"Recibí la vacuna y no me pasó nada": joven de 16 años

Dayana Vargas tiene 16 años y anda feliz como cualquier adolescente. A los 14 años recibió su primera dosis en la Institución Educativa Panebianco Americano de Poblado Campestre, en Candelaria.

El País dialogó con padres de familia y sus hijas que han recibido la VPH. Tanto unos como otras reportaron que siguieron su vida normal y gozan de cabal salud.Dayana Vargas tiene 16 años y anda feliz como cualquier adolescente. A los 14 años recibió su primera dosis en la Institución Educativa Panebianco Americano de Poblado Campestre, en Candelaria. Le fue tan bien que no recuerda la fecha, solo que fue en julio o agosto de 2012.Y en el verano de 2013, le repitieron la dosis. De ambas ocasiones solo recuerda que le dio un dolorcito en el lugar de la inyección y un adormecimiento en el brazo, que pasó un momento después y recuperó el movimiento rápido.“A la mayoría del salón las vacunaron, a las mayores de 14 años en adelante –pero a las más chiquitas no– y a nadie le dio ningún malestar”, dice esta jovencita.Con relación a la situación vivida en El Carmen de Bolívar, comenta: “Me parece raro eso, si acá nos vacunaron a todas y no pasó nada, ¿por qué iba a pasar en otro sitio? Sentimos un alivio. Eso es extraño”.Yurani Duarte, madre de una niña de 13 años, dice que a su hija le aplicaron la primera dosis de la VPH en el Colegio Policarpa Salavarrieta de Cali y no recuerda que haya sentido ningún malestar.La segunda dosis le fue administrada en 2013 en el colegio. “Me mandaron a firmar una autorización, con eso la vacunaron y está muy bien gracias a Dios”, dice.