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Expectativa en Noruega frente a proceso de paz entre Gobierno y Farc

Narcotráfico, dejación de armas, participación política y reparación a las víctimas son temas que estarán sobre la mesa de diálogo entre el Gobierno y las Farc.

14 de octubre de 2012 Por: Resumen de Agencias | Elpaís.com.co

Narcotráfico, dejación de armas, participación política y reparación a las víctimas son temas que estarán sobre la mesa de diálogo entre el Gobierno y las Farc.

En una noche marcada por las bajas temperaturas y la caída de lluvia y nieve sobre las pistas del aeropuerto internacional de Gardemo en Oslo, Noruega, un destacamento de periodistas esperaba la llegada a esta capital de los delegados del gobierno colombiano y de las Farc, para la instalación de la mesa de diálogos que se espera sea el próximo miércoles. Sin información oficial de ninguna de las partes y en medio del hermetismo del gobierno Noruego y colombiano, han abundado los rumores sobre la llegada de los emisarios. Hacia las 10 de la noche, hora en Oslo, todavía no había ninguna seguridad en el itinerario de arribo de las delegaciones. De manera extraoficial, se supo que algunos de los integrantes del equipo negociador del gobierno iban a llegar más tarde de lo programado. Así, Frank Pearl estaría aterrizando el lunes 15 de octubre y Humberto de la Calle al día siguiente. No es claro de qué manera se vería afectada la agenda de las conversaciones por estos retrasos.El aplazamiento de la llegada de los equipos negociadores, según se conoció, obedecería a motivos climáticos, jurídicos y de logística. Los periodistas que aguardaban a las delegaciones en el aeropuerto internacional de Oslo se enteraron de que surgieron problemas en Cuba, relacionados con las órdenes de captura de algunos miembros de las Farc, que fueron levantadas en su momento para facilitar su desplazamiento a Europa. Los guerrilleros partirán el lunes desde La Habana a Oslo y, tras una escala en Paris, llegarán el martes a la capital de Noruega. Fuentes del Gobierno colombiano confirmaron que, pese a estos inconvenientes, las partes acudirán a la instalación de la mesa de diálogo el miércoles 17 de octubre en Oslo. Se habían considerado contactos entre las partes los días lunes y martes, pero ese margen se reduce. Está previsto que al mediodía del miércoles, hora de Oslo, sea leído un comunicado en inglés por un vocero de la cancillería noruega, y en español por un representante de Cuba. Luego habrá ruedas de prensa de las Farc y el Gobierno, por separado. Una vez aterricen los representantes de ambas de las partes, se esperan que abandonen el aeropuerto por una salida anexa a la terminal internacional, evitando de esta manera las cámaras y las preguntas de los corresponsales de medios colombianos y extranjeros que llevan horas aguardando su llegada. Y es que luego de haber mediado en varios conflictos internacionales, a lo largo de los años con Israel y Palestina, Guatemala y Sri Lanka, entre otros, las autoridades noruegas saben muy bien cómo evitar la filtración de información en este tipo de procesos, y operan con el mayor de los sigilos. Las anteriores experiencias hacen pensar que esta vez, la mesa de diálogos se realizará en una zona apartada de la ciudad para garantizar que se desarrollen sin ningún tipo de interferencia. Además del inicio formal de las negociaciones, en Oslo también tendrá lugar un seminario sobre el proceso de paz colombiano, organizado por el Consejo Noruego de Paz, el Peace Research Institute de Oslo (Prio), entre otras ONG’s relacionadas con Colombia o la resolución de conflictos. Este encuentro se celebrará el lunes 15 de octubre en la Casa de la Paz de la capital noruega, y en él participarán, entre otros, la dirigente de la desaparecida Unión Patriótica, Aída Avella, el exguerrillero de las Farc, Yesid Arteta, el excombatiente del ELN y miembro de la Fundación Arco Iris, León Valencia, y el asesor especial para Colombia de la ONU entre 1990 y 1997, Jan Egeland.La comparecencia ante los medios del día 17 es lo único que hasta ahora ha confirmado Noruega, que ejerce como facilitador del proceso y que no ha revelado dónde se celebrarán los encuentros.Noruega, un país que ha participado en una veintena de procesos de reconciliación y de paz en las dos últimas décadas, es junto con Cuba garante del tercer diálogo formal entre el Gobierno colombiano y las Farc, tras los frustrados intentos de Casa Verde en la década de 1980 y del Caguán (1998-2002).Chile y Venezuela ejercerán de acompañantes en un proceso que empezó hace dos años con los primeros acercamientos y tomó impulso con las conversaciones exploratorias de seis meses entre las partes en La Habana, que culminaron con la firma de un pacto que marca una agenda de diálogo en torno a cinco puntos.Desarrollo rural y mayor acceso a la tierra, garantías del ejercicio de oposición política y participación ciudadana, fin del conflicto armado, que implica abandono de las armas y reinserción de los guerrilleros; búsqueda de solución al problema del narcotráfico y derechos de las víctimas son los temas que se discutirán.Tanto las Farc como el Gobierno han enviado señales positivas en las semanas previas a un proceso, al cual también se podría sumar más adelante el otro grupo guerrillero colombiano, el ELN.Mientras las Farc han hablado de un "verdadero adiós a las armas", el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ha reiterado su "moderado optimismo", a pesar de las diferencias que han surgido.Las Farc plantearon un alto el fuego bilateral, rechazado por Bogotá, que contempla esa opción solo si hay un acuerdo final y que ha mantenido las operaciones militares, pese a que distintas voces dentro y fuera de Colombia reclaman el cese de las hostilidades.Varios representantes de la sociedad civil colombiana, como el movimiento de izquierdas Marcha Patriótica o la Organización Nacional Indígena de Colombia, Onic, han pedido también que se abra el proceso de paz a otros actores, pero Santos sostiene que es una cuestión entre el Gobierno y las Farc.La inclusión de 'Simón Trinidad', alias de Juvenal Ricardo Ovidio Palmera, en el equipo negociador de la guerrilla también ha generado problemas, ya que cumple condena de 60 años de prisión en EE.UU. como responsable del secuestro de tres contratistas del Pentágono en la selva colombiana en 2003.Aunque Santos llamó en su momento a las Farc a ser "realistas" sobre ese tema, la ministra de Justicia colombiana, Ruth Stella Correa, señaló hace unos días la posibilidad de que el guerrillero pudiera participar a través de videoconferencia.'Simón Trinidad' es uno de los cinco integrantes de un grupo negociador encabezado por Luciano Marín Arango, alias Iván Márquez, número dos de las Farc; y que también integran Rodrigo Granda o 'Ricardo Téllez; Jesús Emilio Carvajalino o 'Andrés París' y Luis Alberto Albán o 'Marcos León Calarcá'.El equipo del Ejecutivo lo lidera el ex vicepresidente Humberto de la Calle e incluye a Luis Carlos Villegas, presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia, Andi; el Alto Consejero para la Paz Sergio Jaramillo, y dos generales retirados: Jorge Enrique Mora Rangel, Ejército y Óscar Naranjo, ex general de la Policía.Los dos equipos cuentan con otros cinco suplentes en Oslo, y entre los de las Farc figura el octogenario Miguel Ángel Pascuas 'Sargento Pascuas', cofundador de la guerrilla.El embajador Milenko Skoknic, actual jefe de gabinete del Ministerio de Relaciones Exteriores, y Roy Chaderton, embajador ante la OEA y ex embajador en Colombia), son los nombres designados por Chile y Venezuela, respectivamente.Ni Oslo ni Cuba han anunciado quienes serán sus delegados, aunque en el caso noruego se especula con serán el exembajador en Colombia Dag Halvor Nylander y el experto en asuntos internacionales Vegar S. Brynildsen, ambos con amplia experiencia en procesos de reconciliación.En paralelo al inicio de las conversaciones, y en señal de apoyo al proceso de paz, varias ONG noruegas organizan este lunes en Oslo un seminario al que asistirán entre otros la ex senadora Piedad Córdoba, que lidera el grupo Colombianas y Colombianos por la Paz, y Jan Egeland, ex enviado especial de la ONU a Colombia.Objetivos del GobiernoDesde el inicio de su mandato, Santos ha reiterado que uno de sus propósitos es ofrecerles un espacio a las víctimas del conflicto para repararlas y devolverles las tierras que han perdido. Precisamente, con la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras se creó el marco jurídico para hacerlo, pero con las Farc estos dos asuntos serán vitales, pues el propósito será lograr que las víctimas conozcan la verdad sobre algunos hechos. En el acuerdo se mencionan los derechos humanos de las víctimas y la posibilidad de que conozcan la verdad, a través de los testimonios que ofrecerían los guerrilleros frente a varios hechos enmarcados en el conflicto armado. Por otro lado, está la lucha contra las drogas que buscaría sustituir los cultivos ilícitos con planes integrales de desarrollo y recuperación ambiental de zonas afectadas por el narcotráfico. Nariño, por ejemplo, es el departamento más afectado por los cultivos de coca en el país, con un total de 17.321 hectáreas, equivalente al 27 por ciento del total nacional. Para el gobernador de Nariño, Segundo Raúl Delgado, teniendo en cuenta este panorama, el Gobierno Nacional debería proponer precisamente una estrategia de sustitución de cultivos de coca que deje atrás la erradicación forzosa y la fumigación, que son las estrategias usadas reiterativamente. "Ya en la agenda que se ha dado a conocer entre el Gobierno y las Farc, en el cuarto punto, frente al problema de drogas ilícitas, se plantea en el primer numeral ‘programas de desarrollo rural con participación de la comunidad’. Seguramente cuando se discuta ese punto se va a conocer mucho la experiencia de Nariño, que le ha servido a la paz del departamento y que le puede servir a la paz del país", aseguró el Gobernador. Esto último al referirse a un programa llamado ‘Sí se Puede’, que pretende fomentar la sustitución de la coca a través de estrategias de desarrollo rural. En Nariño, esta iniciativa lleva una primera fase, con el apoyo de la Unión Europea y una inversión de 2,2 millones de euros. Finalmente, un punto en el que posiblemente Farc y Gobierno coincidan es crear una política agraria integral que dé lugar a la democratización del acceso a la tierra, formalización de propiedad y el desarrollo de las regiones más apartadas. Se pretende estimular la producción agropecuaria, la economía solidaria y cooperativa. Además ofrecer asistencia técnica, subsidios y créditos. También se habla, en el acuerdo, de un sistema de seguridad alimentaria y la formalización de la propiedad. Faltan pocos para que se instale la mesa de diálogos en Oslo, Noruega y el país espera expectante los resultados de las primeras reuniones, que serán a puerta cerrada, entre los negociadores. Resta esperar si además de los puntos acordados para analizar se sumen otros como el futuro de la extradición y del futuro político de los jefes guerrilleros. De cualquier modo, según Santos: “Si veo que no hay progreso, que simplemente están tratando de ganar tiempo, voy a ponerme de pie y seguir trabajando como de costumbre. Y es por eso que no hay alto el fuego, sin disminución de nuestras operaciones militares y mi agenda de gobierno continua como estaba hasta entonces”. Los puntos a favor de las Farc Uno de los ejes para lograr el anhelado acuerdo es la participación política, que ofrecería garantías para que eventualmente nuevos movimientos, que se formen luego de una negociación, lleven a cabo actividades proselitistas. Según el acuerdo preliminar firmado por las partes, en el segundo punto se habla de “derechos y garantías para el ejercicio de la oposición política en general y en particular para los nuevos movimientos que surjan luego de la firma del Acuerdo Final. Acceso a medios de comunicación”. De hecho, en una de las últimas entrevistas que Santos concedió a un medio de comunicación, insistió en la posibilidad de darle participación política a las Farc, siempre y cuando se logre el éxito en las negociaciones de paz. “No se le puede pedir a la Farc que se arrodillen, se rindan y entreguen las armas. No lo harán. Debe existir una salida y esta salida debe permitirte participar en la arena política. Esta es una manera en la que se resuelve un conflicto, no solo el conflicto colombiano”, señaló. Y a pesar de las críticas que ha recibido, por ejemplo, del expresidente Álvaro Uribe, por suponer que se le está tendiendo la mano al grupo guerrillero, la respuesta de Santos ha sido que: “Algunas personas piensan que la paz puede lograrse matando al último miembro de las Farc y eso no es posible”. De allí que sea posible suponer que durante las conversaciones el Gobierno esté dispuesto a ceder y a ofrecerle posibilidades que resulten atractivas para las Farc. Incluso, se abriría la posibilidad de permitir a la guerrilla encontrar un espacio en la vida política e incluso presentar candidatos a las elecciones de 2014. "Si el proceso de acuerdos sigue y se generan las condiciones políticas para participar en elecciones podríamos pensar en esa posibilidad", dijo en La Habana Jesús Emilio Carvajalino, alias Andrés París y uno de los negociadores de las Farc. En ese camino, el Gobierno ya expidió un decreto para proteger a través de un programa especial a los miembros de la oposición. Según el ministro del Interior, Fernando Carrillo, esta norma es importante en el marco del proceso de paz. “En el espíritu de Oslo y de la Habana, en el espíritu de la exploración de los proceso de paz estamos entregando garantías a la oposición, en uno de sus derechos fundamentales que es derecho a la vida, a la libertad y a la integridad”, dijo Carrillo. A esto último se le suma la posibilidad de que las Farc dejen las armas y se reincorporen a la sociedad civil. Además se revisaría la situación de aquellos guerrilleros que están presos y procesados. El acuerdo firmado establece: “Dejación de las armas. Reincorporación de las FARC-EP a la vida civil – en lo económico, lo social y lo político-, de acuerdo a sus intereses, y “el Gobierno Nacional, coordinará la revisión de la situación de las personas privadas, procesadas o condenadas, por pertenecer o colaborar con las FARC-EP”. Otro de los compromisos que asumiría el Gobierno sería intensificar el combate para acabar la organizaciones criminales y sus redes de apoyo, incluyendo aquellas responsables de homicidios y masacres o que atenten contra defensores de derechos humanos, movimientos sociales o movimientos políticos.

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