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Ser cómplices, batallar por la familia 
y admirarse mutuamente, claves para que su relación amorosa siga firme.
Ser cómplices, batallar por la familia y admirarse mutuamente, claves para que su relación amorosa siga firme. | Foto: Foto suministrada por Taliana Vargas

Política

Taliana Vargas, una gestora social de lujo

La exreina colombiana habla de su esposo, el nuevo alcalde de Cali, Alejandro Eder, de la campaña, de sus hijos, del nuevo rol que asumirá. Perfil de una mujer polifacética, sensible, creyente y echada para adelante.

5 de noviembre de 2023 Por: Redacción El País

Por Meryt Montiel e Isabel Peláez

La samaria Taliana Vargas Carrillo se convertirá desde el primero de enero de 2024 en Gestora Social del municipio de Santiago de Cali. Lo primero que la exvirreina universal de la belleza desea advertir es que quiere que los caleños sepan que en esa labor no manejará “un solo peso público”.

Eso sí, dice, puede poner toda su experiencia de diez años al frente de su fundación ‘Casa en el árbol’, en la que trabaja por las mujeres, los niños y los jóvenes. Podrá, además, encontrar recursos internacionales y privados para fomentar proyectos.

“Para mí, Cali es el corazón productivo del país, es la ciudad creativa de Colombia, de grandes diseñadores, grandes creativos, de la cultura, tiene un potencial enorme. Apoyaré a mi esposo en todos estos temas por la experiencia que tengo como gestora social, que ya lo soy, desde hace diez años. Y seguiré en mi carrera pública con mis marcas, con mis sueños”, comentó en su visita a El País, donde habló sobre sus diversas facetas de manera auténtica y descomplicada.

Taliana Vargas asegura que ella es quien impone las reglas con los hijos. Su esposo es el que alcahueta.
Taliana Vargas asegura que ella es quien impone las reglas con los hijos. Su esposo es el que alcahueta. | Foto: Foto suministrada por Taliana Vargas

Mujer auténtica

¿Cuáles fueron esos momentos de más estrés o tristeza durante la campaña política?

La gente cree que fue al final, pero no. Yo digo: le metí turbo espiritual (risas). Siempre he sido muy creyente, pero estos dos meses fui, literal, ‘turbo’. O sea, dupliqué oraciones, dupliqué mi hora en el Santísimo, mi eucaristía diaria, mi rosario diario, y eso me sostuvo con una paz y con una certeza de que no es el plan de uno sino el plan de Dios y que había que bendecir al que estaba haciendo daño. Si Jesús vino y sufrió siendo el único Hijo de Dios y lo crucificaron, ahora uno no va a aguantar los tramacazos. Hay que aguantarlos y pa’ lante; más, si es una misión de Dios.

Como pareja, ¿a qué convenios llegaron antes de la campaña?

Nosotros nos enamoramos hace diez años por esa convicción social que compartimos los dos. Me preguntan: Taliana, te pudiste enamorar de cualquier hombre del mundo, ¿por qué Alejandro? Y siempre digo, por su sencillez, por esa coherencia de pensar en el otro por encima de uno. Recógeme a todos los protagonistas de novela guapetones esos y no, me quedo con esa coherencia, con esa sencillez, con un hombre lejos de la vanidad, lejos de tantas cosas mundanas y con la mente puesta en un bien común tan grande, y eso es lo que nos mantiene unidos: la admiración. La decisión de lanzarse otra vez a la Alcaldía de Cali fue una decisión de pareja, porque yo creo en el por qué hace esto y en el para qué.

¿Cuál es la Cali con la que usted sueña, que pueda impulsar este nuevo gobierno?

Sueño con esa Cali maravillosa para nuestros hijos, una Cali segura, culturalmente rica, esplendorosa, una Cali donde se sienta que es la Sucursal del Cielo, donde se le dé la mano a la mujer, donde se curen los corazones rotos, donde se sienta la esperanza, donde se pueda caminar tranquilo, esa es la Cali que todos queremos.

¿Cómo es Alejandro Eder de puertas para adentro?

Muy sencillo. Es un hombre básico, lo que admiro, valoro y agradezco mucho. Uno bien vanidoso y dos vanidosos en la casa, ay, no, qué jartera. Es un hombre muy amoroso, besucón, tanto con los niños, como conmigo. Un gran esposo. Tenemos una relación compacta porque somos compañeros de vida, cómplices, nos apoyamos el uno al otro, yo recaigo en él y él recae en mí.

Cuando tienen un disgusto, ¿quién es el más propenso a pedir cacao?

Yo podría ser, como buena mujer, más explosiva, sensible y dramática; él es mucho más racional y tranquilo. Él busca la reconciliación más rápido. Sí, él es como que... se le va a pasar en cinco, cuatro, tres, dos, uno. ¿Terminaste? Ok. Listo. Ay, perdón. Seguimos. Ok. ¿Hombres, no? Son mucho más básicos y uno sí, todo sensible (risas).

¿Ha incidido en la relación la diferencia de edad?

Ay, no, son apenas diez años, ni que me llevara 20 pues. Para mí es perfecto, yo no me imagino con un pelado. A mí me gustan los hombres maduros, inteligentes, comprometidos. Para mí ha sido perfecto y nos ha funcionado de maravilla.

¿Y cuál es el más vanidoso?

Yo, obviamente. Él es muy sencillo, tiene tres camisas del mismo color.

Usted no parece vanidosa... Se ve bella y muy natural.

Sí, soy natural, pero ajá, me cuido.

¿Tiene una dieta especial?

En mí no existen las dietas hace mucho tiempo, porque uno tiene que tener una relación sana con la comida y saber que es para cuidar el cuerpo. Para mí es un tema de salud y ya conozco: en mi mente están las porciones adecuadas que debo comer de carbohidrato, de proteína, de vegetales; sé la importancia de la fibra, como muy saludable.

¿Cuántos años tienen sus niños?

Alicia María tiene 4 años y Antonio Alejandro, 3.

Fueron seguiditos…

Alicia tenía siete meses cuando quedé embarazada de Antonio, pero es lo mejor. Fue durísimo tener dos bebés, yo decía: ¿Qué es esto tan duro? Pero hoy ellos todo lo hacen juntos. Duermen juntos, se bañan juntos, van al colegio juntos, juegan juntos, hacen todas las actividades juntos, siempre están acompañados. Ha sido una bendición.

¿Y han decidido parar allí?

Pues mira, ya he perdido varios bebés y cuando me entra el anhelo de bebés, Dios me pone en mi corazón: ‘ayy, Taliana, la cantidad de bebés que te va a tocar cuidar ahora’. Entonces digo, okay, okay, entiendo (risas). Tengo que estar primero bien para mis hijos, para mi esposo y ahora para Cali.

¿Quién es el que impone las reglas y quién el más alcahueta?

Yo pongo las reglas y él es el alcahueta consentidor. No es justo, pero bueno (sonríe).

Dice la canción: ‘la mujer que cocina bueno pone al marido contento’. ¿Cómo hace feliz a Alejandro?

Noooo, se me quema el agua. No sé hacer ni arroz. No, no me pidan tanto, esto es lo que hay (risas). Soy una mujer empresaria que me he dedicado toda mi vida a trabajar, no a ser ama de casa, no sé cocinar, pero administro muy bien mi hogar, entonces la comidita está sabrosa, criolla, deliciosa, en el momento que tiene que estar, gracias a mi administración profesional (sonríe).

Y si hay ají en la casa está contento porque a su esposo le encanta…

A ese ‘man’ es fácil tenerlo contento. Le zampo unas lentejas y le pongo un huevo frito encima y queda feliz. Así que no hay problema (risas).

Taliana no ha ocultado sus enfermedades, sus luchas, sus accidentes. ¿Qué le ha enseñado la vida de todo esto?

Yo siempre me he sentido tan real, tan humana y creo que los valores en mi casa me han permitido ser lo que soy. Obviamente, soy una mujer muy privilegiada, pero también muy en contacto con la realidad en la que vivimos. Llevo muchos años trabajando con mujeres, sé por lo que pasan y sé que soy un referente de muchas cosas. Cómo no compartir desde la verdad lo que nos pasa, por qué voy a ocultar las cosas negativas si eso es lo que nos hace mejor personas, nos hace crecer, nos empodera, nos hace sentirnos más conectados con el otro. Por ejemplo, el tema del vitiligo cuando yo lo compartí, millones de personas me escribieron y me escriben: ‘Taliana, gracias, era el mensaje que necesitaba’. ¿Tú crees que Dios me hizo a mí figura pública solamente para mostrar vestidos? Estoy segura que no, tengo una responsabilidad con las personas, por eso comparto las cosas que me han pasado porque no solamente me conecta con ellas mucho más a fondo y de forma real, sino que esa es la vida. ¿Por qué tenemos que hacer creer - yo no sé si son las redes sociales o qué - que todo es perfecto? Nooo. Desde la perfección uno no encuentra nada, uno aprende de los momentos difíciles y de pararse y seguir pa’ delante.

Taliana Vargas convocó recientemente a todas las niñas en Cali bautizadas con su nombre.
Taliana Vargas convocó recientemente a todas las niñas en Cali bautizadas con su nombre. . | Foto: Foto suministrada por Taliana Vargas

Reina en campaña

Después de dedicarse a apoyar activamente a su esposo Alejandro Eder, en su camino a la Alcaldía de Cali, Taliana Vargas aún no sabe cuántos días le dedicará al descanso, incluso, duda si ese momento llegará. “Esperemos que llegue, pero ganó Cali, lo sentíamos en la calle, aunque no veíamos que ese apoyo sería tan trascendental. Estoy muy contenta, con mucha paz, con la sensación del deber cumplido. Lo dimos todo, hasta el último minuto. Alejandro llevaba cinco años caminando Cali. Hasta el final le decían: ‘Así no se hace política, tienes que tener estructuras políticas, aliarte’ y él, con su coherencia respondía: ‘Voy a hacer las cosas así y si no gano, pues no gano, pero no voy a desvirtuar los valores de casa por nada’. ¡Y sale esta votación! Es una certeza del amor de Dios. Él era quien nos empujaba y nos decía: ‘Sigan, no se rindan, sigan’. Con cada una de esas noticias falsas, uno se quería derrumbar. Y Dios da nuevas fuerzas”.

A pesar de todo siguieron adelante. “Dijimos, metámonos en el asador, que nos asen, porque esto de meterse en la política es espantoso. Debo admitir que antes de comenzar tenía miedo. ¡Dios mío! Los enemigos se veían enormes, pero el bien y la verdad son más grandes y cuando uno está con Dios tiene que confiar. Seguro vendrán momentos difíciles, pero estoy en los gloriosos, llegó el momento de actuar para los demás”.

Sobre los memes de los que fueron víctimas en campaña, como en el que los comparaban con los personajes de la telenovela Chepe Fortuna, que ella protagonizó, confiesa: “Como imagen pública que soy hace mucho tiempo, sé lidiar con esos ataques. Pero les voy a leer un tuit muy bonito, con el que hasta los haters dijeron: ‘ay, esta vieja no cayó’. Y procede a leerlo: “Taliana, a pesar de la violencia y del hostigamiento de los violentos petristas, te mantuviste firme y ahora Cali tiene una gestora social de lujo. Este triunfo es tuyo, con el respeto de Alejandro que es excelente. Nunca le bajaste a la fuerza ni a la fe. Te queremos”.

Advierte que no se enfocó en los haters: “¿Cuánta gente te está apoyando, tiene fe en ti y viendo lo que tú eres como ser humano por encima de otra cosa? ¿Por qué enfocarme en tres haters? No me quitan el sueño. Lo demostré en campaña y así será en los próximos cuatro años”. Dice que junto a su esposo tienen un fin más grande: “Transformar a Cali, revivirla, darle oportunidades, que Alejandro maneje lo público, no hay persona más preparada para eso”, sostiene convencida.

Pese a su popularidad, tampoco está en sus planes convertirse en una Evita Perón. “A mí déjame aquí al ladito. Nunca soñé con cargos públicos. Si puedo acompañar a mi esposo haciendo grandes transformaciones sociales y en darle un vuelco y una esperanza a la ciudad, estoy a su lado. Pero administrar lo público es muy complicado, no estoy preparada. Y aunque decían en chiste, ‘¿Taliana dónde está en el tarjetón’? y uno se reía, Alejandro es quien está preparado para eso, lleva 20 años haciendo las cosas correctas en el sector público. Estuvo ocho años en la Presidencia con cero investigaciones, montó una agencia catalogada como la mejor del país, sabe montar proyectos, equipos. ¿Que cómo haré para combatir la corrupción? No. No tengo idea de eso. Al César lo que es del César. Por eso con tanta convicción apoyé a mi marido, sé el diamante en bruto que es y todo lo que le pueda ayudar a una ciudad”.

Un accidente que sufrió en julio pasado la hizo reflexionar mucho sobre su vida. “Me salvé de milagro. Fue a una cuadra de la iglesia, en un cruce en X, había muchos carros parqueados. Hicimos el pare, pero otro carro venía a toda y ¡pum! Los carros se volvieron chicuca. A nosotros no nos pasó nada”. Agradece que no iban los niños, acababa de dejarlos en el club, iban ella y el conductor. Sintió que debió hacer un balance: ‘A ver, ¿cuánto amor dio en esta vida?’. Y yo dije, ‘ay, hijuepúchica’. ¡Qué susto! ¡Cuánto tiempo perdemos pensando solamente en uno y no pensando en los demás!”.

Le encanta bailar.  Aquí con Jhon Rodríguez, uno de los bailarines de Delirio.
Le encanta bailar. Aquí con Jhon Rodríguez, uno de los bailarines de Delirio. | Foto: Foto suministrada por Delirio

Con el ajetreo político, no ha tenido mucho tiempo para dedicarse a ella, “llevo tres meses sin hacer ejercicio, me encanta ir al gimnasio, por 45 minutos. Me gusta hacer pesas, al músculo le hace bien y uno comienza a quemar grasa. Me encanta el baile. Una vez por semana bailo con profesores de Delirio, me fascina. Jhon (Rodríguez) es mi profesor, somos un grupo de mujeres que bailamos”.

La primera representante del Magdalena en ser Señorita Colombia, en 2007, y se convirtió en virreina en Miss Universo, en Vietnam, en 2008, sigue teniendo cuerpo de reina.

Víctor Manuel García, director del portal Víctor Paparazzi, la describe como una mujer “muy amable con la gente. Le gusta la labor social, no es algo impostado. Como reina hizo una gran labor, se preocupó por la problemática de la niñez, de las mujeres, de la gente necesitada. Ahora como gestora social está más que lista para asumir su labor. No es una pose, le gusta compartir con la gente, ser empática, hablar y sabe escuchar”.

Según García, “Taliana nunca tiene una mala cara para compartir con otros, aún como modelo y actriz cotizada, siempre ha sido la misma”.

Taliana Vargas y Alejandro Eder,  junto a sus hijos Alicia María, de 4 años,
 y Antonio Alejandro, de 3.  La pareja lleva diez años en una armoniosa relación.
Taliana Vargas y Alejandro Eder, junto a sus hijos Alicia María, de 4 años, y Antonio Alejandro, de 3. La pareja lleva diez años en una armoniosa relación. | Foto: Fotos suministradas por Taliana Vargas

Una linda pareja

Taliana Vargas Carrillo y Alejandro Eder se conocieron gracias al exmánager de Enrique Iglesias, de Juanes, y de la exreina misma: el experiodista Fernán Martínez Mahecha.

El payanés los presentó en el estreno de la telenovela del Canal Caracol ‘Rafael Orozco, el Ídolo’, de la cual esta samaria, a la que no le gusta mucho el vallenato, fue protagonista.

Fue cuestión de solo segundos. Taliana estaba tan cansada de atender la prensa durante todo el día, de tanto trajín, que “no le paró bolas” al joven que le habían presentado.

En cambio, el joven, hoy alcalde electo de Cali, que andaba descansando en Cartagena por insistencia de un primo, quedó flechado. Pidió a Martínez que le compartiera el celular de Taliana. Pero este le advirtió: Taliana no es de esas mujeres que tú le vas a poder estar escribiendo, así nada más. No la llames, porque te tira el teléfono.

Entonces, planearon entre los dos hombres una ‘emboscada’. Fernán Martínez llamó a Taliana para que le mostrara el proyecto social que tenía en mente desarrollar: La Fundación Casa en el Árbol, iniciativa de la que por mucho tiempo ella le había hablado, le había insistido hasta el cansancio, pero él nunca le había prestado atención.

Esta vez, supuestamente, deseaba escucharla para analizar el proyecto y concretarlo.

Pero antes, el representante caucano, cual cupido, aconsejó a Eder que cuando conversara con Taliana le “hablara de santos, de religión, que eso es lo que a ella más le gusta y Alejandro, muy juicioso, hizo la tarea”.

Taliana llegó con la directora ejecutiva del proyecto, con computador y con todo el entusiasmo le explicó a Martínez la iniciativa: la misión, las estructuras, todo. Su mánager solo escuchaba y no decía nada. Y al final de la intervención de la modelo y exreina le dice: “¡ Ay! Yo tengo un amigo que te puede ayudar mucho con esto. Pues el amigo al minuto y medio tocó el timbre, o sea, estaba esperando abajo”.

Se trataba de ‘Pando’, como le dicen los más cercanos a Alejandro, quien fue presentado a Taliana por Martínez, como “este es un amigo que te puede ayudar con tu proyecto, él sabe mucho de temas sociales”.

De las primeras cosas que me dijo, recuerda esta devota de la Virgen María, fue que su mentora era una monja franciscana, en el Distrito (de Aguablanca, en Cali), la hermana Alba Estela Barreto, que ya murió, que fue su mentora espiritual y social; que creó junto a ella las Casas Francisco Esperanza (programa con niños, niñas y jóvenes que busca, entre otros objetivos, prevenir su vinculación al microtráfico o a bandas delincuenciales).

Con esa voz dulce y la emoción que le produce la admiración por su esposo, Taliana resalta que Alejandro Eder desde que tiene 18 años está inmerso, trabajando en proyectos sociales. “Tiene esa vena social, ha dedicado su vida a esto, cuando él pudo ser un hombre empresario, dedicado a lo que quisiera. Desde muy temprana edad supo que lo que quería era servir”.

Con ese discurso inicial, el caleño “le dio en la yugular” a la espigada y hermosa costeña. “Y le funcionó. Ya llevamos diez años”, rememora riendo.

Una década de estar juntos amándose, y admirándose mutuamente. Siendo padres de sus dos pequeños hijos Alicia María, de 4 años, y de Antonio Alejandro, de 3; actuando como cómplices; haciendo realidad lo que es un matrimonio: “Son dos almas que se unen para apoyarse la una a la otra”, como lo describe Taliana.

Su prioridad son sus hijos, la familia, que como lo asegura la también empresaria, “es el eje de la vida, de la sociedad, de todo. Entonces, hay que protegerla por encima de todo”.

Por esa forma de ser y de pensar tiene aún bien ‘tragado’ a su marido, quien destacó en entrevista con El País que se hoy se siente muy enamorado de su mujer por esa “entrega por nuestra familia, por su esposo, por Cali y por devolverle a la vida”.

Es por eso que cuando tienen algunas diferencias como pareja, él, generalmente, no tiene ningún inconveniente en ser el primero en buscar la reconciliación. Revela Alejandro Eder que le pide ‘cacao’ a su esposa “bajando la mirada y diciéndole: ay, perdón”, confiesa entre risas.

Entre tanto, ella se siente agradecida de tener a su lado un hombre tan sencillo, inteligente, comprometido y amoroso con ella y sus dos hijos y “cero machista”.

Es súper feminista y se desvive por sus hijos, añade la modelo. “Él fue el primero que le cambió los pañales a sus hijos. En el parto cortó ombligo, lavó bebé, le puso la ropa, él quiso encargarse de todo. Tú sabes que hay hombres que ni de fundas hacen eso. Él no. Fue súper involucrado”.

Para salir de la rutina les gusta caminar, hacer hiking (senderismo). “Nos encanta subir las lomas, hacer ejercicio al aire libre... Cuando estamos en contacto con la naturaleza decimos: ‘ay, lo necesitábamos”. También se entienden bailando. Cuando se le pregunta a la exreina qué tal le va a una costeña y a un caleño en la pista de baile responde, risueña: “Perfecto. Alejandro dice que los caleños son costeños de agua dulce y en verdad, tiene sabor. No es como estar casada con cachaco, no, no. Eso pega, eso pega”.

Dato clave

Taliana Vargas protagonizó la telenovela ‘Rafael Orozco, el Ídolo’ y Chepe Fortuna; participó en el reality Bailando por un Sueño. Ha sido modelo e imagen de diversas marcas.

Más de Taliana

Su prima Mema Carrillo la describe como una mujer demasiado inteligente y con capacidades en diferentes aspectos muy desarrolladas. “Es muy intuitiva, muy detallista, tiene demasiado amor para dar y su forma de mostrar su amor son los detalles, de regalitos, pero al mismo tiempo, es detallista en ver cosas, en cogerlas todas en el aire y y eso la lleva con su intuición a ser muy aguda, a ser capaz de entender contextos rápidamente, a acomodarse a estos, a esas coyunturas, a evolucionar y sacarlo todo adelante. Tiene una capacidad ejecutora buenísima y desde el amor y desde lo que ella sabe que es y sus capacidades, es una mujer que logra cosas enormes”.

Taliana revela que los ayunos espirituales que hace los días miércoles y viernes la ayudan a mantenerse súper balanceada. “Me ayudan a controlar la ansiedad por la comida, dejo de comer cosas y complemento con mucha oración. Me doy gustos de vez en cuando”, sostiene.

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