¿Será obligatorio hacer un curso para tener mascotas en Colombia? El proyecto de ley que busca la protección de los animales domésticos

Las mascotas se han convertido en protagonistas de varias iniciativas legislativas en Colombia. La más reciente surgió en la Comisión Quinta de la Cámara de Representantes y busca establecer un curso obligatorio para tener animales domésticos de forma responsable.

La iniciativa presentada por el senador del partido Conservador Nicolás Echeverry y el representante a la Cámara Andrés Felipe Jiménez de la misma colectividad pretende crear conciencia sobre la responsabilidad que acarrea cuidar a las mascotas y brindar herramientas para su protección. La propuesta, además, contempla que el Ministerio de Ambiente se encargue de coordinar estos cursos, que se dictarían de forma virtual y gratuita.

El proyecto de ley incluye incentivos para la lucha contra el maltrato de los animales, así como la promoción de la adopción, vacunación, esterilización, cría y venta de los animales domésticos que conviven con personas.

Otro de los puntos de la iniciativa es crear el Registro Nacional de Propietarios de Animales Domésticos para contar con una base de datos que permita a las diferentes entidades planear campañas para divulgar los derechos de las mascotas y las obligaciones de sus propietarios.

El documento presentado al Congreso advierte que pese a la normativa vigente en el país, las estadísticas de maltrato animal son alarmantes. Solo en el Bogotá, “según datos del Grupo de Enlace de Urgencias Veterinarias y Maltrato Animal, durante el año 2020 fueron registrados o creados, a través de la línea de atención a emergencias 123, un total de 29.419 incidentes relacionados con animales”.

La ponencia fue adelantada por el representante conservador del departamento de Cundinamarca, Julio Roberto Salazar, quien aseguró que “este es un proyecto muy noble y muy bonito, que surge de la necesidad de crear conciencia sobre la responsabilidad que implica hacerse cargo de un animal de compañía, para darle herramientas y conocimientos valiosos a sus tenedores y de paso proteger los derechos de los animalitos”.

Aunque el proyecto tuvo acogida unánime, los representantes hicieron sugerencias para las sesiones venideras. Para el representante de Santander por el Centro Democrático, Oscar Villamizar, “debe especificarse quién será la entidad encargada de hacerlo realidad, no queda claro si realmente el Ministerio de Medio Ambiente tiene el alcance para hacerlo o si le corresponde al Ministerio de Salud o al ICA”.

Entretanto, el representante del partido Liberal del departamento de Caldas, Octavio Cardona, pidió ser cuidadosos para que estos requisitos no se conviertan en una carga para los propietarios y que, en lugar de promover la tenencia responsable, se incrementen las cifras de abandono o empeore la labor de las adopciones.

Superada la fase inicial en la Comisión Quinta, el proyecto seguirá el trámite legislativo en la plenaria de la Cámara de Representantes, lo que implica un avance significativo hacia la protección y promoción del bienestar de los animales domésticos en el país.

¿Las mascotas son familia?

La Sala Cuarta de Revisión de la Corte Constitucional convocó a una audiencia pública técnica para resolver una acción de tutela derivada “de la doble connotación que ostentan los animales de compañía”.

La idea del alto tribunal, representado esta vez por el magistrado Jorge Enrique Ibáñez, es determinar “cuáles son los principales retos o problemas jurídicos” que existen al entender a las mascotas como seres sintientes y, a la vez, bienes respecto a los que “se predican derechos reales”, como la propiedad o la facultad de poseerlas.

La semana pasada, un divorcio encendió el debate sobre el posible rol de las mascotas como familia. Como la idea no es solo pronunciarse frente al caso concreto, el alto tribunal busca argumentos que pudiesen aplicarse a otros procesos similares. Es decir, el objetivo de la Constitucional es determinar si para la justicia las mascotas son parte de un núcleo familiar o si, siendo seres sintientes, son también bienes.