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Jueves de poesía

El fin de año llega con la voz de la poesía hoy en Cali. En la Biblioteca Departamental, a las seis y media de la tarde, la Fundación de Escritores del Pacífico, que presiden Baudilio Revelo y Óscar Seidel, presentará el número 43 de la revista Luna Nueva, dirigida desde hace 30 años por el poeta Omar Ortiz.

14 de diciembre de 2017 Por: Medardo Arias Satizábal

El fin de año llega con la voz de la poesía hoy en Cali. En la Biblioteca Departamental, a las seis y media de la tarde, la Fundación de Escritores del Pacífico, que presiden Baudilio Revelo y Óscar Seidel, presentará el número 43 de la revista Luna Nueva, dirigida desde hace 30 años por el poeta Omar Ortiz.

En el auditorio de Comfenalco, en la Quinta, a la misma hora, Amparo Romero Vásquez y Betsimar Sepúlveda presentarán el libro ‘La sombra del ruiseñor’ de Armando Barona Mesa.

“Anoche mataron a Don Arturo/ por los caminos corren despavoridos su ángel de la guarda y su caballo…”, es el primer verso del poema ‘La muerte al día’, de Barona, donde hace un retrato de la violencia colombiana: “Masacre que desgrana el maíz de los surcos/ degüella las dalias, tritura las rosas y rebana el silencio de las bocas…”.

Con Armando me une una amistad de 35 años. Nos presentó Raúl Echavarría Barrientos, quien fuera subdirector de Occidente, y desde entonces no ha sido posible disolver este lazo afectivo, no obstante los avatares de la existencia. El libro trae un hermoso poema para Adolfo Vera Delgado, a quien todos queremos.

En un país donde las revistas literarias son efímeras, es ocasión para reconocer y celebrar estos 30 años de tarea ininterrumpida de ‘Luna Nueva’. La publicación ha mantenido su nivel, gracias al criterio editorial de Omar Ortiz, quien dedica este número a la poesía del Pacífico colombiano.

La selección estuvo a cargo de Alfredo Vanín Romero, el poeta que también escribe enjundiosas novelas como ‘Otro naufragio para julio’ y ‘Los restos del vellocino de oro’.

En el recital de hoy se escucharán los poemas de Hernando Revelo. Publicó hace ya varios años su libro ‘Naufragios’, el cual se convirtió rápidamente en un clásico. A la manera del cubano Nicolás Guillén, escribió ahí un poema para sus dos abuelos, al tiempo que rememoró la tabaquería de su padre, frente al río Guapi, donde una goleta anunciaba despedidas cada cierto tiempo, con un aletear de pañuelos, hasta que “la embarcación se perdía en el horizonte”, según recuerda su hermano Baudilio. Era el padre que partía.

Al Moro Manzi lo conocí también hace muchos años cuando realicé, en 1992, la antología ‘De la hostia y la bombilla, el Pacífico en prosa’, por petición del entonces rector de la Universidad del Valle, Jaime Galarza Sanclemente. Ahí pude compilar cuentos de varios autores del Pacífico, entre ellos, una historia diáfana, bellísima, del Moro, como un canto a la amistad. Sus narraciones traen con precisión la luz del pasado, del Tumaco que está en la memoria. Para la literatura colombiana será un acontecimiento poder conocer sus cuentos completos.

Aníbal Arias (Barbacoas, 1948), es el autor de los poemarios ‘Motivos ajenos a la voluntad’ y ‘Peces brujos’, entre otros. Ungido con el Premio Nacional de Poesía en Roldanillo, evento al que sometió su obra bajo el seudónimo de ‘Julian Cajucha’, Aníbal ha sido también uno de los grandes animadores de la poesía local, como antologista y presentador de nuevas voces. Fue él quien me animó a una primera lectura, como estudiante de Idiomas y Literatura en la Universidad Santiago de Cali. Cada viernes, Aníbal presentaba a un poeta en la biblioteca del claustro, donde hoy está Proartes, frente al Teatro Municipal.

Varias generaciones de caleños tienen gratitud con este poeta bibliotecario al que otros recuerdan como un futbolista excepcional. Retirado de las canchas, Aníbal no pudo concretar su sueño deportivo: jugar con el Palmeiras. El club brasileño no pudo negociar el pase del poeta con León Arturo García de la Cruz, su abogado y representante.
Hoy es pues un jueves lleno de poesía y de ‘música de alas’, bella ocasión para decirle adiós al 2017 cuando cae la tarde en Santiago de Cali, ciudad consagrada al apóstol que iba por los caminos con una concha marina en la testa, un zurrón de agua y una hogaza de pan.

Sigue en Twitter @cabomarzo

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