Como esposa de un ministro de alto rango del gobierno Anna Karenina ocupa una posición segura en la parte alta de la sociedad rusa, a pesar de que la principal fuente de felicidad en su matrimonio es su hijo de ocho años. En su encuentro con el conde Vronsky, un oficial de caballería guapo, Anna le ofrece el amor apasionado que en su matrimonio no existe, situación que la coloca en el centro de un escándalo devastador.