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Instantáneas

Para cambiar el pasado necesitamos menos memoria y más imaginación.

10 de diciembre de 2017 Por: Carlos Duque

Diciembre, mes del amor, la reconciliación y los buenos deseos de paz que no practicaremos en el próximo año.

Temporada de fiestas de fin de año de las empresas en las que se alborota el acoso sexual.

Navidad, época de la natilla, los buñuelos, los regalos y los niños quemados.

Y ahora, como todos los finales de año, el deprimente espectáculo de la negociación del salario nimio.

Realidad es todo lo que sucede detrás de cámaras.

Trump se adjudicó la autoría de la bomba política que explotó en el corazón de Jerusalén. Aún no se conoce el número de víctimas.

“Trump ha abierto las puertas del infierno”, –Ismail Haniye líder del Hamás.

Despiértenme cuando lleguemos al 2018.

Los terremotos y el enamoramiento son imposibles de predecir y de evitar.

Esa misteriosa facultad que tienen algunas personas de irse de jeta con elegancia y alegría.

Qué vergüenza, no solo se les niega las curules a las víctimas sino que están asesinando a sus líderes.

No es el vehículo el que te lleva; es el camino.

Para cambiar el pasado necesitamos menos memoria y más imaginación.

Que el problema de las listas cerradas es que necesitan estar encabezadas por líderes fuertes o partidos sólidos, y el de las listas abiertas es que necesitan plata, mucha plata. Y así.

Sigue en Twitter @_carlosduque

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