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Guillermo Moncada, comerciante de Jamundí. | Foto: Especial para El País

Comerciante liberado narra su terrible experiencia durante secuestro en Jamundí

Momentos de angustia, de cansancio y de dolor fueron los que vivió Guillermo Moncada, comerciante de Jamundí, que estuvo secuestrado en la montaña durante ocho días.

28 de septiembre de 2017 Por: Redacción de El País 

"Cuando me montaron en la camioneta yo no me controlaba. Les di pata y puño hasta que me apuñalaron en la cola. Me acostaron en la parte trasera de la camioneta, en el piso, de ahí me vendaron con una cinta negra y me pusieron abrazaderas plásticas en las manos. Luego dejaron la camioneta tirada y cogimos monte arriba", así narra Guillermo Moncada su primer día de secuestro.

Para el comerciante fue una experiencia de nunca repetir. "Llegamos a una casa en madera de dos habitaciones y ahí permanecí dos noches. Luego nos movíamos día de por medio y caminábamos entre cuatro y cinco horas por todo el monte. Subiendo la loma me resbalaba y me caía, pero tenía que seguir".

Moncada manifestó nunca saber quiénes eran realmente los que lo habían secuestrado. "Cuando me capturaron me dijeron que eran la guerrilla, y yo les preguntaba de cuál frente. Después me dijeron que no, que eran una banda grande de Jamundí. Que no me preocupara, que no me iban a hacer nada, que me iban a devolver la camioneta y las tarjetas de crédito, que ellos solo necesitaban plata para financiarse". 

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El comerciante narró que los secuestradores "se asustaban demasiado por cualquier cosa o movimiento. Me internaron en la montaña como tres días para que no nos pudiera coger ni un avión. Mucho mosco, zancudo y hormigas, fue horrible". 

Para Lina Moncada, su hermana, "esos ocho días fueron años eternos e interminables.  Fue una experiencia muy dura. Hubo momentos en que él prefería que lo mataran, no quería caminar más. No comió bien, dormía en el suelo. Caminaban todas las noches y de día permanecían quietos. Los hombres siempre estuvieron encapuchados".

Lina y su familia estuvieron atentos ante cualquier señal de vida. "Ellos  alcanzaron a grabar un video de supervivencia, pero nunca nos llegó ni nos llamaron. Hoy estamos felices de tener nuevamente a mi hermano. Lo encontré muy bien pero está afectado emocionalmente, como todos, además tiene unos rasguños en el cuerpo que le dejó el monte". 

Tras el secuestro que se dio el pasado jueves 21 de septiembre, Moncada hoy le da gracias a Dios por la oportunidad de poder regresar con su familia.

"La avioneta que mandaron ayer fue la que me salvó. Eso los asustó demasiado. Me dejaron botado. En el camino toqué puertas, hasta que un señor se compadeció de mí, le dio temor y todo pero me ayudó y me sacó hasta el pueblo más cercano. Ahí me rescataron. Gracias al Ejército, Gaula y Policía estoy aquí", concluyó su relato el comerciante Guillermo Moncada. 

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