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Acto de rechazo de la comunidad al acto terrorista del pasado 19 de febrero que cobró la vida de un policía y dejó 25 heridos. | Foto: El País / Colprensa

¿Para dónde van los diálogos con el ELN?

Después de atribuirse el atentado en la Macarena, en Bogotá, analistas dicen que esa guerrilla así presiona para buscar que se decrete un cese el fuego bilateral.

28 de febrero de 2017 Por: Redacción de El País

Los diálogos de paz con el ELN van de capa caída y no solo porque esta guerrilla haya reconocido que sí cometió el atentado en La Macarena, Bogotá, que cobró la vida de un policía y dejó más de 20 heridos, sino porque hay desconfianza sobre los mismos.

Aunque analistas consideran que este grupo subversivo sigue los pasos de las Farc, en el sentido de que presionan al Gobierno con ataques para lograr un cese el fuego bilateral y lo que se debe hacer es suspender esta negociación; otros aseguran que lo que hace el ELN son solo “escaramuzas” porque no tienen poder real.

Así los sostiene Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para el Análisis del Conflicto, Cerac, quien indica que una organización que comete este tipo de atentados  no lo hace como muestra de fortaleza “sino como muestra de debilidad” porque no se enfrenta directamente con las Fuerzas Militares sino contra la población civil generando temor.
“Estos atentados no requieren una estructura militar y logística compleja, sino mantener unas células ocultas que les genere a bajo costo un impacto entre la población”, sostiene Restrepo.

Pero el analista Vicente Torrijos no comparte esta teoría: “El ELN está utilizando la misma estrategia que en su momento utilizaron las Farc y les funcionó, por lo que el ELN ya sabe perfectamente cuál es el nivel de respuesta del Estado”.

Sin embargo, en el caso de las Farc, pese al ataque en Buenos Aires (Cauca) que dejó diez soldados muertos y el secuestro del general Rubén Darío Alzate secuestrado en Chocó, el presidente Juan Manuel Santos solo decretó el cese el fuego bilateral en agosto de 2016, cuando ya estaban listos los acuerdos de paz con las Farc.

Por eso, Juan Camilo Restrepo, jefe negociador del Gobierno, rechazó la actuación del ELN e insistió en que al cese el fuego se llegará solo con el desescalamiento del conflicto.

En su cuenta en Twitter escribió: “Si el ELN cree que con actos terroristas como el de la Macarena (cuya autoría ahora reconoce con cinismo) va a presionar un cese al fuego, está muy equivocado. El cese al fuego se alcanzará cuando el ELN comprenda que a él se llega desescalando, no escalando el conflicto”.

Pero Ariel Ávila, de la Fundación Paz y Reconciliación, aseguró que el ELN no está cometiendo ninguna falta en contra de la agenda acordada, porque los diálogos se instalaron en medio del conflicto.

“En sentido estricto aquí no se está violando en ninguna parte la agenda preacordada que se está negociando en Quito. El Gobierno, por obvias razones, decidió que negociaba en medio del conflicto (…) La mesa de asuntos humanitarios está discutiendo las condiciones para humanizar el conflicto o para lo que el Gobierno llama desescalonar”, agregó.

Para él, “lo que vamos a ver seguramente, si esto avanza a buen ritmo, son algunas acciones hasta que en un año o un año y medio se concrete un cese bilateral, pero hay que esperar qué resultados da la mesa”.

Al tiempo advierte que hay un mensaje claro para el ELN y es que debe tener en cuenta el contexto en el que se está desarrollando la negociación, dado a que como dice el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, puede poner en riesgo la mesa.

“La opinión pública se había acostumbrado a la paz, a la reducción de las acciones de las Farc, y ahora al acuerdo, lo del ELN le está haciendo mucho daño a un gobierno que está terminando. Y ahí el mensaje es decirle al ELN: no estire tanto la pita que va y se le estalla”, agrega Ávila.

Mal augurio

Ante los hechos recientes, muchos líderes políticos han planteado la necesidad de congelar los diálogos con el ELN.

Incluso, uno de los negociadores, el senador Roy Barreras dijo que el atentado en Bogotá “es un hecho repudiable y trágico que se suma a otros elementos que ponen en duda este modelo de diálogo en Quito”.

Mientras que el senador del Centro Democrático, Ernesto Macías, propuso la suspensión de las conversaciones. “¿Qué espera Santos para suspender diálogos con esta organización criminal? ¿Más asesinatos?”.

La representante a la Cámara por la Alianza Verde, Angélica Lozano, calificó de “inviable” el proceso con esta guerrilla. “Su inmadurez política no da para mantener esta mesa de negociación. Son unos revolucionarios de pacotilla”, aseguró la congresista.

Líderes piden cese

Más de 50 organizaciones sociales y 33 personas pidieron, a través de una carta, que se declare el cese el fuego bilateral entre el Gobierno y las Farc.

Entre los firmantes se cuenta al padre Francisco DeRoux y a fundaciones como Corporación Nuevo Arcoiris, que dirige León Valencia.

En la misiva, dicen que: “consideramos que las acciones militares de las partes desestimulan la participación de la sociedad en momentos en que se requieren garantías para que todos y todas se vinculen en este proceso, por ello la urgencia de un alto al fuego bilateral”.

Así mismo, claman por la protección de líderes sociales y defensores de derechos humanos en el país.

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