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Así se ve desde el aire la zona de Mocoa que quedó bajo el lodo luego de la creciente de tres ríos que cruzan una parte del municipio. | Foto: Foto: Agencia EFE

Así registró WhatsApp la angustia de los habitantes de Mocoa

En dolorosos registros de audio quedaron los mensajes enviados por los habitantes de esa ciudad mientras se producía la avalancha de la madrugada del sábado. Léalos aquí.

1 de abril de 2017 Por: Redacción de El País 

El sistema de mensajería instantánea WhatsApp y la línea de emergencias 123 se convirtieron en el reflejo de la angustia que inundó a miles de colombianos en la madrugada del sábado 1 de abril, cuando una enorme avalancha arrasó 17 barrios de la ciudad de Mocoa, capital del departamento del Putumayo.

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Mocoa, un municipio de apenas 43.000 habitantes, distante 627 kilómetros de Bogotá y a 410 kilómetros de Cali, es una población enclavada en las selvas del sur del país, sobre la que el grueso de los colombianos no suele tener información constante. Hasta hace poco tiempo, las noticias de orden público y los anuncios oficiales sobre proyectos mineros eran quizá las únicas referencias que se tenían de ella en el resto del territorio nacional. 

Estas imágenes, difundidas en la cuenta 'Free Videos' en YouTube, son impresionantes. La corriente de agua arrastra varios vehículos, entre estos un furgón. 

Pero en la madrugada del sábado las cosas cambiaron. Con las primeras luces del día los colombianos empezaron a conocer el horror que vivieron los habitantes de Mocoa por cuenta de la furia de la naturaleza. En Pasto, Popayán, Cali y otras ciudades del país aparecieron los mensajes que muchos de los que murieron en la avalancha, o de los que hoy son damnificados, enviaron a sus familias en medio de la oscuridad de una noche terrible.

En una de las conversaciones registrada por las líneas de emergencia, una mujer identificada como Laura Montoya, con la voz entrecortada dice: “Le solicitamos a la Policía, al Ejército un helicóptero, aquí en Los Pinos, estamos en peligro de muerte, el agua ya llega a la mitad de la casa”.

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En otra parte de la llamada la mujer desesperada describe lo que está viviendo: “Estamos en un techo, en un segundo piso, por favor, un helicóptero o algo, ayuda, hay niños, hay ancianos, estamos muchas personas aquí, hago un llamado a los organismos de socorro, al alcalde, a todos que por favor nos ayuden".

Este video, publicado en la cuenta 'Tende Tops' de YouTube, muestra la angustia de los habitantes por evitar ser arrastrados por las aguas. 

En Popayán, el reportero Francisco Calderón recibió a través de WhatsApp un angustioso mensaje del comerciante Rafael Alvear: 
“Amigo periodista, esto es horrible... los ríos se están llevando todo, ayúdenos por favor...mire, mire cómo se está llevando las casas...que nos ayuden, que nos por favor ayuden...”, fueron sus palabras.

“Hermano, mi barrio desapareció, de la terminal no quedó nada, los buses de la Cootransmayo parecen de cartón, las corrientes los arrastran, el puente de la llegada al pueblo no está, el otro que está frente al batallón quedó destruido, la galería está en el piso”, contaba Alvear en cada mensaje que mandaba a su amigo periodista.


La comunicadora social Carolina Mojana, quien labora en la cuidad de Pasto, relató que “no dormí en toda la noche porque después de las imágenes de carros arrastrados por las corrientes, empezaron a llegar angustiosos mensajes de voz gritando, pidiendo ayuda...al fondo se escuchaba el rugir de la corriente, era algo espantoso porque uno no podía hacer nada, solo escuchar esos desesperados llamados; luego fue más horrible porque la energía se fue allá y los celulares empezaron a descargarse, perdiéndose la comunicación por completo”.

Su familia, por fortuna, pudo resguardarse en el segundo piso de su residencia, ubicada en uno de los sectores residenciales de la capital del Putumayo. “Ya en la madrugada, como a las 5:00 a.m., perdí el contacto con mis seres queridos porque se descargó el último celular que ellos portaban. Antes de eso me dijeron que estaban bien, que ya se acostaban a dormir porque había pasado el peligro”, agregó.

“Fue una noche angustiante porque mis papás me empezaron a llamar, a contarme, casi en tiempo real, lo que estaba pasando; que ellos escucharon primero como una fuerte explosión y que luego ya sintieron que la tierra se movía, se pararon de las camas para salir a la puerta, porque pensaban que era un temblor, pero no, lo que se encontraron fue un río frente a ellos. Era espeluznante porque yo escuchaba, al fondo, como pasaba la corriente, pero lo que me mató escucharle a mi papá fue: "Mija, nos hablamos porque se me va descargar el cel". Fue algo mortal para mí esas últimas palabras”, narró Ángela Jojoa, periodista de Colmundo Radio en la capital de Nariño.

“Este es un mensaje de Laura Montoya, atención Putumayo. Ayúdennos por favor, estoy transmitiendo desde el techo de mi casa, el agua se entró a las casas, se llevó todo, los muebles, el carro. Ayúdennos por favor, que la alcaldía nos ayude, los bomberos; desde acá desde el barrio La Esmeralda para abajo está inundado”, dice otro
mensaje que circulaba en la madrugada, en medio de llanto y desesperación.

“Jefe, usted que es duro de la prensa ayúdenos a difundir la información de nuestros familiares. Me llamo Nicol Quintero, que si ellos me escuchan que se comuniquen conmigo porque de acá para allá no hay nada de señal. Ellos se llaman Johann Quintero, Marcos Quintero... no sé nada de ellos”, decía en otro mensaje una paramédica que labora en Popayán.

Aunque poco a poco la comunicación desde y hacia Mocoa se ha restablecido en la medida en que se han habilitado plantas de energía en la zona del desastre, lo cierto es que todavía muchos colombianos esperan noticias de sus familiares. Y para la historia quedarán los audios de una noche de angustia y dolor que hizo que los colombianos pensaran en la lejana Mocoa, enclavada en la selva.

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