Y siguen las fugas
Mientras otros once menores delincuentes se escapaban esta semana del centro de rehabilitación Valle del Lili en Cali, las autoridades...
Mientras otros once menores delincuentes se escapaban esta semana del centro de rehabilitación Valle del Lili en Cali, las autoridades y entidades encargadas seguían esquivando su responsabilidad sobre la solución definitiva a un problema que lleva ya mucho tiempo sin resolverse. Las 52 fugas que se han presentado en el 2010 son suficiente argumento para saber que ese reclusorio no presenta las condiciones de seguridad que se requieren para albergar a los jóvenes infractores. La ciudad lleva meses oyendo sobre la conveniencia de adecuar la antigua cárcel del Buen Pastor, todos hablan de hacer aportes e incluso se han fijado fechas de entrega. Pero la realidad es que la Alcaldía, la Gobernación y el Instituto de Bienestar Familiar siguen sin concretarse.Y ahí están, como consecuencia, las constantes fugas, que llevan a pensar en el fracaso de las instituciones del Estado en el manejo de los menores delincuentes en Cali.