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  Este lunes, después del desayuno convocado por Gustavo Petro, Colombia sabrá si los nueve senadores que firmaron el archivo de la reforma a la salud se mantienen en su posición.
Cabe destacar que la propuesta de Reforma a Salud fue archivada por el Senado. | Foto: argemiro piñeros

Editorial

Rara incertidumbre

Como está planteado el proyecto, advierten las organizaciones de pacientes, se fragmentarían los niveles de atención básica y complementaria y no es claro, además, cómo se daría la transición entre el modelo de salud actual y el nuevo.

22 de marzo de 2024 Por: Editorial

La reforma a la salud, tan mediática en los últimos días, sigue generando incertidumbre entre los colombianos y en especial en quienes padecen enfermedades raras o huérfanas que, en el país, alcanzan las 100 mil personas, aunque hay un subregistro. Se estima que la cifra real es de dos millones de pacientes.

Una de las entidades que más ha estudiado el asunto es la Federación Colombiana de Enfermedades Raras, Fecoer. Hace unos días su director ejecutivo, Diego Gil, les entregó una carta a los congresistas de la Comisión VII del Senado en la que se exponen esas preocupaciones frente al proyecto.

En la misiva se leen datos preocupantes. Actualmente, por ejemplo, las EPS acumulan una deuda de $25 billones de pesos con las IPS del país. Eso quiere decir que, de manera inmediata, se necesitan adoptar medidas para evitar el colapso financiero de las EPS, pues de lo contrario se pondría en riesgo el derecho a la salud y a la vida de los colombianos.

Frente a la reforma a la salud como tal, la entidad expresa que no está en contra de la misma –de hecho respaldan que exista una reforma– pero advierte que las modificaciones que propone el gobierno no van a resolver las problemáticas actuales sobre atención de los pacientes.

Fecoer reconoce que es positivo un enfoque de atención primaria en salud y prevención de la enfermedad, el fortalecimiento de las condiciones laborales del talento humano en salud, el mejoramiento de acceso y equidad a la población de territorios dispersos y la inclusión de un artículo enfocado en Enfermedades Huérfanas/Raras.

Sin embargo, una de las preocupaciones tiene que ver con que la reforma está enfocada en los asuntos financieros -que sea el Estado el que maneje los recursos y no las EPS- pero no se centra en resolver las barreras que a diario deben enfrentar los pacientes para ser atendidos.

Otra tiene que ver con las EPS, pues al diluirse sus responsabilidades con la reforma, no existiría un responsable de la atención de los pacientes, en especial quienes tienen enfermedades raras o huérfanas.

Y la tercera es la que también se ha manifestado en el Congreso: aún no es claro cómo se va a financiar la reforma a la salud, lo que acrecienta la incertidumbre sobre sus posibles consecuencias.

Como está planteado el proyecto, advierten las organizaciones de pacientes, se fragmentarían los niveles de atención básica y complementaria y no es claro, además, cómo se daría la transición entre el modelo de salud actual y el nuevo. Es una transición que debe hacerse con extremo cuidado y de forma paulatina, pues está en riesgo la vida de millones de personas.

En conclusión, el proyecto de reforma a la salud que promueve el gobierno parece apuntarle a complejizar los problemas en la atención que padecen hoy en día los pacientes. Y es necesario que Colombia discuta ampliamente, sin las presiones que el propio Gobierno ha venido ejerciendo, cuáles son los cambios que en realidad se necesitan para garantizar el derecho más importante: la salud y la vida.

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