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La mayoría de aspirantes presidenciales, entre ellos varios militantes de partidos tradicionales, están dedicados a la recolección de firmas por todo el país para respaldar su candidatura. | Foto: Archivo El País

POLÍTICA

¿Es posible ser Presidente sin los partidos políticos?

En el 2018, por primera vez en la historia, Colombia podría tener un mandatario elegido por firmas. ¿Qué significa?

17 de septiembre de 2017 Por: Argemiro Piñeros / Colprensa 

La política tradicional colombiana en la semana que termina tuvo dos golpes fuertes para su consistencia, la decisión de los dirigentes Humberto De la Calle y Marta Lucía Ramírez de alejarse de sus casas políticas, el liberalismo y el conservatismo, para irse por el camino de las firmas en sus intenciones de ganar la Presidencia de la República.

Lo hecho por De la Calle y Ramírez es el resultado de la crisis en la que están sumidos estos partidos tradicionales, afectados por escándalos de corrupción, falta de renovación de líderes y el anquilosamiento en una forma de gobierno en que se benefician unos pocos –los del poder- y los electores a quienes se deben.

Como ellos dos, en este momento están recorriendo las calles dirigentes como Sergio Fajardo, Germán Vargas Lleras, Clara López, Piedad Córdoba, Alejandro Ordóñez y Gustavo Petro, entre otros, de un grupo de 27 que tienen claro que su postulación para reemplazar a Juan Manuel Santos en la Casa de Nariño no la harán desde un partido, sino con el apoyo de una gran convergencia ciudadana.

El analista político Jhon Mario González dice que “no hay partido político que garantice el triunfo, hoy día los partidos son todos minoritarios, no hay uno, a diferencia de los años 90, que defina una elección presidencial, porque están en un desprestigio muy grande y por eso resulta difícil que sea el vehículo que garantice las elecciones”.

González sostiene que en los años 90 el desprestigio de los partidos pesó más a nivel local, pero ahora esa falta de credibilidad en el electorado se da a nivel nacional, “los candidatos por eso se ven en la necesidad de acudir a las firmas”.

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Con lo dicho por González coincide el senador de Cambio Radical, Carlos Fernando Motoa, quien reconoce que los partidos tradicionales requieren una reingeniería para que la gente vuelva a creer en ellos, aunque plantea que una cosa es recoger firmas para el cargo de Presidente de la República, y otra para las elecciones de Congreso.

“Hay unos partidos absolutamente débiles, con poca vocación de poder, esto es un llamado de atención a todos los que ocupamos una dignidad dentro de las bancadas para hacer una reingeniería, porque la ciudadanía está descontenta, además porque se ha avalado a ciertas personas sin tener la idoneidad necesaria y no sufrir situaciones incómodas de inhabilidad o detenciones, en los cargos uninominales y de corporaciones públicas”, agregó.

El dirigente insiste en que los partidos deben aceptar que hay una crisis que afecta la democracia. “Los partidos son los medios de interlocución entre el pueblo y los espacios del poder, veo eso con preocupación y se tendrá que evaluar para las elecciones legislativas si esas curules que tienen los partidos van a disminuir o comienzan a restar espacios también las firmas”.

En concreto, el congresista se refiere a la otra opción para la cual se están recogiendo firmas en el país, para que los grupos significativos de ciudadanos también puedan tener listas al Senado y la Cámara de Representantes y que, según la Registaduría Nacional, ya son más de veinte los que se han inscrito para estar en los tarjetones del 11 de marzo del 1018, cuando se escogerá al nuevo Congreso de la República.

Para contrarrestar en parte el impacto que tendrían las listas de grupos de ciudadanos, desde el Congreso algunos partidos están empezando a definir que sus listas sean cerradas y no abiertas.

En tal sentido, la bancada de la Cámara del Partido Liberal avaló que las planchas de marzo serán por el sistema cerrado, lo que obliga a que la campaña se haga más desde del protagonismo del partido y no sobre ideas particulares de los candidatos.

El analista González considera que en el tema del Congreso los partidos sí seguirán siendo fuertes, aunque no como en el pasado. “Los partidos son los que manejan la mermelada y por eso el 11 de marzo podrían tener un manejo importante”. Incluso se atreve a señalar que el Partido Conservador cedería más curules el otro año frente a lo que tiene en la actualidad, más en el caso del liberalismo puede llegar a crecer moderadamente.

Del que no hay duda que será una fuerza más influyente en el Congreso es Cambio Radical, del precandidato Germán Vargas Lleras, quien curiosamente decidió postularse también por firmas.

Desde los partidos tradicionales se defiende la necesidad de que los candidatos presidenciales salgan de los mismos, más no consolidarse en proyectos de firmas, con los cuales se catapultaría el caudillismo, pero no se beneficia de lleno a la democracia.

Para el senador y precandidato del Partido Liberal Édinson Delgado, “la democracia para que sea sólida requiere de partidos fuertes. Un país sin democracia fuerte es donde se crean los caudillismos, los autoritarismos, las dictaduras y eso no es conveniente”.

Delgado asevera que Colombia debe entender que es mejor ir por el camino del fortalecimiento de los partidos. “Aún con toda esta crisis, es el momento en que pueden surgir partidos serios, que puedan ayudar a la sociedad. Quienes han optado por las firmas saben que ese es un camino que no es el correcto para el país”.

Al lado del liberalismo, que tendrá candidato propio, están otros partidos relativamente nuevos, que no descartan llegar a la primera vuelta en mayo de 2018 en el marco de una gran coalición de sectores sociales y políticos.

Uno de ellos es el Centro Democrático, el partido del expresidente Álvaro Uribe, que por segunda vez en sus cinco años de creado tendrá candidato. En 2014, el uribismo postuló al exministro de Hacienda Óscar Iván Zuluaga, quien ganó en la primera vuelta, pero en la segunda perdió con Santos. Para el 2018 apuntaría a la misma estrategia: llegar solo a primera vuelta y con amplio apoyo en la segunda.

El Polo Democrático, el partido que identifica a la izquierda, ya formalizó al senador Jorge Enrique Robledo como su candidato presidencial, mientras que la Alianza Verde esta semana ungió a la senadora Claudia López como su aspirante.

Se van para volver

Una lectura diferente a la lista de candidatos por firmas a la Presidencia hace el senador y presidente del conservatismo, Hernán Andrade, quien creeque el boom de buscar las rúbricas es alcanzar una mayor identidad con el elector que está cansado de los partidos, pero sostiene que tantos candidatos llevara a que algunos de ellos vuelvan a sus partidos tradicionales.

“Ese es un mensaje político, necesitan las firmas o sino pregúntele a Vargas Lleras. Son las facilidades electorales que le brinda la democracia a los candidatos que recogen firmas. Intentan sintonizarse con la gente. Sin embargo, más de 20 personas recogiendo firmas puede llevar a que algunos de ellos regresen a sus huestes naturales y los partidos tendrán que estar abiertos a esa posibilidad de recibirlos”, indicó el dirigente conservador.

Una situación en tal sentido podría estar sucediendo entre los conservadores y el exprocurador Alejandro Ordóñez, quien desde hace más de tres meses busca un millón de firmas para inscribirse como candidato, pero según contó Andrade, este quiere que algunos dirigentes que impulsan su postulación vayan en las listas al Congreso de los conservadores.

Es decir, el conservatismo podría abrirle las puertas a Ordóñez, quien se fue en mayo pasado. De esta manera, el exprocurador, ante el retiro de Marta Lucía Ramírez, es hoy por hoy la carta con mayor aspiración en esa colectividad. El exgobernador del Valle Ubeimar Delgado y el exministro Rubén Darío Lizarralde son los dos únicos precandidatos en la actualidad.

Aunque no es definitivo que el próximo Presidente de Colombia sea el fruto del apoyo de millones de firmas y las coaliciones, lo cierto es que a los partidos tradicionales les tocará intentar hacer una rápida reingeniería para seguir siendo protagonistas en un futuro.

Por coalición

Los senadores y candidatos presidenciales Jorge Robledo, del Polo Democrático, y Claudia López, de la Alianza Verde, quienes representan un amplio sector de la centro-izquierda del país, han dicho que están trabajando en lograr una coalición, a la que han invitado al exgobernador Sergio Fajardo para llegar a la primera vuelta con opción de ganar a la centro-derecha.

A esa alianza se podría sumar el exnegociador de paz Humberto De la Calle, quien actualmente figura con una candidatura independiente.
De concretarse esa coalición, el candidato presidencial se escogería en una consulta interpartidista.

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