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Ninguna broma

"Son los esfuerzos globales y los actos individuales los que le ganarán la batalla al calentamiento global, producido por la especie humana, que afecta a todos los seres vivos incluido el hombre, y que se debe librar para salvar al Planeta y a la población que lo habita. Lo primero es, en todo caso, dejar de creer que el cambio climático es una broma".

7 de abril de 2015 Por:

"Son los esfuerzos globales y los actos individuales los que le ganarán la batalla al calentamiento global, producido por la especie humana, que afecta a todos los seres vivos incluido el hombre, y que se debe librar para salvar al Planeta y a la población que lo habita. Lo primero es, en todo caso, dejar de creer que el cambio climático es una broma".

“El cambio climático no es una broma”. Con esas palabras, el gobernador de California, Estados Unidos, lanzó una alerta para que no se tome a la ligera los efectos que ya ocasiona el calentamiento global. También fue un llamado de atención a los incrédulos, que niegan su existencia pese a las evidencias y escapan de la realidad en lugar de actuar.La angustia del gobernador Jerry Brown no es gratuita. Su Estado vive la sequía más intensa, lo que ha llevado a expedir un decreto de emergencia que ordena reducir el consumo de agua en un 25%, castiga con multas a quienes malgasten el recurso y da instrucciones para remplazar 4,6 millones de metros cuadrados de jardines ornamentales por otros con plantas que necesiten menos riego. Como quien hace una premonición, asegura que “el tiempo que tenemos en California, hará estragos en otras partes del mundo”.Esa es la parte donde el calor y la sequía generan perjuicios. En el sur del continente, en el desierto chileno de Atacama, la historia es a la inversa. Los vendavales de las últimas semanas, que se creían improbables en el que es considerado el lugar más seco del Planeta, han arrasado poblaciones enteras. El balance habla de 26 personas fallecidas, 120 desaparecidas, 29.741 damnificados y 2.071 casas destruidas por unas lluvias intensas, que nadie esperaba.Ese clima loco es la evidencia de que sí se le ha ocasionado un daño ambiental a la Tierra. Los cambios extremos demuestran que sí existe el boquete que se le ha abierto a la capa de ozono por cuenta de los llamados gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono, y que por ese hueco se filtran de forma más directa los rayos ultravioleta del sol. El calentamiento global es el que hace desvariar las temperaturas de los océanos, produce fenómenos como el de El Niño, incrementa el poder de huracanes y ciclones, hace llover en zonas desérticas y tiene en sequía a las regiones húmedas.De esa incoherencia climática no se salva ya ningún país. Colombia lo vive por estos días con las granizadas bogotanas que dejan moles de hielo hasta de un metro de altura y que desploman techos; Cali ha padecido las inundaciones por los fuertes aguaceros que en cuestión de minutos colapsan la ciudad. Y los ejemplos se repiten en ciudades, regiones y naciones diferentes.La solución siempre es la misma: concretar las políticas internacionales y emprender las acciones gubernamentales que se requieren como reducir la emisión de gases contaminantes a cero antes de finalizar el siglo. O acabar con la deforestación de bosques en Colombia a la vuelta de 5 años con lo que el país conseguiría reducir en un 50% el dióxido de carbono que se genera por la tala de árboles.Lo que se debe hacer ya se conoce. Son los esfuerzos globales y los actos individuales los que le ganarán la batalla al calentamiento global, producido por la especie humana, que afecta a todos los seres vivos incluido el hombre, y que se debe librar para salvar al Planeta y a la población que lo habita. Lo primero es, en todo caso, dejar de creer que el cambio climático es una broma.

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