Fútbol en paz

En Colombia se han firmado muchos pactos de no agresión entre los hinchas del fútbol, que buscan comprometerlos para que mantengan la paz y la tranquilidad dentro y fuera de los estadios.En su mayoría son convenios que terminan siendo letra muerta porque no se respetan.Ahora con el Estatuto del Hincha, que entró en vigencia esta semana, el Gobierno nacional hace un nuevo intento por promover la convivencia pacífica entre los aficionados y entre las llamadas barras bravas. En él están consignados sus derechos y también sus deberes, así como las sanciones que tendrán si transgreden el Estatuto.La pregunta es si esta vez funcionará, o si la sola expedición de normas es suficiente para acabar con la violencia en los estadios.Si no se educa a los aficionados, se les enseña a ver el fútbol como una fiesta deportiva en la que se respeten las diferencias más allá de las pasiones que despierta, ningún estatuto logrará que la tranquilidad retorne a los estadios.