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El futuro de las Megaobras

"Ahora se sabe que los recaudos fueron sobreestimados, produciéndose un desfase de importancia que sólo será cubierto en los próximos dos años, con el consiguiente aumento en los costos de financiación. Pero también se ha encontrado un sensible desfase entre los costos presupuestados y los reales de las Megaobras".

25 de noviembre de 2012 Por:

"Ahora se sabe que los recaudos fueron sobreestimados, produciéndose un desfase de importancia que sólo será cubierto en los próximos dos años, con el consiguiente aumento en los costos de financiación. Pero también se ha encontrado un sensible desfase entre los costos presupuestados y los reales de las Megaobras".

El pasado domingo, el País publicó un informe sobre la situación de las ‘Megaobras’ y la preocupación por los recursos para adelantar la segunda fase del programa más ambicioso para la actualización de la infraestructura de Cali. La inquietud es válida, en la medida en que allí está comprometida la confianza en el sistema de valorización y el compromiso con los contribuyentes. Cumplidos ya tres años de iniciado el programa, la ciudad está viendo y sintiendo los beneficios de las obras que fueron incluidas en la primera etapa, aunque con las dificultades que genera el crecimiento del parque automotor y los cerramientos que deben producirse. Pero ya es un hecho que la Autopista Suroriental, la conexión en puntos tan sensibles como la intersección de la Carrera Octava, o las mejoras en la carpeta de rodamiento de vías cruciales como la Carrera Octava Norte, le han dado mejores condiciones a la circulación de la capital vallecaucana. Por supuesto, la dificultad más grande la ha experimentado el hundimiento de la Carrera Primera, que debió ser entregada hace algunos meses. Pero las dificultades surgidas a partir del hallazgo de restos considerados importantes para la arqueología, la historia y la cultura de Cali, han producido el retraso significativo de una obra llamada a cambiar el flujo vehicular y la conectividad del Oeste y el Sur con el Norte. Así mismo, situaciones como la propiedad o los obstáculos para disponer de dos edificaciones en la Carrera Cuarta Norte, han atrasado la terminación de la llamada Plazoleta de la Caleñidad. Y ha sido difícil solucionar los problemas que atraviesa la terminación de la Vía Circunvalar, que aliviará la comunicación entre el Sur y el Norte. Pero al igual que a los avances hay que hacer referencia a las dificultades. Que nacen de revelaciones hechas por la administración actual sobre la posible falta de recursos para completar los proyectos e iniciar la segunda fase en los tiempos ofrecidos cuando el gobierno del entonces alcalde Jorge Iván Ospina promovió el ambicioso programa. Ahora se sabe que los recaudos fueron sobreestimados, produciéndose un desfase de importancia que sólo será cubierto en los próximos dos años, con el consiguiente aumento en los costos de financiación. Pero también se ha encontrado un sensible desfase entre los costos presupuestados y los reales. Todo eso ha hecho pensar que las obras no podrán ser terminadas con los recursos anunciados. Y aunque eso no significará que no se cumpla el programa ofrecido, implicará que el Municipio deba asumir de su propio bolsillo una suma calculada en los $300.000 millones, algo de cierta complicidad cuando apenas se inicia la recuperación de las finanzas municipales, golpeadas por años de desidia. Ya el alcalde Rodrigo Guerrero garantizó el compromiso de terminar las ‘Megaobras’. Pero queda en el ambiente la necesidad de revisar en detalle lo ocurrido hasta ahora y de fijar las responsabilidades que corresponda sobre los desfases que se han presentado en la planeación y ejecución de unas obras que comprometen la confianza de los caleños en la valorización.

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