán asumir las consecuencias de su fracaso, en caso de no cumplir la obligación de conseguir en breve plazo un pacto que enfrente con seriedad la amenaza".

28 de noviembre de 2015 Por:

"La Cumbre de París se mira como la última oportunidad para lograr un consenso del que se desprenda un acuerdo vinculante, para salvar al Planeta de la destrucción hacia la que va por el daño ambiental. De no lograrse, los 191 países asistentes deberán asumir las consecuencias de su fracaso, en caso de no cumplir la obligación de conseguir en breve plazo un pacto que enfrente con seriedad la amenaza".

La cumbre sobre el clima, que comienza mañana en París, será la reunión número 21 para lograr acuerdos que comprometen el futuro de la humanidad. En la práctica, la Conferencia de las Partes contra el Cambio Climático ha sido un fracaso. O al menos intrascendente, en sus 20 versiones anteriores, lo que se espera revertir en esta ocasión.Con un tono casi apocalíptico, la Cumbre de París se mira como la última oportunidad para lograr un consenso del que se desprenda un acuerdo vinculante, para salvar al Planeta de la destrucción hacia la que va por el daño ambiental. De no lograrse, los 191 países asistentes deberán asumir las consecuencias de su fracaso, en caso de no cumplir la obligación de conseguir en breve plazo un pacto que enfrente con seriedad la amenaza.Si algo positivo ha dejado el proceso de llegar a esta COP21 es que, en general, se ha tomado conciencia sobre la manera en que la intervención humana ha llevado a La Tierra a unos niveles de deterioro irreversibles. Y cómo ahora es tan importante comprometerse a hacer un alto en ese camino así como adaptarse a los efectos que ello tiene en la vida del Planeta y de su población.Ya no se trata sólo de actuar para impedir que la temperatura global siga su escalada. La meta es que con las decisiones que se tomen, se logre que el cambio del clima al finalizar el presente siglo sea de apenas 2°C y no de 4,8°C como se prevé de seguir al ritmo actual. Es que dos grados más hacen daño, pero cuatro significan la destrucción de la vida tal y como la conocemos.La fórmula para alcanzar la meta es clara: de aquí al 2050 se tiene que reducir entre un 50% y un 70% la emisión de gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono, que ocasionan la pérdida de la capa de ozono encargada de regular el ingreso de rayos ultravioletas a la Tierra, afectan el medio ambiente y disminuyen su capacidad de absorción de la contaminación. Por supuesto, el intento debe lograr que los compromisos con la preservación del mundo estén por encima de los intereses económicos.Al final del debate, todo se reduce en esta cumbre climática a cuánto están dispuestos a ceder sobre todo los países industrializados. Hasta ayer 170 de las 191 naciones habían divulgado sus propósitos de disminución de emisiones de gases, incluidos China y Estados Unidos, los más contaminantes y reacios a hacer acuerdos. Todos, Colombia entre ellos, se han puesto metas que van entre un 20% y un 30% menos de aquí al año 2030. Hasta ahí hay consenso.La discusión es si el acuerdo será vinculante, es decir si será de obligatorio cumplimiento, lo que lleva al mismo cuello de botella que degeneró en el fracaso del Protocolo de Kyoto, que apenas ratificaron 34 países. Ojalá esta vez sea la vencida. Es lo menos que se les debe al Planeta y a la humanidad que vivió en el 2014 el año más caluroso de la historia, y pone medio millón de víctimas al año por los desastres naturales que han incrementado su frecuencia y potencia, debido al calentamiento global.Por eso, en la cumbre de París se discute el futuro del mundo.

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