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Opinión: ¿Continuidad o cambio en las elecciones presidenciales?

El analista Fernando Cepeda Ulloa, nos presenta su reflexión ad portas de la primera vuelta.

25 de mayo de 2014 Por: Fernando Cepeda Ulloa

El analista Fernando Cepeda Ulloa, nos presenta su reflexión ad portas de la primera vuelta.

El discurso político en la campaña, tan plagado de altibajos, no planteó con claridad lo que está en juego. Si, como dice el presidente Santos, debe haber continuidad (hemos hecho mucho… pero falta mucho por hacer) y ello con especial referencia a la paz, o sí de lo que se trata es de cambiar esta y otras políticas públicas. La candidata Clara López, del Polo Democrático, plantea el cambio del modelo. Implica que vamos por mal camino pero en el tema de paz no propone cambio sino continuidad.Suena paradójico, pero no lo es. Enrique Peñalosa se proclamó candidato antipolítico, pero a raíz de la “guerra sucia” cambió su discurso y atacó con su propia voz tanto a Santos como a Óscar Iván Zuluaga. Estrategia electoral que, con otras formas, adoptaron los demás candidatos. En río revuelto, cada uno pesca los votos que más pueda.Martha Lucía Ramírez, víctima de las ambigüedades de su partido y de las tardanzas del Consejo Nacional Electoral, CNE, hizo una campaña que revela sus virtudes: perseverancia y determinación. La votación para el Congreso dejó al Partido Conservador con el privilegio de jugar un papel decisorio tanto en la campaña presidencial como en la gobernabilidad de la próxima administración. Semejante perspectiva halagadora se desvaneció. Ramírez trabajó bien, pero pudo llegar más lejos si contase con la plena solidaridad de los parlamentarios de su partido y decisiones oportunas del CNE.La dinámica política derivó, en vísperas de la primera vuelta, en una confrontación Santos-Zuluaga, que por momentos fue Santos-Uribe y en la segunda semana de mayo, Gaviria-Uribe. Ahí quedó demostrado lo que muchos negaban, o sea, el impacto que la estrategia del expresidente Uribe tendría sobre las presidenciales. Al encabezar una lista cerrada puso al Centro Democrático como principal contendor de Santos y la paz. Fenómeno que solo se percibió después del receso de las encuestas. Estas dieron lugar a unos análisis que no correspondían a la realidad política antes de marzo. Crearon el artificio de que Santos podía ganar en primera vuelta. Las carátulas de la revista Semana cinco semanas antes de la elección de Congreso, establecían que el Presidente superaba por mucho a los demás candidatos. Entonces nadie despegaba. Pero es que todavía no había comenzado la campaña presidencial que legalmente arrancó el 6 de marzo. Casi dos meses después (24 de marzo), la situación cambió pero Semana titulaba: “Nadie entusiasma. Santos estancado, aún no tiene rival. Peñalosa se desinfla, Zuluaga sigue en el juego y López resurge”. El Presidente ganaba con comodidad en la primera y segunda vueltas. Pero ya anotaba que perdía seis puntos en su imagen favorable y señalaba que las prioridades temáticas eran la salud y educación. En tercer lugar la paz y aumentaba el pesimismo: “Solo 37% de los colombianos cree que el país va por buen camino”. Fueron las encuestas de abril las que registraron la variación. De nuevo Semana en su edición del 27 de Abril abría: “Esto se apretó. Se acorta la distancia entre Santos y sus rivales, y despega Zuluaga”. Datos de la encuesta de IPSOS señalaban que “pese a la tendencia a la baja de las últimas mediciones, Santos gana en todos los escenarios de segunda vuelta”. Afirma también que hay pesimismo ante el proceso de paz, 63%, y 84% cree que los líderes de las Farc deberían pagar sus delitos en prisión. Y precisa “….el aspirante del Centro Democrático está sumando apoyo en todos los segmentos” y añade: “los mensajes críticos al proceso de paz de los uribistas parecerían estar calando poco a poco”. Y más adelante al referirse a Peñalosa dice: “le apostó a separarse de la pugna entre Santos y Uribe. En poco más de un mes surge como una alternativa”. Señala también que Santos perdió 9 puntos en la intención de voto en Bogotá y que “tres de cada cuatro colombianos creen que tras firmar la paz los líderes guerrilleros no deberían hacer política”.El domingo pasado Semana tituló: “Final de infarto”. Empate técnico en la primera vuelta. Zuluaga 29,5%; Santos 28,5% y en la segunda empatan con 32%. En esencia Zuluaga había pasado del 9% en marzo a 29,5% en mayo. Un ascenso casi vertical y Santos se mantenía en las mismas cifras de febrero; aunque desde marzo había subido 5,5%. Las tendencias preocupan a la reelección del Presidente y regocijan a Zuluaga.La misma edición traía el video del ‘hacker’. Una semana antes dicha revista publicó la columna de Daniel Coronell donde revela la propuesta de negociación de los ‘narcos’ para someterse a la justicia y los 12 millones de dólares que no se sabe en manos de quién quedaron. Por ellos renunciaron personas vinculadas a las dos principales campañas. Uribe, dijo tener información sobre 2 millones de dólares que habían entrado para cubrir un saldo pendiente de la campaña de Santos (2010). Y fue Troya. La Fiscalía allana la oficina del ‘hacker’ Sepúlveda. Incauta computadores y otro elementos, etc. Vinculan la campaña de Zuluaga a los comportamientos ilegales de esta oficina. El tema causa furor cuando el expresidente Gaviria ingresa a las filas de Santos y trata a Uribe de mentiroso, acusación que encuentra eco en todos los noticieros de radio, televisión. De repente, se duda de la reputación de dos dirigentes políticos con una trayectoria respetable en la vida política, que no merecen que su decencia sea puesta en duda. Ya no son pocos quienes creen que así se le puso un tatequieto a la curva ascendente de Zuluaga. El miedo y la desesperanza contaminan el ambiente. Hay desencanto. Y la incertidumbre se agudiza. El escrutinio de hoy nos dirá qué nos tiene reservada la campaña (una campaña ojalá sin guerra sucia) para el momento definitivo que será la segunda vuelta.Encuentre aquí toda la información sobre las Elecciones Presidenciales 2014

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