La mamá de quien fuera Señorita Barranquilla estaría involucrada con una poderosa red de tráfico de cigarrillos

Una juez libró orden de captura en contra de Noreidys Judith Acevedo Cuadros, señalada de ser una de las cabecillas de la principal banda de comercio ilegal de cigarrillos del país.

Noreydis para sorpresa de los jueces, resultó ser la mamá de Sharon Gamarra, la joven que representó a Barranquilla en el Concurso Nacional de la Belleza en el 2023. Vale la pena decir que ese fue el primer año que esa ciudad tuvo participación como Distrito en el concurso más importante de la belleza en el país.

Según un expediente en poder de SEMANA, ella con otra mujer identificada como Nora Ligia Díaz Rivera, serían las cabecillas de la banda llamada como Frontera, dedicada a importar contenedores cargados con miles de cajetillas de cigarrillos ilegales para inundar el mercado colombiano, afectando las finanzas de la nación con la evasión de impuestos.

La investigación llevaba dos años adelantándose por parte de la Policía y la Fiscalía y dio como resultado esta que fue una sorpresa para todo el mundo, tras descubrir que detrás del comercio ilegal del cigarrillos en el país, estaban poderosas familias de La Guajira, como es el caso de la de Noreidys Acevedo Cuadros, mamá de Sharon Gamarra, la actual señorita Barranquilla.

Bajo el alias de ‘La Financiera’ era conocida Noreidys, quien según las investigaciones estaría confabulada con otras personas, para encargar los contenedores de cigarrillos ilegales que venían desde Asia, para luego venderlos en Colombia sin pagar impuestos.

Entre tanto, Nora Ligia Díaz, quien era identificada como ‘La Madrina”, es reconocida por ser una empresaria de La Guajira, que se relaciona con políticos y personajes con un oscuro pasado. Para los investigadores ella fue la otra ficha clave en Frontera, pues en la investigación se determinó que ambas tenían un sistema diseñado para la comercialización ilegal de cigarrillos.

Así funcionaba la red

En las pruebas recopiladas sobre la red de Fronteras se incluyen interceptaciones, seguimientos, búsqueda de información en bases de datos y otras acciones que desplegó la policía judicial, con el fin de obtener las órdenes de captura en contra de las dos mujeres señaladas como presuntas cabecillas del tráfico de cigarrillos en el país, así como contra otras cuatro personas (Kassandra, Jorge, Jade y Jeison), quienes ya fueron detenidas.

Durante los dos años que duró la investigación, la Policía Fiscal Aduanera y la Dirección de Delitos Fiscales de la Fiscalía lograron determinar que para introducir las cajetillas de cigarrillos evadiendo los controles de las autoridades nacionales, la red al parecer, tenía comprado el control en puertos no solamente nacionales, sino extranjeros.

El contrabando salía de China, en donde se hacía la primera transacción: la compra del contenedor con cerca de 50.000 cajetillas de cigarrillos de diferentes marcas que no cumplían los estándares sanitarios de Colombia. Alias la Madrina (Ligia) y alias la Financiera (Noreidys), señala el expediente, tenían al parecer sus fichas claves en los puertos de Aruba y Panamá, a donde llegaban los contenedores en tránsito.

Luego de unas inspecciones superficiales del personal presuntamente al servicio de Frontera, eran despachados hacia Colombia bajo la modalidad de tránsito aduanero, es decir, la mercancía no se puede quedar en el país.

Según la investigación, la Madrina y la Financiera sacaban provecho de la figura de tránsito aduanero para hacer cambiazos, en los que dejaban los contenedores con el cigarrillo ilegal en Colombia y en su lugar ponían otros, engañando los controles.

El seguimiento logró descubrir que los cigarrillos de contrabando eran distribuidos en Maicao, Barranquilla, Santa Marta, Valledupar, Bucaramanga y otras regiones del país, dejando de ganancia miles de millones de pesos a la organización.

Las pesquisas también arrojaron que Frontera contaba con un esquema de proveedores a quienes les entregaba las cajetillas ilegales luego de sacarlas del puerto y ellos eran los encargados de comercializarlas al menudeo en locales comerciales.

Con los dineros ilícitos obtenidos del contrabando de cigarrillos, dice la investigación, la Madrina, la Financiera y los otros integrantes habían amasado una fortuna importante. En otra etapa del proceso, la Policía Aduanera y la Fiscalía le quitaron a Frontera propiedades avaluadas por un valor superior a los $3.500 millones.

Las autoridades ubicaron nueve muebles e inmuebles, una sociedad, nueve establecimientos de comercio, siete vehículos y propiedades localizadas en Barranquilla y Maicao. Los vehículos en los que se movilizaban la Madrina y la Financiera eran de alta gama, por lo general Toyota Prado. Vivían en lujosas casas con piscina y los clósets de estas mujeres valían millones de pesos por la ropa y los accesorios de las más reconocidas marcas y diseñadores.

Hoy sobre la Madrina y la Financiera pesan órdenes de captura. Para el caso de Noreidys, por los delitos de concierto para delinquir con fines de contrabando; y a Nora hay que agregarle el delito de enriquecimiento ilícito.

Las órdenes de captura se refieren a “un grupo de personas dedicadas a la importación de cigarrillos de contrabando provenientes de Aruba para luego distribuirlos y comercializarlos en Maicao, La Guajira”.