Lo que deja la caída del petróleo a los colombianos

Alza en precios, créditos caros y desempleo son algunos de los riesgos del bajo costo del crudo.

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25 de ene de 2016, 12:00 a. m.

Actualizado el 21 de abr de 2023, 03:27 a. m.

Alza en precios, créditos caros y desempleo son algunos de los riesgos del bajo costo del crudo.

Si usted es de los  colombianos que ha escuchado de la estrepitosa caída del precio del petróleo, pero pasa de largo porque cree que eso no le toca, es momento de que cambie de actitud.

Resulta que la baja en los precios del crudo (US$32 por barril, cuando hace más de un año se cotizaba en US$100), sí toca de manera directa e indirecta a los colombianos y en especial  afecta el bolsillo de todos.

La ‘tormenta perfecta’ que ha desatado la crisis petrolera y el fortalecimiento del dólar dejará mayores consecuencias este año.

El principal efecto es la inflación (alza de precios), según comenta Alejandro Reyes, gerente de Investigaciones de Ultraserfinco.  Este fenómeno lo experimenta el país desde el 2015, pero se teme que se acentúe en el primer semestre del 2016. 

“Cuando el costo del petróleo baja, la consecuencia inmediata es que el dólar aumente porque el país recibe menos divisas. Eso implica que todos los productos que son importados, como  alimentos y bienes de consumo suban de precio”, asegura el analista.

Eso ya se vive en el país  y los hogares confirman a diario las alzas. De acuerdo con datos de la Central de Abastos del Valle, Cavasa, durante  la semana que acaba de terminar se vendió el frijol cargamanto a $9000 el kilo y frutas como la uva chilena $8125 el kilo, reportando incrementos constantes. 

Hasta noviembre del año pasado el país importó US$5.577 millones en productos agropecuarios y alimentos. 

Una segunda consecuencia de los precios bajos del petróleo tiene relación con el empleo y la dificultad que habrá este año de generar nuevas fuentes de trabajo.  Esto se genera porque la  economía colombiana recibirá menos ingresos (en el 2013 por renta petrolera se obtuvieron $23 billones y este año la cifra podría caer a $1,5 billones). 

Julio César Alonso, director del Centro Internacional de Economía y Finanzas, Cienfi, explica que esto implica un ajuste del Gobierno, como ya lo está haciendo, recortes en todas las entidades públicas y al final se traducirá en un menor ingreso de todos los colombianos.

“Hoy el precio del petróleo está en niveles delicados para la economía colombiana, nos afecta por la reducción del  gasto social, posiblemente más impuestos. Cada dólar que baje el crudo  es más  doloroso para el país”, dice el analista. 

Alejandro Reyes opina que aún hay cierta tranquilidad en materia de empleo porque la tasa de desocupación sigue en un dígito, pero “si el precio del petróleo sigue así, habrá más recortes en el Gobierno y eso se reflejará en las  empresas, los salarios reales y en general puede llevar a un empobrecimiento de la gente”.

Adicionalmente, existe la posibilidad de que el Gobierno se apriete aún más el  cinturón y deba recortar algunos subsidios, lo que tocaría a las personas de menos recursos, aunque esta decisión aún no está dentro de las expectativas del presidente Santos. 

Un  efecto adicional que reconocen los analistas económicos es el aumento del valor de los créditos, situación que ya están experimentando los colombianos.

Recuerda Reyes, que ante una escenario de tasa de cambio alta e inflación, la consecuencia inmediata es el aumento de las tasas de interés, lo que hace que  más costoso endeudarse, afectando  tanto  a las empresas como a las  personas naturales.  Por ejemplo, la tasa de usura para el primer trimestre del 2016 en créditos de consumo se situó en 29,52 %, esta tasa ha venido al alza desde el 2015 y es la que generalmente utilizan los bancos  en las tarjetas de crédito.  Hasta el mes de octubre, según cifras de la Superintendencia Financiera, los colombianos le debían a los bancos $98 billones.

Regiones más pobres

Los departamentos que han sufrido los mayores impactos de  la crisis petrolera han sido obviamente los productores de hidrocarburos como Meta, Casanare y Putumayo.

Francisco José Lloreda, presidente de la Asociación Colombiana de Petróleo (ACP), recordó que alrededor de 20.000 personas han perdido su empleos por la crisis del petróleo en las regiones, pues la situación ha afectado sobre todo a las compañías que prestaban servicios a la gran industria. “Este es  un número importante para las  poblaciones,  muchas familias están pasando necesidades porque las economías locales se han desacelerado. Esta situación se traduce en menos viajes, menos compras, menos ocupación de hoteles,  menos mano de obra; el país a veces  no dimensiona la magnitud de esta problemática”, afirma el directivo.

Unido a esto está el eventual final de las regalías.  El país distribuyó entre los departamentos más de $30 billones de recursos  provenientes de la renta petrolera. El Valle del Cauca recibió más de $500.000 millones entre 2012 y 2015, recursos que aún se están ejecutando, pero con los cuales no se contará en los próximos años porque ya no hay renta petrolera. 

“En este momento los departamento de pronto   no sienten el golpe de la baja de las regalías, pero se sentirá.  La   industria petrolera ha sido, en los últimos 10 años, la gran dinamizadora de la economía en Colombia, incluso en  este momento buena parte del crecimiento se da por el sector  y de ahí la importancia de entender la realidad de lo que está pasando, apoyar a las empresas y tomar medidas de carácter estructural”, dice el Presidente de la ACP, quien ratifica que de forma directa o indirecta todos los colombianos sufren por la caída del precio del petróleo.

Gasolina La baja en la  cotización del petróleo debería traer una reducción en el precio de la gasolina. Sin embargo, en Colombia esto no se ha dado.La explicación  del Gobierno Nacional es que el costo del combustible no ha se ha reducido debido al aumento en el precio del etanol y  el incremento en la tasa de cambio.Por ejemplo,  mientras la gasolina en Ecuador está hoy en US$1,68 por galón, en Bolivia US$193, la de Colombia está en US$2,4.El presidente  del Senado, Luis Fernando Velasco pidió al Gobierno que que se reduzcan los precios de los combustibles. “En momentos de crisis económica es bueno que la gente consuma, y si se cobra un impuesto tan alto a la gasolina le quitna capacidad de consumo al ciudadano”.
“El país requiere un pacto fiscal”Las cifras del Gobierno Nacional están más que  descuadradas. En el año  2013  los ingresos por la explotación petrolera representaban el 3,3 %  del PIB  (Impuesto de renta, CREE y dividendos de Ecopetrol). Ahora se calcula  que este año llegarán al 0,2 % del PIB, es decir, se pasó de recibir $23 billones en el 2013 a entre  $3 billones y $1,5 billones, estimados para este año y corriendo el riesgo de que la situación sea aún más complicada. Esto se puede dar porque no se sabe que rumbo puedan tomar los precios del petróleo que esta semana  se redujeron  hasta US$26 por barril, una cifra a la que no se llegaba desde hace más de 12 años. Aunque el viernes la cotización repuntó hasta los US$32, algunas entidades internacionales como  Morgan Stanley han dicho que el dólar estadounidense fuerte podría hacer que el petróleo llegue a US$20  en los próximos días y otras entidades  hacen predicciones aún más bajas. El Gobierno  Nacional estimó que el precio del petróleo estaría en promedio este año a US$50 el barril y si la cotización no repunta y se mantiene a lo largo del año  en US$30, es probable que las empresas no tengan utilidades, no paguen impuestos y que Ecopetrol no cuente con dividendos para distribuir, es decir, el Estado estaría recibiendo  menos de lo presupuestado. Esta situación apresurará aún más la reforma tributaria y habrá más impuestos para los colombianos, tal vez ya no este año, pero seguramente para el 2017. El profesor de la escuela de Administración de la Universidad del Rosario, Guiovanni Reyes, considera que lo que se necesita en el país es un  pacto fiscal progresivo, lo que significa que los sectores que más puedan aportar lo hagan y se cree de manera temporal un impuesto extraordinario para grandes empresas.  A juicio del académico, el país requiere un sistema tributario que cumpla tres requisitos básicos: eficiencia, transparencia y progresión, es decir, que quienes más ganan aporten más. “En Colombia hay impuestos muy regresivos como el IVA que   afecta a  los sectores asalariados, a los más pobres. Hoy el país  necesita un acuerdo de emergencia”, afirmó el profesor Reyes.

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