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El año del calor

Cali ha hecho esfuerzos para empezar a recuperar sus ecosistemas, como lo insinúa su participación en el proyecto Huella de Ciudades y la elaboración del Plan de Mitigación y Adaptación para el Cambio Climático. Ahí están las esperanzas para que sus ríos se recuperen y se blinden zonas como el Parque Los Farallones.

30 de diciembre de 2016 Por:

Cali ha hecho esfuerzos para empezar a recuperar sus ecosistemas, como lo insinúa su participación en el proyecto Huella de Ciudades y la elaboración del Plan de Mitigación y Adaptación para el Cambio Climático. Ahí están las esperanzas para que sus ríos se recuperen y se blinden zonas como el Parque Los Farallones.

El 2016 que termina ya se considera el año más caluroso del que se tenga registro en más de un siglo. Esa realidad y sus efectos para el Planeta, marcaron la agenda de estos doce meses.Para Colombia, el acuerdo de paz con las Farc fija un nuevo derrotero en cuanto al manejo ambiental. Con la firma del Acuerdo de París, los esfuerzos se enfocaron en su ratificación. La entrada en vigor de los compromisos para reducir las emisiones de gases efecto invernadero, lograda el 4 de noviembre, marca el comienzo para evitar que la temperatura global suba más de dos grados centígrados al finalizar el presente siglo.Como si fuera necesario recordarle al mundo la urgencia de adoptar esas medidas para reducir la presencia de gases como el dióxido de carbono o el metano, y comenzar a cerrarle el paso al calentamiento global, este año la temperatura promedio del Planeta marcó 1,2°C por encima de los niveles de la era preindustrial. Las expectativas ahora están puestas sobre los que harán las naciones para cumplir las metas acordadas, que deberán arrojar resultados positivos hacia el año 2020. A tres semanas de la posesión del nuevo presidente de los Estados Unidos también crecen las expectativas sobre la política ambiental que Donald Trump adoptará en el país que más contamina. Más cuando ha demostrado su escepticismo sobre el cambio climático, criticado el Acuerdo de París y nombrado en dependencias clave a defensores de los combustibles fósiles. En Colombia el año termina con el acuerdo de paz con las Farc ratificado, un nuevo orden con incidencia ambiental. Es prioridad la recuperación de zonas en conflicto vitales en recursos naturales, como las miles de hectáreas de bosques taladas para aumentar los cultivos ilícitos. Se espera que a la par se detenga la minería ilegal patrocinada por esa guerrilla. El otro reto es garantizar la preservación de reservas naturales que permanecieron aisladas por el conflicto. Según Planeación Nacional el fin de la guerra permitirá ahorrar $7,1 billones, mientras que emprender la recuperación demandará una inversión de hasta $10 billones en los próximos años.De otro lado, los ataques del ELN a la infraestructura petrolera significaron un golpe letal al medio ambiente. Como lo fue la pesca ilegal en el Pacífico y en general la desprotección de los mares nacionales. Pese a ello se debe reconocer que Colombia es uno de los países de América Latina que más ha evolucionado en políticas ambientales, si bien la talanquera está en aplicar los controles que se necesitan. Entre las noticias positivas está la delimitación del 55% de las zonas de páramos.Cali ha hecho esfuerzos para empezar a recuperar sus ecosistemas, como lo insinúa su participación en el proyecto Huella de Ciudades y la elaboración del Plan de Mitigación y Adaptación para el Cambio Climático. Ahí están las esperanzas para que sus ríos se recuperen y se blinden zonas como el Parque Los Farallones.Ahora la expectativa está en que el mundo adquiera mayor conciencia ambiental y cada persona, comenzando por sus gobernantes, actúe para frenar el deterioro del Planeta. Debe ser el propósito para el 2017.

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