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Apareció la reforma

"Empieza pues la discusión de la reforma tributaria. Ya se sabrá si de verdad es estructural, si servirá para combatir la evasión y acabará con las inequidades. Y si será útil para promover la inversión y estimular la empresa privada sin que se afecten aún más los ingresos laborales y se desestimule la demanda agregada".

21 de octubre de 2016 Por:

"Empieza pues la discusión de la reforma tributaria. Ya se sabrá si de verdad es estructural, si servirá para combatir la evasión y acabará con las inequidades. Y si será útil para promover la inversión y estimular la empresa privada sin que se afecten aún más los ingresos laborales y se desestimule la demanda agregada".

Luego de una expectativa que se extendió por casi dos años, y acompañada de un mensaje de urgencia, el Gobierno Nacional presentó su proyecto de reforma al sistema tributario colombiano. Ahora, el Congreso de la República tendrá ocho semanas para debatirla y aprobar su contenido.Dos cosas presionaron para ese llamado que tiene como consecuencia reducir el tiempo para discutir y definir la suerte de la iniciativa. La primera es sin duda la necesidad de cerrar la brecha producida por la caída profunda en los ingresos de la Nación a raíz de la baja en el precio del petróleo y de la minería. La segunda, es el cumplimiento de la promesa de hacer una reforma estructural a un sistema que además de generar dificultades a causa de los gravámenes que desestimulan la iniciativa privada, también origina inequidades que deben ser corregidas y dejan espacios para la evasión.Ahora empieza un debate que será duro y complejo. Está en primerísimo lugar el aumento del IVA de manera progresiva hasta llegar al 19%, excluyendo lo que el texto llama artículos de primera necesidad. Dentro de los trescientos artículos de la propuesta están de nuevo la posibilidad de convertir en delito la evasión y de imponer tributos sobre los libros de texto y las publicaciones impresas como los periódicos.También aparecen medidas puntuales como gravar las bebidas con azúcar, así como el establecimiento de un impuesto a la vivienda con un valor mayor a los $800 millones, a los celulares con un precio mayor a los $600.000. Y como gran novedad aparece la propuesta de establecer un gravamen único a los negocios pequeños. Todo ello va acompañado con el establecimiento de la obligación de declarar para personas con ingresos superiores a $2.7500.000 mensuales, la manera de ampliar la base tributaria y la información que recibe la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales, Dian.Son variadas las propuestas de la reforma, que deberán ser discutidas en detalle aunque el tiempo para aprobarlas es corto. Según la exposición de motivos, uno de los propósitos es elevar la tributación al 16,8% del Producto Interno Bruto, lo que según la explicación debe llevar a crecer la inversión pública al 29,6%, lo que le dará mayor estabilidad a la economía. Aunque reconoce el efecto recesivo que ocasionará en los dos primeros años de su vigencia, lo que se espera es que en el mismo lapso se aumenten en $20 billones los ingresos de la Nación, cifra indispensable para cubrir el déficit fiscal.Empieza pues la discusión de la reforma. Ya se sabrá si de verdad es estructural, si servirá para combatir la evasión y acabará con las inequidades. Y si será útil para promover la inversión y estimular la empresa privada sin que se afecten aún más los ingresos laborales y se desestimule la demanda agregada.Por lo pronto, hay que esperar un debate serio sobre una iniciativa de la cual depende el futuro de la economía nacional. En ella está comprometida también la confianza en la capacidad del Estado para honrar sus compromisos y la tranquilidad para hacer negocios con Colombia.

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