Falsas promesas

Las ‘pirámides’ cuyo desplome colvulsionó al país a finales de 2008 no han logrado erradicarse del todo y continúan embaucando incautos que persiguen la ilusión del dinero fácil y rápido.Las cifras de la Superintendencia Financiera así lo indican: en lo corrido del 2010 se han intervenido varias entidades dedicadas a captar ilegal y masivamente dinero del público.En Putumayo, donde nació DMG, se intervino una fundación y un supermercado de propiedad de un hermano de David Murcia dedicados a recibir dineros de miles de personas, repitiendo el esquema de sus predecesoras. Parece increíble ver que aún hay quienes, por el afán de riqueza fácil, arriesgan su patrimonio al ’invertirlo’ en entidades de papel que prometen multiplicaciones milagrosas. La pobreza que dejaron las pirámides hace dos años, debería servir de lección para no creer las promesas de los embaucadores.