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Trump y Colombia

Dos anuncios fundamentales obligan una reflexión sobre la relación Estados Unidos-Colombia en la era Trump.

24 de marzo de 2017 Por: Fernando Cepeda Ulloa

Dos anuncios fundamentales obligan una reflexión sobre la relación Estados Unidos-Colombia en la era Trump. En primer lugar, la presentación del Presupuesto, donde se fortalecen algunas políticas y se debilitan otras. Y en particular, se debilita la ayuda exterior y el papel del Departamento de Estado. El segundo anuncio se refiere al informe muy negativo sobre la situación de los cultivos de droga en Colombia (principalmente coca y amapola), el aumento del consumo en Estados Unidos y el duro impacto sobre algunos sectores de la población. ¿Peor que cuando se inició el Plan Colombia?

Ha habido silencio ensordecedor sobre qué dice el presupuesto con respecto a la ayuda prometida a Colombia por Obama, el programa ‘Paz Colombia’ (algo más de 450 millones de dólares). Ello es sorprendente, dada la relevancia que tiene para lo que se consideró el mayor éxito de política exterior de Estados Unidos en los últimos quince años, o sea el ‘Plan Colombia’.

Cuatro Profesores prepararon un documento para ofrecer los datos y argumentos que justificaban semejante evaluación. Dan Restrepo, Frank O.Mora, Brian Fonseca y Jonathan D. Rosen. El documento, que tiene más de noventa citas bibliográficas y tan sólo doce páginas, se titula ‘Los Estados Unidos y Colombia, de socios en la seguridad a socios globales en la Paz’. Luego de describir la crítica situación que vivía Colombia cuando tenía el liderazgo mundial en el número de homicidios y de secuestros, explica cómo la colaboración Estados Unidos-Colombia permitió a Colombia desarrollar la estrategia que produjo positivo cambio en el ambiente político, social, económico y de seguridad. Así se creó una coyuntura favorable para que el cuarto intento de negociaciones con las Farc tuviera éxito.

Este documento que abunda en datos y evaluaciones positivas, concluye que ahora se cuenta con una plataforma que le permite a Estados Unidos y a Colombia expandir su trabajo conjunto para lidiar con amenazas comunes. Mucho que celebrar y mucho todavía por hacer, dicen los autores.

Un año después de la conmemoración de este éxito en la Casa Blanca (4 de febrero de 2016), la situación parece ser (ojalá no sea así) muy diferente. El general MacCaffrey, inspirador del Plan Colombia, no ha vacilado en afirmar, en entrevista (Marzo 20) para el Informativo Cuotidiano del ‘Diálogo Interamericano’, que “Colombia se convertirá en un narco-estado”. Difícil concebir declaración más contundente y dramática. Me sorprende que nadie la haya recogido en Colombia. Y eso dicho en Washington por personalidad tan reconocida, tiene muchísimo significado. Es un mensaje que de alguna manera coincide con la plataforma electoral del Partido Republicano que, en su página 50, dice así: “Afirmamos nuestra admiración por el pueblo de Colombia y llamamos al Congreso Republicano para que exprese su solidaridad con su lucha de varias décadas contra las Farc terroristas. Su sacrificio y sufrimiento no debe ser traicionado por el acceso al poder de asesinos y señores de la droga”. Otra afirmación que no se ha debatido. La perplejidad nos asiste frente al Informe del Departamento de Estado, al Presupuesto anunciado y a las implacables declaraciones del general MacCaffrey, que ponen patas arriba lo que se celebró el 4 de febrero.

El indeclinable compromiso colombiano de luchar contra las drogas ilícitas, es clave en la actual coyuntura. Aquí no caben vacilaciones.

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