Mascotas o seres humanos 496058

Quiero compartir con mis lectores el siguiente correo que me llegó hace tres días:“Mi nombre es Andrés Montoya y junto con mi hija ‘Jackara’ de raza Jack Russell, necesitamos por favor su ayuda en el siguiente caso:Hoy, sábado 02 de enero de 2016, fuimos a Alkosto (Pasoancho) a solicitar un crédito para la compra de un electrodoméstico; sin embargo, como el ingreso de mascotas es restringido, ella tuvo que esperarme afuera, amarrada en el establecimiento cerca a la puerta, en la zona de entrada, contiguo al estacionamiento Accesible para personas con movilidad reducida.Posteriormente, pasado un momento de haber ingresado, se presenta la situación en que un niño de cinco (5) años quien andaba con su padre, que en un descuido permitió que su hijo se acercara demasiado a mi hija, vulnerando su espacio, hostigándole y provocando, sin intensión, un ataque defensivo, siendo mordido en su cachete y por consiguiente, remitido a cirugía plástica durante la atención del accidente presentado.En este momento mi hija se encuentra detenida, encerrada en la estación de Policía Nueva Floresta, prisionera por esta situación, ni siquiera la dejan ver, ni darle comida o agua y, aunque ya tienen todos mis datos y copia de su carnet de vacunas ‘al día’; no la quieren dejar salir y por el contrario, dicen que el lunes la van a enviar a el centro de Zoonosis donde la dejarán en observación por diez (10) días, fuera de su hogar, donde siempre ha sido bien cuidada y educada.He pasado toda la madrugada esperando y acompañándola para que no se sienta mal y además, porque soy una persona con discapacidad, quien emocionalmente se apoya en su compañía y afecto que todos los días incondicionalmente me ofrece.Por favor, si nos pueden ayudar estaremos muy agradecidos. Gracias por su amable atención y compresión”.Con todo el respeto que me merece el señor Montoya y entendiendo su condición de discapacitado, creo que una cosa es una hija y otra cosa es una perra, que es el femenino de perro, para que no nos llevemos a malas interpretaciones. Jackara es una perra de la raza Jack Rusell que atacó a un niño de 5 años -como el mismo Montoya lo afirma- porque según él, vulneró el espacio de su hija es decir de su perra, la hostigó y la provocó lo que hizo que le mordiera el cachete al niño en un ataque defensivo y sin intención (!).Me parece que estamos llegando a extremos de insensatez en esto de los perros y las mascotas y los amos o dueños de las mismas -como el señor Montoya- tienen que tener sindéresis. Una cosa es un ser humano, con todos los defectos que se quiera y otra un animal que como el caso de Jackara le atestó tremendo mordisco -repito- a un niño de 5 años en las circunstancias anteriormente narradas.Esta novela, para llamarla de alguna manera, me parece un exabrupto. ¿A tales extremos hemos llegado? ¿O será que Montoya tiene la razón?